Introducción

El concepto de familia como estructura social ha atravesado históricamente múltiples transformaciones, apareciendo hoy un gran número de modelos familiares que alteran los parámetros con los que se entendía la vida familiar (Sánchez, 2008) y naturalmente la vida social y escolar. Desde el marco normativo colombiano se deja claro que, la connotación de familia no se sustenta únicamente mediante un vínculo genético y reproductivo, sino que su fundamento se basa en el amor, la solidaridad, el apoyo y el afecto. En tal sentido, la familia se constituye por vínculos naturales o jurídicos y, por tanto, es un sistema social de acuerdo con lo que el Ministerio de Educación de Colombia establece (Decreto 459 de 2024).

En consecuencia, el entorno familiar y la familia, como agencia principal de socialización en el proceso educativo de los individuos (Alcalay et al., 2005) es determinante en el desarrollo de habilidades, conocimientos, competencias y relaciones humanas que se materializan en los centros educativos. Aspectos como, el rendimiento académico y la convivencia escolar generalmente están asociados al ambiente familiar.

La vinculación existente entre el núcleo familiar y la escuela ha sido siempre contemplada como una relación de significativa relevancia en el marco del desarrollo educativo de los estudiantes, en el caso particular de este documento se hace énfasis en la básica primaria. En esta investigación surge el interés de analizar con mayor profundidad la forma en la que el involucramiento de las familias puede afectar procesos escolares como; el rendimiento académico, la convivencia escolar y el bienestar del alumnado.

En el contexto colombiano hay una generalizada percepción dentro de la comunidad docente sobre la participación familiar en el ámbito escolar; estas narrativas gravitan en torno a que: los padres de familia no tienen tiempo para ir a la escuela, no atienden los llamados de la institución o no se interesan por conocer el rendimiento y comportamiento de sus hijos en la escuela. Pero emerge la pregunta ¿Las instituciones educativas cuentan con alguna estrategia efectiva para vincular a las familias? ¿Existen en las escuelas métodos para involucrar a los padres al proceso escolar? Las respuestas a estas preguntas podrían enfocarse en que las escuelas, en su mayoría, cuentan con algunos talleres de padres, porque es bien sabido que, en muchas instituciones educativas, existen espacios durante el año escolar para realizar estas actividades de carácter institucional. En muchas ocasiones estos encuentros se convierten en charlas pasivas en las que un orientador expone formas de crianza, consejos o recomendaciones para que los padres de familia orienten mejor a sus hijos en muchos aspectos. Pero más allá de eso, las instituciones no cuentan con estrategias significativas que en verdad influyan de manera positiva en crear lazos fuertes entre la familia y la escuela con el fin de construir sociedad.

Scola (2012) afirma que la familia es un espacio de enseñanza, “una comunidad de amor y de solidaridad insustituible para la enseñanza y transmisión de valores culturales, éticos, sociales, espirituales, esenciales para el desarrollo y bienestar de los propios miembros y de la sociedad” (p. 7). Una de sus principales funciones es la de educar, sin embargo, las familias han venido experimentado con el pasar del tiempo transformaciones sociales y culturales que, de alguna manera, le impiden desarrollar a cabalidad esta labor. Familias con padres separados, madres cabezas de hogar que deben dedicarse casi por completo a la vida laboral, mujeres con mayor participación en la sociedad, horarios laborares, entre otros aspectos, son algunos de los motivos que no permiten a las familias apoyar como deben el proceso educativo de sus hijos.

En este sentido, aparece la escuela, ya no solamente como un centro académico y pedagógico para el desarrollo de conocimientos, competencias y habilidades, sino como un lugar al que las familias delegan la función de educar también en valores. La escuela asume la responsabilidad de complementar la misión de las familias, profundizando el desarrollo integral del niño en un tejido colectivo. Investigaciones científicas demuestran que el crecimiento integral de niños y jóvenes, crecimiento tanto físico como emocional, social y académico, se potencia cuando su familia les brinda apoyo, cuando padres, madres o acudientes se involucran tanto en sus tareas escolares como en su vida cotidiana. Además, se ha descubierto que establecer un vínculo afectivo entre la familia y la escuela conduce a mejoras significativas en aspectos como la asistencia a clase, los puntajes en pruebas estandarizadas y la alineación con las metas escolares establecidas.

