ANÍBAL QUIJANO SIEMPRE PRESENTE

 

JAIME R. RÍOS BURGA

 

Vice Presidente ALAS

Universidad Nacional Mayor de San Marcos,Perú

 

“La identidad latinoamericana implica, desde la

partida una trayectoria de inevitable destrucción

de la colonialidad del poder, una manera

específica de descolonización y liberación: la des/

colonialidad del poder”.

(Aníbal Quijano Obregón)

 

Hoy 31 de mayo del 2018 Aníbal Quijano nos ha dejado físicamente pero su pensamiento y obra creativa por su fecundidad y originalidad científico social universal y compromiso con la vida y los pueblos del mundo estará siempre presente. Seguir su aporte es conocer el curso de la sociología en América Latina y el Caribe en dialogo y crítica con otras experiencias del continente americano y el mundo.

En un primer momento creativo bajo la influencia de Charles Wright Mills realiza un balance de la teoría sociológica clásica y la sociología de su tiempo evaluando temáticas como la modernización, la ideología, la política y la socioliteratura. En un segundo momento desarrolla la crítica del discurso socioantropologico funcionalista, el estructuralismo, la dependencia y del marxismo. En un tercer momento se centra en el debate sobre el capitalismo mundial y la dependencia. Para en un cuarto momento desarrollar una crítica radical del modelo cultural civilizatorio de la modernidad/colonialidad eurocentrista occidental y del neoliberalismo como sistema de poder global.

A diferencia del modelo de pensamiento único autoritario neoliberal expresión de la nueva dictadura de las finanzas internacionales, Quijano promueve un modelo teórico científico que se construye como episteme y vida desde los propios actores sociales. En su crítica al capitalismo como totalidad histórica ubica las singularidades de América Latina y el Caribe desde un enfoque histórico sistémico relacional estructural y cotidiano. Una lectura de conjunto de sus obras nos muestra el debate e integración con las corrientes centrales de la sociología mundial: funcionalismo, estructuralismo, enfoques de la dependencia, marxismo y modelos sistémicos. Constatamos como desde sus inicios Quijano supera la

 

 

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corriente positivista y funcionalista criticando al pensamiento que afirmaba que los países subdesarrollados tienden a subdesarrollarse cada vez más a medida que los países desarrollados tienden a desarrollarse cada vez más. El capitalismo periférico, al igual que concluía Raúl Prebisch, no posibilita el desarrollo de nuestras sociedades, por tanto, en esta situación estructural el único camino de solución es el socialismo.

Su conocimiento de la realidad de la vida sigue el curso del debate mundial del capitalismo financiero. En su pensamiento cobra fuerza un modelo socio histórico complejo, pero desde su propia especificidad y diferencia con otros aportes como por ejemplo la de Gonzáles Casanova. Transforma la herencia científica epistémica moderna de la simplicidad por un nuevo modelo epistémico de complejidad alternativo a todo colonialismo intelectual como pensamiento crítico comprometido con un ideal de la vida.

Como bien anota César Germaná la creatividad científica de Quijano busca la descolonización de las relaciones de poder, el conocimiento como parte de la práctica social en sus especificidades sociohistóricas uniendo lo objetivo con lo subjetivo, lo intersubjetivo con lo simbólico, en toda su heterogeneidad estructural como totalidad y dependencia histórica. Una epistemología otra en critica radical al positivismo y neopositivismo contemporáneo y a todo relativismo absoluto. Una epistemología que revoluciona el episteme eurocéntrico de la simplicidad causal, el objetivismo y la separación entre las ciencias naturales y ciencias humanas. Su pensamiento y acción creativa siembra vida social en un continuo histórico cultural civilizatorio que se nutre con Guaman Poma y el esfuerzo vital mariateguiano por construir un socialismo sin calco ni copia sino como creación heroica.

