Analítica (3), oct. 2023 sept. 2024, ISSN L 2805 1815, pp. 183-195
ANALÍTICA
Revista de Filosofía
¿QUÉ ES EL MISTICISMO?*
WHAT IS MYSTICISM?**
Richard H. Jones
Investigador independiente, actualmente jubilado, especialista en filosofía e historia de
las religiones. Bachelor of Arts, Brown University y doctor en filosofía (Ph.D.), Columbia
University.
*Traducido con autorización del autor por:
Ruling Barragán Yañez
Universidad de Panamá, Panamá
ruling.barraganup.ac.pa
https://orcid.org/0000-0002-3237-5726
DOI https://doi.org/10.48204/2805-1815.4327
** What is Mysticism” en Jones, Richard H. (2021). An Introduction to the Study of
Mysticism (Cap. 1). Suny Press.
INFORMACIÓN DEL
ARTÍCULO ABSTRACT/RESUMEN
Recibido el: 2/08/2023
Aceptado el: 3/09/2023
Keywords:
Christianity, God, mystical
experience, mysticism,
phenomenal reality, self
Palabras clave:
Cristianismo, Dios,
experiencia mística,
misticismo, realidad
fenomenal, yo
Abstract:
The text raises and comments on various answers to the question “what is
mysticism?” The text makes a historical presentation of the term, and an
important distinction between traditional and contemporary mysticism. In
particular, the work analyzes what mystical experiences are, highlighting
that it is a term understood in different ways by different authors.
Resumen:
El texto plantea y comenta diversas respuestas a la pregunta “¿qué es el
misticismo?”. El texto hace una presentación histórica del término, y una
importante distinción entre misticismo tradicional y contemporáneo. En
particular, el trabajo analiza qué son las experiencias místicas, destacando
que se trata de un término comprendido de diversas maneras por
diferentes autores.
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¿QUÉ ES EL MISTICISMO?
El primer problema es entender qué fenómenos deben considerarse "místicos". La
vaguedad de la palabra y la actitud generalmente negativa hacia ella en nuestra cultura
ha llevado a que el término se use para una amplia gama de fenómenos que
generalmente son despreciados en la actualidad: magia, alucinaciones, milagros, hablar
en lenguas, cualquier cosa oculta o esotérica, poderes y experiencias paranormales,
cualquier cosa sobrenatural o de otro mundo, cualquier cosa teológica o espiritual,
cualquier cosa no científica por naturaleza, cualquier creencia oscura, cualquier
pensamiento o especulación considerados incomprensibles, irracionales o sin base en
evidencias, o cualquier cosa con un toque de pensamiento “New Age” - en resumen,
cualquier cosa que los académicos generalmente consideran poco fiable.
Historia de la palabra "místico"
Pero el sentido del término "misticismo" dentro del ámbito académico es más limitado y
está relacionado con ciertas experiencias. El adjetivo "místico" surgió en relación con los
cultos griegos de misterios (mysterion) para describir cierto conocimiento (gnosis) y
rituales que debían mantenerse alejados de los no iniciados mystiko”’, que significa
"oculto" o "secreto", derivado de la raíz “mu”’, que significa "cerrar la boca y los ojos". Los
mystes eran los iniciados en los misterios. Los cristianos adoptaron el término ‘místico’
para referirse a misterios como la presencia del cuerpo de Cristo en la Eucaristía o la
iglesia como el "cuerpo místico de Cristo", y tempranamente se eliminó la idea de los
iniciados. Más tarde, se refirió a significados ocultos dentro de la Biblia, además del
sentido literal del texto. En el siglo V, un monje cristiano neoplatónico sirio que escribía
bajo el nombre de Dionisio Areopagita promovió la idea de la “teología mística” como una
comprensión de la Biblia informada por experiencias de Dios. Para el siglo XII, cuando
Bernardo de Claraval se refirió por primera vez al "libro de la experiencia", los significados
alegóricos ‘místicos’ de los pasajes bíblicos que los contemplativos cristianos explicaban
se basaban en su conocimiento experiencial de Dios; en palabras de Buenaventura, "el
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viaje de la mente hacia Dios"1. En aquel entonces, ‘teología mística’ significaba una
conciencia directa de Dios, no la empresa erudita de la teología en el sentido moderno.