En este sentido, el presente documento se enfoca en un análisis documental de naturaleza cualitativa con el fin de explorar diversos aspectos de dicha relación, desde esquemas de administración del conocimiento hasta formas prácticas que promuevan el trabajo contiguo entre la familia y la escuela y que respondan a la pregunta orientadora: ¿Cuáles son los hallazgos alrededor de la relación familia y escuela?

Metodología

Con el fin de dar cumplimiento al objetivo de este trabajo: hacer un análisis y profundizar teórica y conceptualmente sobre la relación familia y escuela y así comprender e interpretar sus ventajas para proponer futuras investigaciones, este estudio se enmarca en el paradigma cualitativo, bajo un método interpretativo comprensivo y dentro del tipo de investigación documental. Para Hernández-Sampieri et al. (2002), la investigación documental se refiere a la obtención y análisis de información bibliográfica recogida de manera selectiva para que resulte útil a los propósitos del estudio, lo que permite la reconstrucción de investigaciones previas que, a partir del análisis y la reflexión, generan insumos para nuevas investigaciones. En esta línea, se asumió la investigación documental como un proceso riguroso dirigido a la búsqueda de nuevos conocimientos mediante la recuperación, análisis e interpretación de información secundaria publicada por otros investigadores o instituciones científicas en diversas fuentes documentales (Guerrero Dávila, 2015). Se emplearon como técnicas principales la revisión documental y el análisis de contenido, entendidos respectivamente como el acopio sistemático de información de distintas fuentes y la interpretación de datos textuales en este caso, libros, tesis y artículos de investigación que permiten identificar patrones y significados relevantes. Como señala Arias-Odón (2023), la revisión bibliográfica no se limita a recopilar literatura, sino que posibilita descubrimientos, la producción de nuevos datos y la generación de conocimiento a partir de la comparación crítica de los documentos.

Para el propósito de este trabajo se consideraron publicaciones comprendidas entre 2000 y 2024, seleccionadas según criterios de inclusión (relevancia temática, pertinencia al contexto educativo, calidad metodológica, disponibilidad de texto completo en español o inglés) y exclusión (duplicados, publicaciones no académicas, documentos sin evidencia verificable). La búsqueda se efectuó en bases de datos de alta visibilidad como Scopus, ProQuest Central, Dialnet y ERIC, complementada con Redalyc, Google Scholar, repositorios universitarios y publicaciones oficiales. Se diseñaron y aplicaron cadenas booleanas en español y en inglés, adaptadas a cada base de datos, con palabras clave del Tesauro UNESCO y términos asociados. Ejemplo de cadena en español: (“participación de los padres” OR “educación familiar” OR “relación padres-escuela”) AND (educación OR escuela) AND (“entorno socioeconómico” OR “tecnología de la educación”). Ejemplo de cadena en inglés: (“parent participation” OR “family education” OR “parent school relationship”) AND (education OR school) AND (“socioeconomic environment” OR “educational technology”). Se aplicaron filtros por idioma (español, inglés), año de publicación (2000–2024) y disponibilidad de texto completo.

Los resultados de la búsqueda dependieron de las características específicas de cada base de datos. Se detectaron sobre todo artículos científicos de Scopus y ProQuest Central que contaban con una metodología rigurosa y un alcance global; esto posibilitó la comparación de enfoques teóricos y modelos de participación familiar utilizados en varios contextos. En ERIC, la mayor parte de los documentos fueron investigaciones sobre el papel que desempeñan los padres en la educación primaria y secundaria, enfocándose en políticas públicas y programas escolares. Dialnet y Redalyc, por su parte, brindaron una vasta producción en español que se enfocó en investigaciones de Latinoamérica y tesis que tratan la relación entre la familia y la escuela desde puntos de vista pedagógicos y socioculturales. Por último, Google Scholar y los repositorios de universidades completaron el análisis con artículos emergentes no indexados en bases de datos convencionales, tesis doctorales y documentos de acceso abierto.

La variedad de perspectivas, niveles de profundidad y contextos geográficos que se encuentran en cada fuente se manifiestan en estas diferencias. Esto mejoró el análisis documental porque posibilitó una perspectiva comparativa entre la producción científica latinoamericana e internacional acerca de la participación de las familias en la educación.

Se encontraron principalmente artículos de investigación científica en revistas indexadas, así como tesis de doctorado que estaban disponibles en repositorios de universidades. También se hallaron libros y capítulos especializados sobre la relación entre la familia y la escuela, así como sobre educación familiar.