Razón por la que el aporte de Aníbal Quijano fue un crítico radical frente a toda forma de racionalidad instrumental. Teóricamente crítico el economicismo sociológico en su idea lineal y evolucionista del progreso. Una respuesta a la racionalidad epistémica del modelo simplista de la ciencia moderna que en su sentido más profundo se expresa como secularización de lo divino. De ahí su crítica al economicismo Rostowniano1 y el sociologismo funcionalista parsoniano. Ese capitalismo que opera como autodestrucción creadora de lo tradicional para imponer la modernidad capitalista. Política que tiene que seguir toda sociedad si quiere alcanzar el desarrollo. Aquí, destacaba Quijano como cada uno

 

1 ROSTOW, W.(1961) en su libro: Las etapas del crecimiento económico, Unmanifiesto no comunista, México, FCE, las sociedades tenían que pasar por (i) la sociedad tradicional; (ii) precondición para el despegue; (iii) el proceso de despegue; (iv) el camino hacia la madurez; (v) una sociedad de alto consumo.

de los modelos y conflictos socioeconómicos solo son puntualmente coordinados por el sistema político administrativo de poder del capital financiero.

Su teoría de la modernidad/colonialidad se inscribe en el desafío de construir nuevas teorías desde nuestras propias experiencias en la universalidad del cambio civilizatorio. Concepción de vida que supera la del “civilizado” que define “el orden y el progreso”, el colonialismo y el darwinismo mitologizado. Frente a esta postura economicista y reduccionista, Aníbal Quijano plantea una crítica al modelo de desarrollo centrista. Su visión ubica y plantea la problemática del desarrollo de la periferia como parte del sistema mundo moderno colonial. En la peculiaridad de América Latina, centro y periferia se articulan en un proceso histórico como totalidad capitalista. Sus estudios de esta etapa dan cuenta de esta transición creativa compleja, vemos su preocupación por la teoría sociológica, la sociedad agraria, la sociedad urbana, la sociedad industrial, la dependencia y estructura social, los movimientos sociales, la ideología y la cultura. La economía, política y sociedad son parte de un mismo movimiento histórico como sistema histórico.

Aníbal Quijano reflexionó en debate con la CEPAL. Como reacción a la gran depresión y a los efectos de la segunda guerra mundial el modelo de desarrollo del Estado nación cobra fuerza bajo la continuidad del modelo sociológico funcionalista sistémico. El desarrollo se afirmaba como un capitalismo nacional en transnacionalización, es decir, un modelo de “estrategia hacia adentro” como planteaba Raúl Prebisch en su informe “Hacia una Dinámica del Desarrollo Latinoamericano” junto a Celso Furtado, Aníbal Pinto, Aldo Ferrer y Víctor Urquidi.

Del debate Quijano recoge creativamente la categoría de heterogeneidad estructural, pero lo redefine en el marco de su conceptualización del sistema mundo capitalista moderno/colonial2. “Hasta mediados de los años sesenta, -anota Quijano- ese término se refería únicamente a la subordinación de un país o de una nación respecto a algún poder exterior. Aludía a una relación externa y se apellidaba, propiamente, como dependencia externa”. Todos sus conceptos a la vez que admitían la presencia de un eje de articulación central: el capital; muestran ya un conocimiento de las relaciones sociales como totalidad social en sus varias, contrapuestas y conflictivas “lógicas” en cada instancia, fenómeno, proceso, tendencia. La dialéctica histórica estructural que supera el enfoque neopositivista estructural funcionalista.

 

 

2 Lo mismo ocurre entre otros con la crítica de los conceptos de marginalidad, polo marginal, sector informal.

Sigue el curso de las investigaciones de la CEPAL perfilando otro modelo de reflexión teórica descolonial abandonando aspectos centrales de la pasada ortodoxia. Una situación hegemónica donde el papel de los gobiernos y los actores del desarrollo deben tomar en cuenta todas las condiciones y dimensiones del desarrollo. De ahí que criticara posturas como la propuesta de Fernando E. Cardoso, para quien se hace fundamental la reducción de la capacidad reguladora del Estado nacional; pensar un encuentro entre comunidad y sociedad; lo económico, social y político; lo público y privado. Es decir, no puede haber desarrollo si no asistimos a la “desprivatización” del Estado, su desburocratización, su descentralización. Una racionalidad neoliberal abierta pero regulada al nuevo centralismo y regionalismo del capitalismo financiero global.