Tomás de Aquino (1225-1274) escribió en su Summa Theologica que hay dos
formas de conocer la voluntad de Dios: el pensamiento especulativo y "un conocimiento
afectivo y experimental de la belleza divina, en el que uno experimenta en sí mismo el
sabor de la gentileza de Dios y la bondad de su voluntad". Jean Gerson (1363-1429)
capturó el sentido de la mística en ese período: "La teología mística es el conocimiento
experiencial de Dios realizado a través de un abrazo de amor unificador". La principal
forma de escritura mística hasta finales de la Edad Media fue la exposición exegética del
significado místico oculto de los pasajes bíblicos. Solo existía el adjetivo "místico" hasta
los siglos XVII y XVIII, cuando se inventaron los sustantivos "místico" y "misticismo" al
separarse la espiritualidad de la teología general y las ciencias de la filosofía. El
romanticismo y el trascendentalismo estadounidense reaccionaron ante la visión
generalmente negativa del misticismo en los tiempos modernos.
La inclinación experiencial medieval llevó a que el misticismo se viera en la era
moderna en términos de individuos y sus experiencias personales, no en términos de
doctrinas e instituciones cristianas. En resumen, el misticismo se psicologizó en la era
moderna. Esto fue cimentado por William James en su obra Variedades de la experiencia
religiosa. Sin embargo, todavía no hay acuerdo sobre qué experiencias se consideraron
místicas: William Ralph Inge en 1899 enumeró veinte definiciones de "misticismo" y seis
de "teología mística" (1899, p. 8). William James delineó cuatro características
fenomenológicas de las experiencias místicas: transitoriedad, pasividad, cualidad noética
e inefabilidad (1902/1958, p. 292-94). Pero el término "misticismo" siguió estando
conectado con la idea de "unión con Dios". La definición clásica de Evelyn Underhill para
el misticismo es "el arte de la unión con la Realidad" (1915/1961, p. 23).
Al final de su carrera en 1947, Inge consideró que el misticismo era una cuestión
de "comunión con Dios, es decir, con un ser concebido como la realidad suprema y
1 No añadiré la palabra "supuesta" delante de cada afirmación de conocimiento místico. En cambio, las
afirmaciones de los místicos serán aceptadas con fines de exposición, y los problemas filosóficos serán
reservados para más adelante (ver capítulos 1113; Jones, 2016).
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última" (1947, p. 8). Lo vio como la esencia del cristianismo, pero muchos otros en ese
momento aún lo veían como incompatible con el cristianismo o cualquier teísmo.
"Experiencias Místicas"
Algunos estudiosos hoy en día todavía restringirían la etiqueta "mística" al cristianismo,
ya que es donde surgió el término, y "experiencia mística" sólo a "unión con Dios". Para
otros, "mística" se ha convertido en una categoría comparativa para fenómenos en otras
tradiciones religiosas relacionadas con cualquier experiencia de superar la sensación de
separación de una realidad fundamental de la cual dependen las realidades cotidianas
para su existencia. Así, para muchos, el término "experiencia mística" se ha separado de
su contexto original de doctrinas cristianas y se ha ampliado para abarcar todas las
experiencias en todas las culturas que carecen de una sensación de ser una realidad
separada de cualquier realidad que se considere "fundamental" o "última" o "más real"
que los fenómenos ordinarios, como un dios, una realidad trascendente no personal
como Brahman o la conciencia, el verdadero ser trascendente (el purusha del Samkhya-
Yoga o jiva del jainismo), o la existencia de lo natural que existe antes de nuestras
conceptualizaciones.