Tras eliminar 11 duplicados, quedaron 54 registros para el cribado inicial. Posteriormente, se realizó una revisión independiente por título y resumen, a partir de la cual se seleccionaron 50 documentos para evaluación a texto completo.
Finalmente, 31 estudios cumplieron los criterios de inclusión y fueron incorporados en la síntesis cualitativa, Scopus: 5; ProQuest Central: 6; ERIC: 3; Dialnet: 8; Redalyc: 5;

Literatura gris (tesis e informes): 4, 2 tomados de: espacio digital Upel, 1 del Repositorio documental de la Universidad de Valladolid y 1 del Repositorio Institucional Uptc; total: 31, los cuales se presentan en la tabla correspondiente.

Tabla 1

Caracterización de los estudios analizados

N°	Autores/año	País / contexto	Tipo de documento	Nivel educativo	Enfoque / tema principal
1	Alcalay, Milicic y Torretti (2005)	Latinoamérica / Chile	Artículo	Básica	Alianza familia-escuela; programa audiovisual para padres
2	Arias Odón (2023)	Colombia	Artículo / ensayo	General / metodológico	Investigación documental y revisiones
3	Azzy (2024)	Venezuela	Tesis doctoral	General	Familia y condiciones de educabilidad (contexto cultural)
4	Bravo Molina (2023)	Colombia	Artículo	Básica primaria	Factores familiares y su influencia en procesos escolares
5	Bonell García (2016)	España	Tesis doctoral	Básica	Participación educativa de las familias (perspectiva transformadora)
6	Cárcamo Vásquez y Gubbins Foxley (2020)	Chile	Artículo	Formación docente / básica	Representaciones de la relación familia-escuela
7	Cardozo y Alderete (2009)	Caribe / Colombia	Artículo	Adolescentes	Riesgo psicosocial y resiliencia
8	Carvajal et al. (2022)	Colombia	Artículo	Primaria	Acompañamiento familiar en proceso formativo (estudio de caso rural)
9	Cervini, Dari y Quiroz (2014)	América Latina	Artículo	Básica	Estructura familiar y rendimiento académico (comparativo regional)
10	Chiu (2007)	Internacional	Artículo	Básica	Factores familiares y rendimiento en ciencias (estudio multinacional)
11	Chiu y Xihua (2008)	Internacional	Artículo	Básica	Familia y motivación en matemáticas (análisis multipaís)
12	Epstein (2013)	Chile	libro	General	Estrategias de participación familiar
13	Flórez, Villalobos y Londoño (2017)	Colombia	Artículo	General	Acompañamiento familiar en contextos colombianos
14	Guarín García (2023)	Colombia	Tesis doctoral	Inicial / primaria	Influencia familiar en contextos adversos
15	Guerrero Dávila (2015)	Colombia / editorial	Libro / metodología	General	Metodología de la investigación (apoyo metodológico documental)
16	Hoover-Dempsey y Sandler (2005)	EE. UU. / Internacional	Artículo	Básica y media	Motivación parental y efectos en desempeño escolar
17	Jociles y Molina (2013)	España / Latinoamérica	Libro / artículo	General	Monoparentalidad y construcción de modelos familiares
18	La Roque, Kleiman y Darling (2011)	ERIC / internacional	Artículo	General	Involucramiento parental y logro escolar
19	Pire, & Rojas (2020)	Cuba	Artículo	General	Consideraciones con relación a la responsabilidad de la escuela y familia en el proceso educativo de los niños y adolescentes.
20	Maldonado Castro (2018)	España / Latinoamérica	Libro / capítulo	General	Familias de aula; participación profunda de familias
21	Manrique y Pedro (2023)	Colombia / Venezuela	Tesis doctoral	Primaria	Gestión del conocimiento tecnológico y participación familiar (TIC)
22	Martínez y Álvarez (2005)	España / Latinoamérica	Artículo	Secundaria	Fracaso y abandono: implicación familiar y centros escolares
23	Martínez Nieto (2015)	España / Latinoamérica	Artículo	General	Violencia como mediadora en la relación padres-escuela
24	Muñoz Rodríguez (2022)	Latinoamérica / Chile	Artículo	Básica	Categorías sociales e interacción familia-escuela
25	Padilla y Madueño (2022)	España	Artículo	Secundaria	Estrategias docentes para fomentar la participación familiar
26	Padrós, Duque y Molina (2011)	Europa /	Artículo	General	Aportaciones de Included para reducir abandono escolar
27	Mendoza Santana y Cárdenas Sacoto (2022)	Cuba	Artículo	Educación inicial	Participación familiar en la educación inicial
28	Pedraza et al. (2017)	Colombia	Artículo	Ciclo III (básica)	Familia y escuela: compromiso con la formación
29	Razeto (2016)	Uruguay / Latinoamérica	Artículo	General	Reflexiones sobre involucramiento familiar en educación
30	Bolaños, y Stuart Rivero, (2019)	Colombia	Artículo	General	Relevancia que posee la implicación de las familias en el proceso de escolarización.
31	Rivera y Milicic (2006)	Chile	Artículo	Básica	Percepciones y expectativas sobre alianza familia-escuela