Al respecto Aníbal Quijano demuestra con fundamento los límites del desarrollo del capitalismo nacional en América Latina. Destaca que nunca hemos llegado a tener de manera consolidada lo que se conoce como el modelo Estado-nación. El conocimiento del sistema histórico capitalista bajo el modelo hegemónico neoliberal procesa hoy tendencias como: 1. La continuidad y creciente polarización social. 2. La reprivatización social del Estado. 3. La recolonización del control de producción y del capital en su conjunto. 4. La expansión de la resistencia popular y deslegitimación del neoliberalismo. 5. La inestabilidad política, pero aún con el voto como mecanismo de alternancia de gobiernos. 6. Un proceso de nueva subjetivación social o constitución de nuevos sujetossociales

Pero, también Aníbal Quijano dialogó teóricamente con los diferentes enfoques de la dependencia y el marxismo. Aníbal Quijano definía la dependencia en relación directa al sistema histórico capitalista en su conjunto en los siguientestérminos:

“En Latinoamérica, las sociedades nacionales que la integran, con todas sus específicas diferencias entre si, son todas ellas sociedades dependientes dentro de lo que constituyen el sistema económico- social del capitalismo contemporáneo, parte a su vez del sistema capitalista mundial de interdependencia en desarrollo. Esto es, nuestras sociedades nacionales se caracterizan desde este punto de vista, por pertenecer a una determinada unidad de interdependencia, y dentro de ella por ocupar una situación de dependencia respecto de otras dentro de esa mismaunidad”.

Sus obras publicadas en esta etapa marcan un camino teórico múltiple en ruptura polémica con el marxismo dogmático, sus preocupaciones por la teoría, la dependencia, la urbanización y marginalidad, la política, el desarrollo, el movimiento obrero-campesino, la integración regional y el cambio cultural.

Aníbal Quijano ubicó también sus investigaciones en relación directa a la teoría del imperialismo fundamentando la crítica al modelo de desarrollo capitalista dependiente. Su obra se da en diálogo con otros aportes como la de Andrés Guder Frank quien fue uno de los primeros en definir la situación de dependencia: “Creo, como Paul Baran, que es el capitalismo tanto mundial, como el nacional el que produjo el subdesarrollo de tiempos pasados, y que aún engendra el de los presentes”. Aníbal Quijano bajo la influencia del pensamiento de Mariáteguiplanteaba:

“El socialismo, sin embargo, no es ya sólo una posibilidad teórica. Ha iniciado ya su historia real en áreas decisivas del mundo, y a pesar de sus dificultades, de su estancamiento y deformación en algunos lugares, o de la certidumbre de su desarrollo en otros, es su presencia efectiva lo que, también contará decisivamente en el desarrollo final de la crisis capitalista”.

Pero, fue Aníbal Quijano uno de los que captaron mejor el proceso de desarrollo político capitalista latinoamericano. Aníbal Quijano señalaba:

“Vigilar en cada país y en toda América Latina el grado en que se mantiene, robustece o deteriora la hegemonía norteamericana en el marco de la incipiente pugna ínter imperialista, el vigor y el poder de la burguesía dependiente como tal; el desarrollo de cada una de sus fuentes de poder; los desplazamientos de poder entre sus diferentes núcleos de interés concreto; los nuevos modos de articulación y subordinación con los imperialismos que ahora operan u operarán más adelante; sus contradicciones y debilidades, es una tarea que debe cumplirse de todos modos”.

En esta misma perspectiva más en las perplejidades que las afirmaciones posibles en otro estudio decía:

“Si –la lógica del mercado externo- alude a la significación de enmarcar el estudio de la dominación imperialista en nuestro país, dentro del contexto global del orden imperialista, en cada momento, yo no puedo sino ratificarme en la corrección de esta perspectiva. Sobre todo, en tanto que el problema del imperialismo no se remite a una relación entre lo “interno” y lo “externo”, sino entre el todo y las partes del universo capitalista”.

