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Análisis sociohistórico del concepto juventud
Socio-historical analysis of the youth concept
Aaron Samuel Bracho Mosquera
1
Universidad de Panamá, Instituto de Estudios Nacionales, Panamá
https://orcid.org/0000-0002-6311-4414
aaron.bracho@up.ac.pa
RESUMEN
Este articulo explora diferentes construcciones sobre el concepto juventud a través de un
examen histórico analítico del concepto institucional de juventud elaborado por organismos
internacionales. Contiene una revisión del concepto de juventud adoptado por la legislación
panameña y se compara su contenido con las conceptualizaciones que sobre juventud se
ofrecen en la región centroamericana y caribeña. Se analizan diversos abordajes teóricos
recientes sobre el concepto juventud, en donde se intenta desarrollar un acercamiento basado
en el conjunto de relaciones sociales y económicas que determinan al sujeto juventud en su
vida en sociedad. Finalmente, se describen desde algunos presupuestos teóricos de la
sociología de la juventud y la historia social, consideraciones en torno al proceso de
articulación de este sujeto en los procesos históricos en Panamá.
Palabras clave: Juventud, sujeto social, historia de la juventud, Historia de Panamá
ABSTRACT
This article explores different constructions on the concept of youth through an analytical
historical examination of the institutional concept of youth elaborated by international
organizations. It contains a review of the concept of youth adopted by Panamanian legislation
and compares its content with the conceptualizations of youth offered in the Central
American and Caribbean region. Several recent theoretical approaches to the concept of
youth are analyzed, in which an attempt is made to develop an approach based on the set of
social and economic relations that determine the youth subject in his life in society. Finally,
1
Licenciado en Humanidades con Especialización en Filosofía e Historia por la Universidad de Panamá, Maestrando en
Ciencias Sociales con énfasis en teorías y métodos de investigación del Instituto de Estudios Nacionales (IDEN), becario
en esta maestría por la Secretaria Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) y la Universidad de Panamá.
ISSN L 2710-7620
Volumen 1, Número 1 / mayo - agosto 2021
Págs.: 37 - 51
Recibido 22/11/2020 / Aceptado: 12/02/2021
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we describe from some theoretical assumptions of the sociology of youth and social history,
considerations around the process of articulation of this subject in the historical processes in
Panama.
Keywords: Youth, social subject, history of youth, History of Panama
Introducción
El concepto de juventud ha variado en su acepción a través del tiempo
2
. El paso de
distintas transformaciones en las sociedades históricamente dadas ha ofrecido un sentido
particular a la juventud y su función social ha estado determinada por las relaciones
socioeconómicas entre los individuos. Este tipo de relaciones determinan la división social
del trabajo y el surgimiento de clases sociales
3
, que a su vez asignan la función social que un
determinado grupo humano desempeña en su sociedad. La idea de juventud y su papel en la
comunidad ha sufrido cambios sustanciales desde la antigüedad hasta nuestros días.
En la sociedad occidental, las revoluciones industriales y políticas abrieron paso a la
incorporación de mano de obra del campo a la ciudad, así como impulsaron transformaciones
sociales vertiginosas (Bonilla Molina, 2021), dando forma a diversos derechos civiles,
sociales y políticos que van tomando forma con el tiempo. Dichos procesos inciden en la
configuración y diseño de la educación, lo que a su vez genera nuevas identidades entre
quienes la reciben.
Así encontramos que la mayoría de las investigaciones y construcciones teórico-
conceptuales en torno a la juventud se han desarrollado principalmente en países
industrializados, no obstante, en América Latina se han presentado algunos esfuerzos
analíticos en esa dirección principalmente en Chile, México, Uruguay, Argentina y Colombia
(Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 2000).
2
El concepto juventud ha sido utilizado en distintas épocas históricas para hacer referencia a la condición de
energía, fuerza y dinámica propia de las edades posteriores a la infancia, sin embargo, las primeras
investigaciones en el ámbito académico fueron realizadas desde la psicología, abordaba el concepto desde la
dimensión de grupo etario. Con la creación de la Organización de las Naciones Unidas a mitad de siglo XX, se
empieza a plantear en dicho organismo algunas construcciones en torno al concepto de juventud. El papel
desarrollado por los jóvenes en distintas partes del mundo en las luchas contra el colonialismo y la liberación
nacional, reformas educativas y procesos políticos ha abierto el espacio para poner en cuestión la concepción
del joven solo como grupo etario, sino como un sujeto sociohistórico concreto, que a la vez designa un grupo
sociodemográfico internamente diferenciado según su pertenencia a la estructura social de la sociedad
(Domínguez García, 1997).