La información se organizó en matrices comparativas que facilitaron el análisis transversal y la síntesis temática. Esto se detalla en los resultados.

Para garantizar rigor y trazabilidad, el análisis se llevó a cabo con el software Atlas.ti versión 7.5.18, lo que permitió gestionar códigos, categorías y relaciones entre documentos de forma sistemática. Además, se realizó un proceso de codificación doble en una muestra de los textos para asegurar concordancia interpretativa, tal como se muestra en la figura 1.

Figura 1

Red semántica categorías asociadas a la participación familiar en la escuela

Resultados

La siguiente matriz presenta una síntesis de las categorías y los subtemas identificados en el estudio, así como los autores representativos y los aportes centrales encontrados.

Tabla 2

Principales hallazgos según categorías

Categoría	Subtemas identificados	Autores representativos	Principales hallazgos
Acompañamiento en el hogar	Nivel socioeconómico, capital cultural, ambiente emocional familiar	Bravo Molina (2023); Cervini et al. (2014); Flórez et al. (2017)	Las condiciones del hogar y el capital cultural influyen directamente en el rendimiento y la convivencia.
Comunicación Familia- Escuela	Tipologías de Epstein, voluntariado, comunicación, toma de decisiones	Epstein (2013); Bonell García (2016); Maldonado Castro (2018)	Los modelos exitosos integran la comunicación y la corresponsabilidad entre escuela y familia.
Barreras para la participación	Vulnerabilidad, pobreza, violencia, resiliencia Diversidad familiar, contextos multiculturales, inclusión	Guarín García (2023); Carvajal et al. (2022); Muñoz Rodríguez (2022) Azzy (2024); Cárcamo y Gubbins (2020)	En contextos difíciles, la familia actúa como factor de protección, aunque enfrenta limitaciones de tiempo y recursos. La diversidad familiar exige estrategias flexibles e inclusivas que reconozcan la pluralidad de realidades.
Corresponsabilidad educativa	Vínculos, relaciones, compromiso familiar.	Bonell (2016); Maldonado Castro (2018)	Educar “en compañía” promueve vínculos de apoyo mutuo que potencian el desarrollo escolar y social.

Acompañamiento en el hogar

En esta sección se presenta una síntesis de los rastreos teóricos realizados con relación al acompañamiento en el hogar y los factores familiares que inciden en los procesos educativos de los niños, niñas y adolescentes, donde se intenta concatenar estos factores con los modelos de participación familiar en la escuela, el rol de la familia en la formación integral en ambientes adversos y finalmente se exploran unas estrategias para promover la participación familiar en la escuela. Con este análisis se estudian marcos teóricos desde la investigación en el campo educativo que posibilitan la comprensión de las formas en que la familia y la escuela se configuran para asistir integralmente el proceso educativo.

Los factores o condiciones propias del ambiente familiar son elementos fundamentales que se relacionan con del desarrollo integral de los estudiantes e inciden directamente en el rendimiento académico y el bienestar emocional (Bravo-Molina, 2023). Por ello, reconocer el ambiente familiar desde la escuela es crucial para poder planificar el proceso educativo con la participación de los padres, madres y cuidadores. Factores como el nivel socioeconómico, nivel educativo, capital cultural, ambiente familiar, formas de interacción y comunicación familiar son determinantes para promover una eficiente alianza familia-escuela (Alcalay et al., 2005).

Es importante mencionar, que la familia es el medio natural donde el niño comienza su vida y aprendizaje y, por tanto, las características familiares y estructura cultural condicionan fuertemente el desarrollo del niño. Aspectos como, el ambiente emocional de las relaciones al interior de la familia, así como el factor cultural, determinan profundamente la receptividad y la adaptación del estudiante en su proceso educativo. También, se debe tener en cuenta la estabilidad y equilibrio en la unión de los padres y las relaciones entre los miembros de la familia. Estos elementos definen el ambiente afectivo, esencial para el proceso de socialización del alumno en la escuela (Pedraza et al., 2017).