Pero no todas las "experiencias de Dios" son consideradas místicas: las visiones,
voces e incluso las oraciones ordinarias pueden ser experiencias de Dios, pero no tienen
la sensación de un contacto directo con una realidad fundamental; es decir, una
conciencia directa de una realidad que supera cualquier sensación de separación,
otredad o dualidad, aunque un tipo de experiencia pueda desvanecerse en otro. Las
visiones, al igual que las experiencias sensoriales, involucran una dualidad entre el
experimentador y lo experimentado; los que experimentan ven seres o símbolos y
reciben información verbal u otra. Si las visiones no son verídicas, son un acontecimiento
estrictamente interno, pero todavía parecen involucrar la visión de algo externo; el
contenido fenomenológico sentido se asemeja a una percepción. Pero en las
experiencias místicas, nuestra sensación normal de ser un "yo" separado dentro del
mundo fenomenal - una entidad autónoma que tiene experiencias, controla el cuerpo y
recuerda cosas que le han sucedido en el pasado - se desmorona, al igual que las
barreras que nuestra mente conceptualizadora establece para dividir los fenómenos que
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vemos en el mundo en segmentos manejables. Luego hay una sensación de conexión
entre realidades aparentemente separadas o la comprensión de que siempre hemos sido
una realidad más fundamental de lo que normalmente pensamos2.
Nuestra sensación de un "yo" o "ego" separado del resto de la realidad fenomenal
y nuestra división de lo observado en entidades separadas son tan integrales a nuestros
estados normales de conciencia que la eliminación de tales divisiones altera nuestra
conciencia. Por lo tanto, el acceso directo a lo que se considera fundamentalmente real
no es posible a través de los procesos cognitivos ordinarios o estados mentales normales
de nuestra experiencia y pensamiento, sino sólo a través de radicales estados alterados
de conciencia (EAC)3.
En resumen, las experiencias místicas brindan una inmediatez sin sentido de
separación entre el experimentador y lo experimentado. Pero tanto los místicos teístas
como los no teístas adoptan el lenguaje cultural de la dualidad, como "presencia",
"contacto", "toque", "penetración", "encuentro", "audición", "aprehensión", ya que
2 Las encuestas sugieren que las experiencias místicas son mucho más comunes de lo que generalmente
se supone (por ejemplo, Hardy, 1983). Quizás un tercio de los estadounidenses han tenido experiencias
espirituales intensas. Sin embargo, no está claro cuántas de estas experiencias son místicas en el sentido
utilizado aquí; lo que un participante entiende por "mística" puede diferir del significado de definiciones
más técnicas. Por ejemplo, para muchas personas, sentirse "fuera de sí mismo" puede aplicarse a
cualquier experiencia religiosa, o cualquier estado emocional en un contexto religioso puede interpretarse
como "unión con Dios". Algunos cristianos pueden sentirse "uno con Dios" cada domingo por la mañana
en un servicio de iglesia. Por lo tanto, se necesita realizar encuestas detalladas y entrevistas en
profundidad por parte de investigadores expertos en la variedad de experiencias místicas y otros tipos de
experiencias de estados alterados de conciencia para superar la retórica cultural preestablecida. Una
encuesta (Hardy 1983) encontró inicialmente que el 65 por ciento de los encuestados eran conscientes o
influenciados por una "presencia o poder", pero el número se redujo al 29.4 por ciento en entrevistas de
seguimiento (el 20.2 por ciento tuvo experiencias numinosas dualistas y el 9.2 por ciento tuvo una
sensación de unión). Sin embargo, se han desarrollado cuestionarios sofisticados (como el de Ralph
Hood).
3 Los términos "experiencia", "consciousness" y "awareness" han resultado ser notablemente difíciles de
definir en filosofía (al igual que "realidad" y "existencia"). Los "estados alterados de conciencia" involucran,
según la definición de Charles Tart, un cambio cualitativo en el patrón estabilizado del funcionamiento
mental desde nuestro estado de referencia que mantiene una configuración única a pesar de los cambios
en la entrada y pequeños cambios en los subsistemas (1969, p. 1). Stanley Krippner (1972) delinea veinte
estados de conciencia diferentes. El estado "de referencia" de conciencia en realidad es una
conglomeración de estados; tenemos varios estados durante el día cuando estamos despiertos (por
ejemplo, el soñar despierto). De igual manera, a diferencia de abandonar un sentido del yo, no todos los
estados alterados de conciencia son inusuales o un cambio importante en la conciencia; algunos son
bastante familiares y fácil de lograr (por ejemplo, algunas enfermedades, soñar o estar ebrio). Pero para
la mayoría en nuestra cultura, el estado alerta y sobrio de conciencia ordinaria se considera el estado base
de la conciencia y es necesario para todos los asuntos cognitivos.