3
La teoría marxista considera que en la sociedad capitalista se expresan una o varias formas de organización
social, dentro de las cuales se establecen determinadas relaciones sociales de producción entre los individuos,
las cuales se devienen de las formas de propiedad de los medios de producción por parte de un reducido grupo
y la venta de la fuerza de trabajo por parte del asalariado, la distribución desigual de la ganancia o plusvalía
repercute en el surgimiento de la división de la sociedad en clases sociales (Sautu, Boniolo, Dalle, & Elbert,
2020)
39
El surgimiento de organizaciones interestatales en la segunda mitad del siglo XX, las
regulaciones, acuerdos y tratados internacionales, se traduce a nivel social en cambios de
diferente magnitud inmediatos y en el desarrollo del tiempo. Eventos políticos y sociales de
relevancia internacional como los hechos ocurridos en Pana de 1964 o Francia de 1968
sentaron las bases para la discusión sobre las reivindicaciones y aspiraciones de los jóvenes
de todas partes del mundo. Así empiezan a plantearse discusiones en estos organismos
internacionales, en torno al segmento de la población que no pertenece a la niñez y se prepara
para la vida adulta, la juventud.
La juventud como objeto de estudio, ha sido analizada desde distintas perspectivas y
disciplinas. De tal modo que es posible caracterizar por lo menos tres dimensiones o unidades
de análisis del concepto juventud en la sociedad contemporánea: histórica, psico-biológica y
estructural (Taguenca Belmonte, 2016a).
El análisis que se presenta en este trabajo intenta ofrecer un acercamiento a la génesis
de las construcciones teóricas y conceptualizaciones entorno a la juventud. Se parte de un
enfoque de las ciencias sociales principalmente desde la sociología de la juventud (Taguenca
Belmonte, 2016b) y la historia social (Juliá, 1989; Sangster & Carrasco, 2008). Se puede
señalar que el presente escrito se inscribe como un artículo de revisión.
La importancia de discutir, analizar y caracterizar un concepto de juventud, así como
de los distintos sujetos sociales en sus distintas manifestaciones, permite una comprensión
adecuada para su estudio, la construcción de objetos de estudios en torno a la juventud desde
las ciencias sociales, así como la formulación de políticas públicas tendientes al
mejoramiento de la calidad de vida de dicho segmento de la población.
El concepto juventud en organismos internacionales
La Organización de Naciones Unidas (ONU) define por primera vez el concepto
juventud en 1981, a través de su reunión en Asamblea General por medio de la resolución
36/28 de la 49ª sesión plenaria del 9 de noviembre de 1981. Este concepto se elaboró en el
contexto de los preparativos para la celebración del año internacional de la juventud:
Participación, Desarrollo y Paz, designado en base a las resoluciones 33/7 del 3 noviembre
de 1978, 34/151 de 17 de diciembre de 1979 y 35/126 de 11 de diciembre de 1980 aprobadas
en Asamblea General del organismo.
Este concepto se desarrolla con el objetivo de mejorar la recopilación de información
estadística de este organismo. En este momento las Naciones Unidas definen así a los jóvenes
como aquellas personas de entre 15 y 24 años, esta definición no restaba legitimidad, de
cualquier otra definición hecha por los Estados miembros.
40
Por otra parte, es importante destacar que no existe un consenso internacional
respecto al rango de edad que comprende el concepto de juventud (Organización de Naciones
Unidas, 2019). Cada país en base a su organización socio económica define su propio
concepto de juventud.