La composición o estructura familiar según Cervini et al. (2014) es uno de los factores que más incidencia tiene en el rendimiento académico y la convivencia de los estudiantes; en su investigación estos autores concluyen que, los estudiantes que conviven con ambos padres obtienen mayores notas y mejor desempeño académico destacándose en lectura y matemáticas a diferencia de aquellos estudiantes que viven con familias monoparentales o con otra estructura familiar.

En este sentido, la diversidad de modelos familiares: nuclear, extensa, re-ensamblada, homoparental, monoparental es una innegable realidad que la escuela debe considerar para promover la participación familiar y los roles de ésta, en el proceso educativo de los niños (Cárcamo Vásquez y Gubbins Foxley, 2020). Los docentes y directivos, con base en esa heterogeneidad y diversidad familiar, deben ir alejándose de las visiones tradicionales de familia para afrontar adecuadamente los roles de cuidado y educación de la infancia, puesto que no responden a una única forma y se debe trabajar con familias crecientemente diversas (Jociles y Molina, 2013).

Otro factor para considerar es el número de integrantes del núcleo familiar, como número de hermanos o personas menores de edad en el hogar; la distribución de tiempo y recursos económicos a la atención de necesidades primarias de estas familias numerosas ocasiona dificultades en el desempeño escolar y la dimensión emocional de los estudiantes (Cervini et al., 2014). Sin embargo, con relación a este factor, Chiu (2007) plantea la hipótesis de que en familias numerosas los miembros pueden proveer de recursos al alumno o competir por ellos.

La dimensión socioemocional se ve igualmente afectada por todos estos factores familiares. Por tanto, el proceso de aprendizaje del niño naturalmente está permeado por las circunstancias familiares y una de las causas que condiciona el ambiente escolar es la inestabilidad en las relaciones familiares en hogares monoparentales o reconstituidos donde hay cambio frecuente de parejas se tiende a crear incertidumbres en las normas y responsabilidades familiares lo que incide negativamente en el ambiente escolar o afecta la motivación académica (Cervini et al., 2014).

La estructura familiar enfrenta desafíos de vulnerabilidad y fragilidad ante contextos sociales y económicos difíciles en el panorama local y global (Flórez et al., 2017). Sin embargo, sigue siendo la familia la estructura social esencial en la construcción de comunidad. Los retos que imponen los factores socioeconómicos como; los bajos ingresos, la pobreza extrema y las necesidades básicas insatisfechas afectan significativamente la calidad educativa y el desempeño académico (Bravo-Molina, 2023).

En los bajos niveles socioeconómicos las familias tienden a ocupar mayor parte de su tiempo intentando obtener ingresos para el sustento diario, lo que causa un efecto negativo en el tiempo que deben dedicar al acompañamiento de los procesos escolares. Esta poca disponibilidad de tiempo incide negativamente en la formación integral de los niños y niñas porque crea una barrera en el involucramiento de los padres con el contexto escolar de los alumnos (Cardozo y Alderete, 2009).

Otra evidente ventaja educacional relacionada con el entorno familiar es el nivel educativo de los padres que generalmente se asocia a un mayor conocimiento y capacidad para motivar a los hijos en su proceso de formación, lo que se evidencia positivamente en la convivencia y el rendimiento académico (Bonell-García, 2016; Carvajal et al., 2022; Martínez, y Álvarez, 2005; Padrós et al., 2011; Razeto, 2016).

Por su parte, las creencias y actitudes familiares frente a la educación como una vía para el mejoramiento de la calidad de vida pueden influir de forma positiva o negativa en las actitudes hacia el estudio de niños y jóvenes. Esto hace referencia a, las expectativas respecto a la importancia del estudio y la sana convivencia, a ver la educación como un legado familiar y una oportunidad para la movilidad social (Rivera y Milicic, 2006).

La familia y la escuela, como sistemas sociales complejos que se complementan en el proceso educativo de los niños configuran escenarios que pueden promover o entorpecer el desarrollo integral. En esa línea, los factores que se correlacionan entre el entorno familiar y escolar son múltiples, por tanto, es una tarea compleja analizarlos todos en profundidad. No obstante, en este documento se hace una aproximación a algunos de ellos para tener un punto de partida en el estudio de los modelos de participación familiar en la escuela.