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experimentar algo es cómo ocurre toda experiencia cognitiva normal y todo pensamiento.
Dado que no tenemos términos comunes para lo distintivo de las experiencias místicas,
es natural que los místicos adopten el lenguaje común de una cultura como "visiones",
aunque puedan no estar refiriéndose a experiencias dualistas de ver u oír algo más.
Algunos estudiosos rechazan la palabra "experiencia" para el misticismo porque
los filósofos generalmente afirman que la "experiencia" cognitiva es necesariamente
intencional, es decir, la conciencia de algo por parte del experimentador de alguna
manera distinto del experimentador, y por lo tanto inherentemente dualista, mientras que
las experiencias místicas no tienen una diferenciación sujeto/objeto de una realidad
separada del experimentador. Bernard McGinn prefiere "consciousness" (1994, xviii;
2008, p. 59) o "awareness" (2006, pp. xv-xvi). Pero "consciousness" y "awareness" son
igualmente intencionales en el lenguaje normal como "experiencia". Los estados de
conciencia místicos de mayor duración también deben distinguirse de las experiencias
episódicas4. McGinn también usa "presencia de Dios" (1994, p. xvii), una frase común
en el discurso místico teísta. Es una expresión natural en nuestra cultura, pero también
sugiere la presencia de algo que es distinto del experimentador (como en una visión), es
decir, un encuentro dualista de dos cosas. Tampoco se aplicaría a experiencias de algo
como Brahman, el Uno neoplatónico, el Dao o una divinidad que siempre está presente
dentro de nosotros. Del mismo modo, uno puede tener una "sensación de presencia" en
EAC no místicos y en estados de conciencia más ordinarios. Incluso al calificar a una
experiencia mística como libre de cualquier contenido excepto de conciencia (lo cual no
sería una experiencia de un objeto), el darse cuenta (realization) de una realidad todavía
implica una dualidad: la realización de algo.
En general, no tenemos términos experienciales que no connoten una separación
entre sujeto y objeto, ya que así es como surgieron los términos. (Robert Forman prefiere
el término "evento" (1990, p. 8), pero "evento" no captura la naturaleza sentida y
experiencial del suceso.) Por lo tanto, los místicos deben usar la terminología de
experiencias ordinarias pero especificar que no hay separación entre sujeto y objeto en
4 Una "experiencia mística" puede involucrar fases o una serie de episodios en diferentes estados alterados
de conciencia, no un solo evento, aunque pueda parecer singular para quien la experimenta.
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una experiencia o estado místico. Y dado que las experiencias místicas involucran la
mente, aquellas de duración limitada pueden ser legítimamente llamadas "experiencias",
mientras que aquellas condiciones que duran más tiempo pueden ser llamadas "estados
de conciencia" duraderos".
Hoy en día, todavía no hay una definición académica acordada de "misticismo" o
"experiencia mística". Los autores en antologías sobre el tema a menudo tienen su propia
definición. En tales circunstancias, lo único que se puede hacer es estipular una
definición: en este libro, lo que se considerará central para el misticismo son los estados
de conciencia en los que se supera o se suspenden por completo el sentido del yo y las
distinciones establecidas por la mente conceptualizadora. Por lo tanto, solo un segmento
del espectro de experiencias y estados mentales de EAC se considerará "místico":
aquellos estados que implican el cambio a otro modo de cognición cuando la mente se
vacía parcial o completamente de contenido diferenciado5. Esta definición de
"experiencia mística" refleja el nuevo interés científico en estados alterados de
conciencia relacionados con la meditación y las drogas psicodélicas, pero ninguna
definición de "experiencia mística" está dictada por la ciencia, a menos que todas los
EAC tengan la misma neurología subyacente, lo que actualmente parece no ser el caso.