En la actualidad la Organización de Naciones Unidas define a los jóvenes como las
personas entre los 15 y 24 años de edad (Organización de Naciones Unidas, 2019) haciendo
alusión exclusivamente a la edad cronológica. Esta definición por tanto considera niño a las
personas menores de 15 años, esta definición que se ofreció como ya mencionamos, en el
contexto de la celebración del año internacional de la juventud en 1985 aún se mantiene
vigente. Sin embargo, es pertinente observar que el artículo 1 de la Convención de las
Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño de 1989, señala lo siguiente: “Para los efectos
de la presente Convención, se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años
de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría
de edad…” (Asamblea General de las Naciones Unidas, 1989). Esta ambigüedad aparente
fue de hecho realizada de manera intencional en la convención, dado que pretendía abarcar
la mayor edad posible, ya que no existía una cobertura para los jóvenes bajo otras
convenciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) postula que la juventud comprende, en
general, el rango de edad entre los 17 y los 19 años, aun cuando reconoce —por ejemplo—
que puede haber «discrepancias entre la edad cronológica, la biológica y las etapas
psicosociales del desarrollo», o también «grandes variaciones debidas en cuanto a la
duración y las características propias de este periodo pueden variar a lo largo del tiempo,
entre unas culturas y otras, y dependiendo de los contextos socioeconómicos» (Organización
Mundial de la Salud, 2017).
Esta clasificación contrasta con la definición de las Organización de Naciones Unidas,
pese a que la misma debería ser utilizada para todos los organismos que se desprenden de
ella, esto es así en la medida que, a nivel de juventud y juventud adulta, los aspectos de salud
son diferenciados en la medida de sus relaciones sociales, en cuanto a trabajo, por un lado, e
interpersonales en cuanto a su sexualidad por el otro, factores determinantes que inciden en
su salud.
Por otro lado, la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes considera
en su Artículo 1. Ámbito de aplicación: La presente convención considera bajo las
expresiones “joven”, “jóvenesy juventuda todas las personas, nacionales o residentes
en algún país de Iberoamérica, comprendidas entre los 15 y los 24 años de edad
(«Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes (CIDJ)», 2005, p. 8).
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El investigador ruso Mijaíl Venediktov señala que la conceptualización y los estudios
tanto a nivel académico, como de las instituciones internacionales obedece a las proyecciones
demográficas sobre este segmento de la población mundial, que se vislumbraba un
crecimiento significativo que ubicaba para el año 2000, a la población joven en más de mil
millones de personas (Venediktov, 1988, p. 235).
La población joven en Panamá, Centroamérica y el Caribe
La política pública panameña adopta el rango de edad de 15 a 29 años para la
población joven (Universidad de Panamá, Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, 2014).
El estudio de la Universidad de Panamá destaca que en esta franja se registran tres realidades
específicas del ciclo vital: adolescentes entre 15 a 19 años, jóvenes entre 20 a 24 años y
jóvenes adultos entre 25 a 29 años. En términos de edad, esta categoría juventud se posiciona,
en su extremo inferior a la niñez y la adolescencia y en el superior a la adultez.
En la región de Centroamérica y Caribe tampoco existe un concenso sobre los límites
de edad en cuanto a juventud, así por ejemplo en Costa Rica es de 12 a 35 años, El Salvador
de 15 a 24 años, Guatemala de 15 a 25 años, Honduras de 14 a 29 años, Nicaragua de 18 a
30 años y en República Dominicana de 15 a 35 años (ILO International Programme on the
Elimination of Child Labour, 2008).
Tabla 1. Rangos de edad de la juventud en algunos países de América Latina
País
Rango de edad
México
12 - 19 años
Guatemala
15 - 25 años
Honduras
14 - 29 años
El Salvador
15 - 24 años
Nicaragua
18 - 30 años
Costa Rica
12 - 35 años
Panamá
15-29 años
República Dominicana
15-35 años
Fuente: Elaboración propia.
Sin embargo, hay que mencionar que algunos trabajos acerca del concepto juventud,
niegan la validez teórica del rango de edad como categoría definitoria de la juventud
(Taguenca Belmonte, 2009, p. 159). Este autor fundamenta su tesis a través del análisis de lo
que llama dimensiones constructoras, de acuerdo con los actores que le dan sentido. La
primera de estas se refiere a los abordajes institucionales que nos remiten a tipologías que
pueden interrelacionarse entre sí. La otra dimensión se basa en la elaboración de una imagen
de lo juvenil, poliédrica en lo que refleja, compleja en lo que transmite, heteroglósica, en
42
cuanto a las diferentes juventudes que forman la juventud, en este sentido las partes y sus
relaciones no forman un todo “real”, sin atentar contra las distintas identidades que lo
constituyen en espacio y tiempo tanto simbólico como material.