Comunicación familia y escuela - Modelos de participación familiar

Los modelos de participación familiar en la escuela hacen referencia a las iniciativas, programas y estrategias implementadas para fortalecer la relación entre las familias y las instituciones educativas, con el propósito esencial de promover el desarrollo integral, la formación y el aprendizaje de niños, niñas y adolescentes. Estos modelos buscan garantizar la implicación de las familias en los procesos escolares, reconociendo su rol como corresponsables en la educación, atención, cuidado y protección de los estudiantes. (Epstein, 2013)

Corresponsabilidad educativa

La educabilidad de los niños no solo está determinada por su capacidad intelectual, sino también por una serie de factores socioeconómicos, culturales y familiares. En el contexto latinoamericano, donde existen desigualdades importantes en el acceso a la educación y otros recursos necesarios para un buen desempeño escolar, es fundamental examinar cómo estos factores influyen en el proceso educativo (Bravo-Molina, 2023).

Las familias juegan un papel clave en la creación de un ambiente adecuado para el aprendizaje, brindando apoyo emocional, recursos, materiales y oportunidades de enriquecimiento. Sin embargo, es clave tener en cuenta que las expectativas y prácticas educativas pueden cambiar de acuerdo con el contexto cultural y social, por lo que es necesario adoptar caminos inclusivos que examinen y valoren la pluralidad de experiencias familiares. Sobre esto, Azzy (2024), sostiene que las políticas educativas requieren una reformulación en cuanto a la educación de los hijos de familias diversas.

La puesta en marcha de programas de participación familiar en un contexto escolar determinado debe corresponderse con las particularidades socioeconómicas que gravitan alrededor de la escuela. Las condiciones de desigualdad y vulnerabilidad social y económica configuran marcadas diferencias sociales y marginación. Específicamente, en zonas rurales y vulnerables, las familias afrontan problemáticas como la inseguridad, la delincuencia, la drogadicción, el trabajo informal y la presencia de grupos armados. Estas circunstancias restringen significativamente las oportunidades educativas y la participación familiar (Carvajal et al., 2022; Martínez-Nieto, 2015)

Barreras para la participación familiar

De acuerdo con el trabajo realizado por Guarín García (2023), los padres de familia no acompañan lo suficiente el proceso escolar de sus hijos y su influencia es poco efectiva. Además, los docentes contribuyen a obstaculizar y limitar esta influencia en el proceso educativo de los estudiantes.

Las familias indiscutiblemente juegan un rol fundamental de protección para los niños que enfrentan situaciones difíciles como la pobreza, la violencia o la migración. La calidad de las relaciones familiares, el soporte emocional y el acceso a recursos comunitarios son decisivos en la capacidad que los niños demuestran para enfrentar y superar estas circunstancias. En Colombia, donde persisten altos índices de pobreza y violencia, es crucial reconocer el rol que desempeñan las familias en el bienestar de niños y jóvenes con el fin de trabajar en colaboración con ellas para proporcionar el apoyo necesario.

Los roles familiares en relación con la escuela están permeados por diversos factores que afectan el acompañamiento y la participación, por ejemplo, el capital social alrededor del cual se establecen las relaciones en la comunidad, las redes de apoyo, amistades con vecinos, entre otras, son factores que facilitan las oportunidades y el empoderamiento de las familias en la sociedad y en su relación con las instituciones educativas. Se afirma entonces que, las familias con limitado capital social tienden a sufrir exclusión y eso afecta la participación (Muñoz Rodríguez, 2022).

El estudio de los trabajos incluidos posibilitó la detección de patrones compartidos acerca del valor que tiene la participación familiar como elemento fundamental para el éxito académico, la convivencia en las escuelas y el bienestar a nivel socioemocional. Para optimizar el rendimiento escolar, la mayoría de los estudios están de acuerdo en que son fundamentales: la comunicación continua entre la escuela y la familia, el capital educativo y cultural de los padres y participar activamente en el proceso de aprendizaje. Asimismo, se concuerda en que el grado de participación se ve afectado directamente por las condiciones laborales y socioeconómicas de las familias.

No obstante, hay desacuerdos sobre la eficacia de los modelos de intervención. Algunos estudios, que se basan en el modelo de Epstein (2013), resaltan la efectividad de los programas de participación que están estructurados y son sostenidos, mientras que otros apuntan a que su impacto disminuye si no se ajustan a situaciones de diversidad familiar o vulnerabilidad (Bravo Molina, 2023). Se hallaron, además, discrepancias respecto al rol de las TIC en la mediación entre la familia y la escuela: mientras que algunos escritores enfatizan su capacidad de transformación (Manrique y Pedro, 2023), otros señalan que las disparidades digitales agravan la exclusión educativa (Guarín García, 2023).