Por lo tanto, los académicos todavía tienen que decidir qué rango de EAC incluir en su
definición y qué rango excluir, y probablemente nunca habrá un consenso al respecto.
Pero un rango designado no es arbitrario si hay una razón legítima para ello: aquí, el
enfoque se centra en los estados que resultan del vaciado de la mente de su contenido
normal porque los diferentes estados resultantes de esta "ignorancia" son necesarios
para las búsquedas místicas clásicas en todas las tradiciones para alinear la vida de uno
con "la realidad tal como realmente es" (según lo definido por la tradición de un místico
en particular). La definición empleada aquí es un camino intermedio entre incluir todas
los EAC como místicos y restringir la "experiencia mística" sólo a experiencias totalmente
5 Hoy en día, incluso la distinción entre experiencias místicas y experiencias "numinosas" dualistas no
místicas (como revelaciones o visiones) está cayendo en desuso en los estudios religiosos. La distinción
está siendo reemplazada por una sola categoría: "experiencias religiosas", como si todas las experiencias
religiosas fueran iguales en naturaleza y lo que se dice sobre cualquiera de ellas se aplicará igualmente a
todas. Agrupar significativamente diferentes tipos de experiencias refleja una creciente falta de interés en
lo "subjetivo" en los estudios religiosos de hoy en favor de textos y fenómenos sociológicos e históricos
observables (como se discute en el capítulo 14).
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libres de todo contenido diferenciado: se incluyen otras experiencias introvertidas y
extrovertidas y los estados continuos de conciencia sin sentido de yo.
Así, el término "experiencias místicas" aquí denotará episodios a corto plazo en
un estado alterado de conciencia que involucra una conciencia directa de una realidad
libre de un sentido de yo discreto o diferenciaciones conceptualizadas, y "estados
místicos" se referirá a estados más duraderos sin ego. "Misticismo" se referirá a las
doctrinas, códigos de conducta, prácticas, rituales, instituciones y otros fenómenos
culturales centrados en una búsqueda interna para poner fin al sentido del yo y al control
de nuestra experiencia por parte de la mente conceptualizadora, con el fin de llevar a
uno a una vida en armonía con lo que se considera últimamente real. Por lo tanto, el
misticismo como se designa aquí es más amplio que simplemente tener experiencias
místicas. Las experiencias místicas también ocurren fuera de las formas de vida místicas,
pero el misticismo involucra formas de vida integrales, tener prácticas espirituales y una
meta específica, con doctrinas sobre la naturaleza de lo que se considera real como su
columna vertebral filosófica. Por lo tanto, el misticismo no puede reducirse (a diferencia
de la mayoría de los filósofos) simplemente a una cuestión de sostener ciertas creencias
metafísicas; es una forma de vida o una manera de ser en la cual las prácticas y las
experiencias de EAC son centrales. Esto no niega que las doctrinas sobre la naturaleza
fundamental de las cosas (normalmente adoptadas de la religión y la cultura del místico)
también ocupen un lugar destacado en estas formas de vida, ya que proporcionan el
marco de creencias que permite a los místicos comprender sus experiencias e integrarlas
en su vida. Las experiencias místicas son individuales y privadas, pero gran parte del
misticismo implica fenómenos sociales y culturales observables. Tampoco se pueden
estudiar las experiencias místicas en el misticismo clásico por separado de los otros
aspectos del misticismo; las experiencias místicas desempeñan un papel esencial en las
formas de vida místicas, pero no son lo único que importa en el estudio del misticismo.