El estudio del capitalismo es central, pues se acercó a sus particularidades históricas.

Así mismo, su crítica al fujimorismo fue otro de sus aportes. El golpe de abril de 1992 se inscribía en la dinámica estructural del cambio del poder del Estado. Sus más visibles manifestaciones eran: 1. La reorganización institucional del Estado, para erradicar, las instituciones y normas vinculadas a las demandas y a las necesidades de los trabajadores explotados y de las capas medias. 2. La imposición de una política económica exclusivamente destinada a garantizar máximos beneficios al capital internacional y de sus socios locales, especialmente del capital financiero. 3. La privatización del Estado, pues éste no devuelve ningún servicio público.

Vemos consolidarse su aporte teórico descolonial dando cuenta del patrón de poder mundial del capitalismo financiero que articula: 1. La colonialidad del poder. 2. El capitalismo. 3. El Estado como fenómeno universal de control de la autoridad colectiva. 4. El eurocentrismo como forma hegemónica de control de la subjetividad/intersubjetividad, en particular en el modo de producir conocimiento. En este curso vemos también sus preocupaciones centrales dar cuenta de la crisis del socialismo real, la modernidad, la sociología económica del desarrollo, la identidad étnica, nacional, de clase y el Estado, la colonialidad del poder, y el cambio cultural.

Otro de los momentos creativos fue su experiencia de construcción teórica en el marco del enfoque sistémico del grupo de Binghamton con Inmanuel Wallerstein. Una nueva etapa donde se supera los enfoques dependentistas del desarrollo y se supera de concepto del Estado Nación como categoría central para estudiar las condiciones del desarrollo. Las sociedades se ubican con relación al sistema mundo. La unidad de la ciencia social (sociología, economía, política, antropología) da cuenta de los sistemas sociales bajo el nuevo carácter del capitalismo corporativo transnacional. El sistema mundo, sus ciclos rítmicos y tendencias como centro, semi periferia y periferia en su conjunto en peculiares procesos de movilidad social ubican los problemas del desarrollo no como una totalidad organicista ni funcionalista sistémica sino como totalidad sociohistórica como conjunto de relaciones sociales de poder, de continuidades y discontinuidades bajo la hegemonía material y simbólica del capital financiero.

La teorización fruto de la experiencia es un producto de una nueva actitud de balance teórico político autocrítico reflexivo creativo. La recolonización del mundo como parte de la transformación del poder mundial procesa una nueva dinámica de explotación, dominación y control cultural entre la guerra santa y la cruzada. En la herencia y la continuidad del poder sistémico capitalista destaca que:

“La dominación es el requisito de la explotación y la raza es el más eficaz instrumento de dominación que asociado a la explotación, sirve como clasificador universal en el actual patrón mundial de poder capitalista. En términos de la cuestión nacional, sólo a través de ese proceso de democratización de la sociedad puede ser posible y finalmente exitosa la construcción de un Estado-nación moderno, con todas sus implicancias, incluyendo la ciudadanía y la representación política”.

En otros términos la dominación, la explotación y el conflicto se procesa afectando a cuatro áreas básicas: 1) El trabajo, sus recursos y sus productos; 2) El sexo, sus recursos y sus productos. 3) La autoridad colectiva (o pública) sus recursos y productos. 4) La subjetividad intersubjetiva, sus recursos y sus productos.

Pero, junto con estos aportes en su tiempo Quijano también ha destacado el proceso de cholificación y la peculiaridad de su dinámica socio étnica y cultural en la sociedad peruana. La desindianización del Perú producto de la tendencia de la reproducción clasista más que del sentido nacional como lo fundamentaba ya Mariátegui. Base de la naturaleza y el movimiento histórico concreto de la lucha de clases en América Latina. Dinámica que no niega el desarrollo del nuevo movimiento indígena en un contexto de redefinición de la cuestión nacional y de la democracia política.