Estrategias para promover la participación familiar en la escuela

Las estrategias de participación familiar en la educación son fundamentales para el éxito académico, el desarrollo integral y la convivencia de los estudiantes. En las investigaciones sobre el tema se detallan diversas formas y enfoques para fomentar esta colaboración efectiva entre la familia, la escuela y la comunidad. Se deja constancia que una participación efectiva va más allá de sola asistencia a eventos y reuniones. Una verdadera participación, implica una asociación profunda y en dos direcciones (Maldonado Castro, 2018).

El tránsito a la educación secundaria puede resultar un acontecimiento crucial que afecta la manera cómo las familias se involucran en la vida escolar de sus hijos. Los adolescentes pueden tornarse más autónomos y alejarse de la escuela y la familia, lo que obstaculiza el apoyo entre ambas instituciones. No obstante, investigaciones recientes han identificado estrategias efectivas para promover la participación de las familias en la educación secundaria: la organización de encuentros y talleres para padres, la creación de grupos de apoyo entre acudientes y la ejecución de programas de mentoría, son algunas de ellas. Estas estrategias pueden ayudar a mantener el compromiso de las familias durante esta etapa crítica del desarrollo. Sobre esto, Padilla y Madueño, (2022) concluyen que la voluntad del profesor para involucrar a los padres en la escuela es esencial para materializar las estrategias utilizadas y que las acciones educativas adquieren relevancia a partir del interés de acercar a las familias, lo que influye en el desempeño escolar del alumno.

Una de las perspectivas más destacadas en la formulación de estrategias de participación familiar es el modelo de seis formas de integración familiar propuesto por Epstein (2013) donde se busca una relación optima entre las escuelas, las familias y la comunidad para promover la formación integral de los estudiantes. En la perspectiva propuesta por esta autora se destacan los enfoques: comunicativo que busca una interacción fluida usando diversos medios y tecnologías; voluntariado con el que se integran a los padres y madres en las actividades escolares en forma activa; aprendizaje en casa que busca dotar de herramientas a los padres para asistir los procesos de aprendizaje en casa; toma de decisiones que consiste en la participación de los padres en los estamentos de participación en las instituciones educativas; colaboración con la comunidad mediante el cual se identifican e integrar recursos y servicios de la comunidad para fortalecer programas escolares donde los estudiantes interactúen con la comunidad.

Discusión

Los hallazgos de este estudio confirman que la implicación familiar constituye un factor clave para el éxito académico de los estudiantes; sin embargo, persisten múltiples obstáculos que condicionan su alcance. Entre ellos destacan la disponibilidad limitada de tiempo por parte de los padres, las condiciones laborales que restringen la asistencia a reuniones escolares y la participación en actividades extracurriculares, así como las desigualdades socioeconómicas y tecnológicas. Estas barreras coinciden con lo señalado por Epstein (2013) quien advierte que la participación familiar no depende únicamente de la voluntad, sino de los recursos sociales, económicos y culturales que poseen las familias. El capital cultural y social, en este sentido, se erige como un factor determinante, pues aquellas familias con mayores niveles educativos y redes de apoyo tienden a involucrarse de manera más activa en los procesos escolares de sus hijos, mientras que los hogares en situación de vulnerabilidad enfrentan mayores restricciones (Bravo Molina, 2023).

Otro aspecto relevante es la importancia de la comunicación bidireccional, la formación de los padres y el uso adecuado de las tecnologías de la información y la comunicación. La literatura revisada muestra que cuando las escuelas implementan estrategias claras de comunicación y brindan formación a las familias, se fortalece la confianza y se incrementa la participación (Maldonado Castro, 2018).

No obstante, las brechas digitales evidenciadas en muchos contextos limitan estas oportunidades, lo que plantea la necesidad de políticas inclusivas que garanticen acceso equitativo a recursos tecnológicos.