Por lo tanto, el "misticismo", como se usa aquí, no puede reducirse a tener solo
experiencias "extáticas". Tampoco la religión es simplemente una herramienta para que
los místicos tengan experiencias exóticas y luego puedan ignorarla una vez que ocurran
las experiencias. Por el contrario, los místicos tradicionales valoran las experiencias no
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como fines en sí mismas, sino sólo por el conocimiento que brindan, que permite a los
místicos transformar sus vidas de acuerdo con la naturaleza fundamental de la realidad
según lo definido por su cultura. Los místicos clásicos no enfatizan las experiencias
místicas por la alegría de las experiencias; de hecho, la búsqueda puede ser todo menos
alegre, sino por el conocimiento (insight) que supuestamente se obtiene, así como una
vida alineada con la realidad6. (El conocimiento iluminador sólo necesita darse una vez,
pero mantener un EAC iluminado y desinteresado es otra cuestión.)
El propósito de seguir un camino místico de vida es transformar el carácter y la
forma de ser mediante prácticas, experiencias y estados de conciencia místicos. Todas
las experiencias son internas: nuestras experiencias personales de dolor o del color de
un objeto son "subjetivas" en ese sentido, pero para los místicos estas experiencias no
son "subjetivas" en el sentido negativo de ser simplemente eventos generados por el
cerebro, sino cognitivas. En el pasado, el misticismo estaba estrechamente vinculado a
formas de vida religiosas. Esta conexión es natural, ya que las religiones presentan
imágenes de la naturaleza última y el valor de diversas realidades (la persona, el mundo,
realidades trascendentes), y las experiencias místicas parecen a la mayoría de los
experimentadores implicar la realización de una realidad última y estar conectadas con
el significado de la vida. Por lo tanto, los místicos típicamente se consideraban a sí
mismos como cristianos, musulmanes o miembros de la tradición a la que pertenecían,
no como "místicos"; seguían su religión, no practicaban "misticismo".
Sin embargo, el papel de ciertos tipos de experiencias y los EAC es lo que
diferencia al misticismo de otras formas de religiosidad y especulación metafísica. Hoy
en día, los neurocientíficos están empezando a aceptar que las experiencias místicas se
basan en eventos neurológicos distintivos y no son simplemente productos de nuestra
imaginación (por ejemplo, Newberg et al., 2002; Hood, 2001). Que sean experiencias
"genuinas" no significa necesariamente que estén involucradas realidades trascendentes
en algunas experiencias místicas o que estas experiencias proporcionen conocimiento,
sino que simplemente no se trata experiencias más ordinarias que han sido interpretadas
6 Enfatizar el conocimiento no significa que las emociones no sean una parte prominente de las formas de
vida místicas, sino sólo que los místicos clásicos son más propensos a considerar las experiencias místicas
como principalmente cognitivas en lugar de afectivas.
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místicamente. Tampoco todas las experiencias de EAC son místicas; algunas, por
ejemplo, son visiones dualistas. Ni el "misticismo" es simplemente el nombre de la vida
religiosa interna de los seguidores intensamente piadosos o escrupulosamente
observantes de cualquier corriente religiosa, o de cualquier persona que realice prácticas
supererogatorias o que se dedique por completo a Dios. Se puede ser ascético o riguroso
en el cumplimiento de las exigencias de una religión sin tener las experiencias de ECA
que distinguen a los místicos. Tampoco el misticismo es la "esencia" o el "núcleo" de
toda religión; hay otras formas de ser religioso, otros factores que son más centrales para
la mayoría de las religiones y otros tipos de experiencias religiosas. Pero los místicos
han sido una fuerza modeladora en cada religión.