El planteamiento anterior se refuerza, desde otra dirección con la investigación del
Centro de Estudios para el Perfeccionamiento de la Educación Superior, esta nos señala que
“La edad juvenil constituye un periodo clave en el proceso de desarrollo de la personalidad”
(Domínguez García, 2014, p. 17). El desarrollo desigual en cuanto a su formación y
relaciones sociales, juegan un papel importante en esta etapa ya que influyen de manera
directa en el desarrollo de la personalidad y de la maduración en la toma de autoconciencia
de su vida, lo que quiere hacer con ella y de su futuro laboral.
Juventud como etapa de la vida o sujeto social
La juventud ha sido referenciada desde tiempos inmemoriales, en la antigua Grecia y
Roma. La mitología griega describe a Hebe como la diosa de la juventud, quien ayuda a los
dioses en el Olimpo llenando sus copas de vino, Hebe tenía el poder de envejecer a los niños
y rejuvenecer a los ancianos, en la actualidad se sigue asociando esta entidad en la
terminología médica a la juventud, locura o sexualidad: hebético, hebefrenia, hebe y
hebestomía (Santillán Anguiano, González Machado, Santillán Anguiano, & González
Machado, 2016). Por esto podemos decir que la juventud no posee límites de edad precisos,
a lo largo de la historia estos límites han sido modificados de acuerdo con determinadas
circunstancias y aun en la actualidad como se señaló existen diferentes perspectivas para su
análisis.
El sociólogo británico Gill Jones señala un aspecto interesante en el abordaje de la
juventud señalando que si bien esta etapa puede caracterizarse como un proceso de
maduración para la edad adulta, su contexto cambia por factores tanto privados como
públicos, y por tanto es significativo considerar estos factores, el papel que juegan las
familias y compañeros de los jóvenes en las (Escuelas universidades y trabajo), las
instituciones, en lugar de centrarse exclusivamente en los jóvenes (Jones, 2014, p. 164).
El sociólogo rumano F. Mahler había advertido de los diferentes enfoques en las
investigaciones sobre juventud, destacando que los investigadores planteaban por lo menos
dos posturas en los abordajes: a) Quienes entienden a la juventud como un sujeto colectivo e
históricamente activo con la capacidad de establecer alianzas con otros sujetos sociopolíticos
para alcanzar sus objetivos y que su conduta está determinada por el comportamiento de toda
la sociedad; b) Y los que sostienen que la juventud no es un sujeto históricamente activo, y
dependiendo su conducto principalmente de características biofisiológicas y antropológicas
propias de su edad (International Bulletin for Youth Research, 1984 citado en Venediktov,
1988: 238).
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La configuración de la juventud obedece al desarrollo de un proceso sociocultural e
histórico, que tiene sus orígenes en la modernización producida desde finales del siglo XVIII
para el caso de Europa (Souto Kustrín & Lucci, 2018). En caso de América Latina la
conformación de la juventud como sujeto social se da en un laxo de tiempo prolongado desde
principios del siglo XIX, con las luchas independentistas hasta la cada de 1850 con la
abolición de la esclavitud (Reina Rodríguez, 2018).
La juventud ha sido objeto de estudio de pedagogos, sociólogos, psicólogos o
trabajadores sociales, sin embargo, no han tenido un carácter historiográfico, sino que han
planteado soluciones para hacerle frente a situaciones y problemas concretos de la sociedad
y de la juventud, no obstante, dichos esfuerzos poseían una marcada influencia de los estudios
psicológicos, a partir de las apreciaciones e interpretaciones de las conductas del joven (Souto
Kustrín & Lucci, 2018).
Las primeras elaboraciones fundamentadas en una descripción de la juventud como
objeto de estudio fueron las realizadas por Jean Jacques Rousseau en su obra Emilio (1762).
No obstante, Souto Kustrín (2007) destaca que el concepto de adolescencia surge en el
contexto académico con Stanley Hall (1904) y su obra titulada Adolescencia: su psicología
y sus relaciones con la fisiología, la antropología, la sociología, el sexo, el crimen, la religión
y la educación, en esta obra Stanley Hall ubica a la juventud entre los 14 y 24 años y asocia
la juventud como un periodo de tensión, desorden emocional, confusión interna e
incertidumbre, que en muchos casos conducía a desequilibrios emocionales, desórdenes,
desviaciones y neurosis que se manifiestan en conductas egoístas, crueles o criminales
(Stanley Hall, 1999).