En cuanto al contexto geográfico específico, los resultados evidencian que la relación familia-escuela ha sido ampliamente abordada a nivel internacional y nacional; según este análisis, en un total de 10 estudios nacionales y 21 internacionales, sin embargo, en Bucaramanga y su área metropolitana los estudios son escasos, lo que refleja una brecha significativa de conocimiento. Esta carencia limita la posibilidad de comprender cómo las características socioeconómicas, culturales, laborales y familiares propias de esta región influyen en el rendimiento académico, la permanencia escolar y el bienestar estudiantil (Guarín García, 2023). Como señalan Arias-Odón (2023) y Bravo-Molina (2023), es necesario avanzar en estudios de caso, investigaciones cualitativas y evaluaciones de programas que permitan generar intervenciones ajustadas a las particularidades locales.

Asimismo, la literatura científica internacional, es decir los 21 estudios internacionales analizados, sugieren que los desafíos asociados a la cooperación familia-escuela trascienden las fronteras nacionales. Investigaciones en distintos países confirman que los mismos factores; tiempo disponible, condiciones laborales, nivel de capital cultural y acceso desigual a las TIC se convierten en determinantes de la participación familiar, con implicaciones directas en la equidad educativa. Esto refuerza la idea de que comprender y fortalecer esta relación no solo constituye un eje esencial para la mejora de la educación en Colombia, sino también para el desarrollo humano en el ámbito global.

Conclusiones

Los resultados de este estudio permiten establecer que la participación familiar en la escuela constituye un componente estructural para la calidad educativa, al incidir de manera directa en el rendimiento académico, la permanencia escolar y el bienestar socioemocional de los estudiantes. Como lo señala Epstein (2013), a implicación activa de los padres en la vida escolar genera un círculo virtuoso que potencia la motivación, el compromiso y la resiliencia de los alumnos. Sin embargo, esta implicación se encuentra condicionada por factores estructurales como el capital cultural y social de las familias, la disponibilidad de tiempo, las exigencias laborales y las brechas digitales, lo cual coincide con los hallazgos de Martínez y Vargas (2020).

Asimismo, la literatura revisada evidencia que no todas las familias participan de la misma manera. La tipología familiar monoparentales, nucleares, extendidas o reconstituidas genera diferencias significativas en la forma en que los adultos responsables pueden involucrarse en la escolaridad de los niños.

La educación familiar emerge también como un campo fundamental para potenciar la alianza familia-escuela. Programas de formación dirigidos a padres y cuidadores en aspectos como habilidades parentales, estrategias de apoyo escolar, competencias digitales y comunicación efectiva constituyen una vía para fortalecer la capacidad de las familias de involucrarse en la trayectoria académica de los hijos (Guarín García, 2023). Al respecto, Arias-Odón (2023) sostiene que la educación familiar no solo tiene un carácter complementario, sino que se convierte en un eje de corresponsabilidad social que amplía el impacto de la escuela en la comunidad.

En coherencia con lo anterior, las instituciones educativas están llamadas a implementar acciones concretas que faciliten y promuevan la participación familiar. Entre ellas se destacan: la apertura de canales permanentes de comunicación bidireccional; la flexibilización de horarios y modalidades de encuentro que permitan superar las limitaciones laborales y de tiempo; la creación de escuelas de padres con enfoque contextualizado; la promoción de entornos digitales accesibles que disminuyan la brecha tecnológica; y el fortalecimiento de los consejos de padres y asociaciones escolares como instancias formales de participación (Bravo-Molina, 2023). Estas acciones, articuladas con los marcos normativos vigentes, consolidan el principio de corresponsabilidad educativa y generan condiciones para una educación más inclusiva y equitativa.

Finalmente, este estudio subraya la necesidad de avanzar en investigaciones empíricas contextualizadas en Bucaramanga y otras regiones del país. Estudios de caso, investigaciones cualitativas y evaluaciones de programas locales permitirían comprender mejor cómo influyen las condiciones socioeconómicas, culturales y familiares en la relación escuela-familia y, a partir de allí, diseñar intervenciones ajustadas a las realidades específicas de cada comunidad. En síntesis, la participación familiar no debe entenderse como un complemento opcional, sino como un derecho, un deber y una condición estructural de los sistemas educativos contemporáneos. Como plantea Epstein (2013), solo mediante una alianza sólida y adaptada al contexto entre familias y escuelas será posible construir comunidades educativas resilientes, capaces de responder a los retos de la globalización y garantizar el derecho a una educación de calidad para todos los estudiantes.

Referencias

Alcalay, L., Milicic, N., y Torretti, A. (2005). Alianza Efectiva Familia-Escuela: Un Programa Audiovisual para Padres. Psykhe, 14(2), 149-161.

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