Los místicos también pueden tener experiencias de EAC fuera del rango de
experiencias místicas especificado aquí, por ejemplo, poderes o experiencias
paranormales como visiones, levitación, telepatía y vuelos fuera del cuerpo. No todos los
que tienen experiencias místicas tienen experiencias paranormales ni viceversa. Las
experiencias paranormales pueden ocurrir en prácticas místicas mientras la mente se
vacía de un sentido de sí mismo y de contenido diferenciado, pero las experiencias
místicas pueden ocurrir sin que el experimentador tenga tales experiencias. Por lo tanto,
estas experiencias no son preliminares ni de un nivel inferior en el misticismo. Sin
embargo, algunos académicos (por ejemplo, Jeffrey Kripal y Jess Byron Hollenback)
consideran que las experiencias paranormales son igual de "místicas"7 que las
experiencias de vaciamiento. Además, las experiencias paranormales pueden formar
parte de una forma de vida mística integral; de hecho, la clarividencia y otros poderes
pueden incluso ser cultivados intencionalmente. Pero místicos como Juan de la Cruz y
Teresa de Ávila (quien encontró sus levitaciones molestas) condenan centrarse en las
experiencias paranormales como una distracción8. También condenan contentarse con
7 Hollenback cree que los fenómenos paranormales no son periféricos para el misticismo (1996: 276300)
y, por lo tanto, incluye a psíquicos como D. D. Home como místicos, pero excluye la realización de nirvana
del Buda como mística. (Sin embargo, él incluiría al Buda por sus poderes paranormales). Pero los poderes
y experiencias paranormales no son centrales para las búsquedas místicas para alinearse con la realidad
y pueden ser una fuente de apego y distracción.
8 Teresa tenía "visiones intelectuales" internas, pero no "externas" (Castillo Interior 6.9.4). Ella dice que,
aunque usaba la palabra "visión", el alma no ve nada, no es una "visión imaginativa" sino una "visión
intelectual" en la que ella veía cómo Dios tiene las cosas en sí mismo (6.10.2).
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cualquier experiencia espiritual transitoria en lugar de mantenerse en un estado de
conciencia iluminado. De igual manera, Juan de la Cruz señaló los peligros de aceptar
visiones y voces como cognitivas; las experiencias contemplativas se consideraron más
confiables. El Yoga Sutra tiene un lugar para ellas, pero no las considera centrales.
Tampoco los ejercicios de visualización mística añaden credibilidad a las visiones en
general. Pero algunos místicos teístas que tuvieron visiones las consideraron cognitivas.
Misticismo tradicional y contemporáneo
Un fenómeno contemporáneo presenta problemas para la mayoría de las definiciones de
"misticismo" y para la noción de que estas experiencias son cognitivas y transforman el
carácter de una persona. Tradicionalmente, el misticismo era una dimensión de la
religión, pero hoy en día las personas pueden meditar y tomar drogas psicodélicas para
tener experiencias místicas, y las experiencias resultantes pueden ser místicas en todos
los aspectos, excepto que los experimentadores no les atribuyen ninguna significancia
epistemológica u ontológica: se considera que las experiencias son simplemente estados
mentales interesantes generados por el cerebro sin valor existencial. Así, después de
experiencias místicas, las personas seculares pueden seguir siendo seculares y
naturalistas en su metafísica, y aceptar que estas experiencias no involucran más que el
cerebro/mente ordinario; pueden experimentar estados alterados de conciencia sin
transformar posteriormente sus vidas. En particular, las experiencias místicas
espontáneas (es decir, aquellas que ocurren inesperadamente sin ninguna previa
dedicación o búsqueda de una vida mística) o las que son estimuladas por sustancias u
otros desencadenantes artificiales, como experimentos o recreación, a menudo se
consideran hoy en día sin implicaciones epistemológicas u ontológicas, sino simplemente
como fines interesantes en sí mismos. Es decir, no importa cuán intensa pueda ser una
experiencia mística, sólo afectará cómo uno ve la realidad y cómo vive si se considera
que no es un evento puramente subjetivo generado por el cerebro.
En particular, las experiencias habilitadas por sustancias a menudo se perciben
como abrumadoras en el momento y como una revelación profunda sobre la naturaleza
fundamental de la realidad, solo para ser desestimadas al día siguiente como
alucinaciones meramente subjetivas y, por lo tanto, sin ninguna significancia existencial
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o efectos duraderos. En resumen, a las experiencias místicas no se les debe atribuir
necesariamente un sentido existencial, sino que pueden recibir una explicación
naturalista en términos de actividad cerebral inusual, aunque perfectamente normal.
También podrían ser explicadas como un mal funcionamiento cerebral y, por lo tanto, no
tener en absoluto ninguna significancia epistémica.
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