Otro de sus aportes esenciales es el de autocráticamente averiguar las profundas causas de la derrota del movimiento socialista y democrático. Al respecto destaca: “No fuimos derrotados por casualidad. El pensamiento de izquierda no tenía los sustentos teóricos que le permitieran una genuina crítica del poder”.

El aporte de Aníbal Quijano al neoinstitucionalimo neoliberal fue también otro de sus aportes. El neoliberalismo como concepción y política profundiza como nunca antes las viejas y nuevas formas de exclusión y desigualdad. Su discurso excluye la cuestión del poder trastocando su uso clásico por convertir la informalidad como un sector del capital. Aquí también su contribución es central:

“Veinte años después, no hay dificultad de señalar que el proceso ha sido no sólo una pérdida sino una auténtica catástrofe. Ciertamente en primer lugar para los explotados, los dominados, los discriminados. Pero esta vez el proceso ha ampliado largamente el universo de sus víctimas abarcando también a las capas medias urbanas de profesionales y tecnoburócratas y aun a los

propios grupos de burguesía dependiente vinculados al mercado interno. Empero, la creciente marejada de resistencia mundial contra los efectos de la neoliberalización del capitalismo y de la reconcentración del control imperialista de la autoridad estatal, también tiene en América Latina uno de sus espacios más activos. La polarización social que produce el capitalismo actual, sin pausa y sin retroceso posibles, arrastrando a la especie, a una catástrofe demográfica y social sin precedentes y que ya está en curso en África, Asia y América Latina”.

Una visión prospectiva de su aporte esta por desarrollarse. Su pensamiento contiene una crítica radical a la concepción de la modernidad/colonialidad como modelo civilizatorio. Pues su crisis de horizonte de sentido y su impacto sobre la naturaleza expresa cada vez más su profunda crisis. Como anota César Germaná, Aníbal Quijano reestructura el conocimiento de la vida social relacionando la intersubjetividad del conocimiento; la concepción de totalidad como un sistema histórico complejo y contradictorio; y, una noción de progreso como el tránsito posible hacia un orden más igualitario y democrático. Una descolonización del poder que no nos permita caer en la antinomia entre el realismo metafísico del positivismo y el relativismo escéptico del postmodernismo sino superar los tres principios fundamentales de las estructuras del saber de la modernidad: a) el supuesto de la simplificación;

b) el supuesto de la objetividad; y, c) el supuesto de las “dos culturas”. Como planteara en la última entrevista de su vida hoy se plantea dar cuenta no solo de la crisis de horizonte de sentido histórico de la modernidad/ colonialidad sino principalmente de las nuevas preguntas que hoy nos plantea el nuevo horizonte de sentido de una civilización universal de vida.

Una respuesta teórica multiparadigmática a la concepción centrista del desarrollo civilizatorio occidentalista como visión socioantropología del capitalismo privatista corporativo en toda su dimensión global. Modernidad global que es puesta en cuestión porque no resuelve los problemas de la vida en todos sus aspectos y dimensiones como humanos y naturaleza. Por tanto como escribiera: “En otros términos, el nuevo horizonte de sentido histórico emerge con toda su heterogeneidad histórico/estructural. En esa perspectiva, la propuesta del Bien Vivir es, necesariamente, una cuestión histórica abierta que requiere ser continuamente indagada, debatida y practicada”

En este curso el discurso científico político y cultural de Aníbal Quijano al igual que otros discursos siembra una nueva cultura civilizatoria universal de vida. Desde nuestros espacios y tiempos diversos y únicos en

la universalidad del cambio global su aporte genial busca superar el mito entre civilizados y bárbaros y/o indigenidad afirmen un pensamiento acción de vida como humanos donde la soledad no nos agobie y mate sino día a día busquemos ser más libres, solidarios, iguales, diferentes y felices uniendo lo que la modernidad/colonialidad separó: lo bueno, lo verdadero y lo bello. Razón vital que nos une y porque hemos denominado a nuestro XXXII Congreso Internacional ALAS Perú 2019:

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