La obra de Sigmund Freud (1905) y algunos de sus seguidores respaldaron y
reforzaron la idea de Staley Hall, definiendo a la juventud como un periodo difícil y
problemático, además de catalogarlo de universal, común en todas las sociedades humanas
(Souto Kustrín, 2007a).
El desarrollo de la juventud como objeto de estudio, plantea una comprensión de su
evolución como grupo social, por ejemplo, en las comunidades europeas preindustriales de
la edad media y moderna podemos destacar que, en las clases populares, los niños al alcanzar
los siete años entraban de golpe a la comunidad de los hombres, por ende, no existía dicho
salto a lo que hoy entendemos como juventud (Souto Kustrín, 2007b).
En el caso de Panamá las primeras vistas de la juventud bien definida, aparece de
manera tardía a inicios de la década de 1950
4
, no obstante, en ese proceso, la incorporación
4
Las primeras manifestaciones del movimiento estudiantil se inician en la década de 1920, con la Escuela de
Derecho y una primera federación de estudiantes con el rechazo a la venta de la Isla Taboga y posteriormente
44
del joven a la vida social no fue consensuado por las fuerzas políticas, sino más bien
representa la irrupción de la juventud a través de su expresión en el movimiento estudiantil
organizado en la vida social y política de la sociedad panameña.
Los estudios sobre la juventud en Panamá están íntimamente ligados al estudio de las
instituciones educativas (Canton, 1955), puesto que estas juegan un papel importante en la
formación de identidad ciudadana y carácter frente a la realidad social. El desarrollo de las
escuelas secundarias vocacionales y profesionales durante el primer cuarto del siglo XX,
juegan un papel importante en las reclamaciones por una universidad pública, que finalmente
se crea en 1935.
Según datos del censo realizado en la República de Panamá, para el año 2010 la
población en Panamá estaba estimada en 3,405,813 habitantes, de estos en el rango de edad
de entre los 15 a 19 años fue de 295,990 habitantes, mientras que en la edad de 20 a 24 años
fue de 281,224 habitantes y entre los 25 y 29 años de edad la cifra era de 269,688 habitantes.
Si consideramos la sumatoria de estos tres grupos el resultado es 846,902 habitantes, hay
advertir que este grupo representa el 24.86% de la población panameña, es decir ¼ de la
población del país.
Si tenemos en cuenta esta cifra por ejemplo podemos señalar que solo la población
joven en 2010 es mucho mayor que la población total en el año en 1950, en apenas 60 años
la población se incrementó en 2,600,528 (Instituto Nacional de Estadística y Censo -INEC-,
2017). Esto se explica con el incremento sostenido del índice de esperanza de vida al nacer
en Panamá, en donde para el año 2010 fue de 76.74 y mientras que para el 2018 fue de 78.32.
En los últimos 10 años se han desarrollado esfuerzos institucionales en vistas a
visibilizar y profundizar el reconocimiento de la juventud como sector social, uno de ellos es
la Declaración de Guanajuato realizada en aras de reconocer el respeto a los derechos de los
jóvenes (Conferencia Mundial de la Juventud, 2010) y por otro lado, la redacción del Pacto
Iberoamericano de Juventud con el objetivo de posicionar la participación los jóvenes como
sujetos sociales fundamentales en el desarrollo (Conferencia de Ministros de Juventud,
2016).
La configuración de la juventud como sujeto social ha obedecido a diferentes
aspectos: económicos, políticos, sociales y culturales. Por ejemplo, un estudio sobre la
reforma educativa desarrollada en Panamá en 2009, arroja datos como la población de 10 y
más años de edad que no sabe leer, ni escribir era de 148,747 habitantes para el 2010,
representando el 5.45% de la población (Centro de Estudios Latinoamericanos, 2011). Estas
se retoman en la década de 1940 con la reorganización de la Federación de Estudiantes de Panamá.
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condiciones pueden incrementar otros indicadores de salud, desempleo y precariedad, sobre
todo en áreas rurales en donde situación es más crítica.
Los jóvenes de los centros urbanos y rurales se enfrentan al peligro de ser excluidos
en la organización social de los países latinoamericanos, que desde las posturas promercado
de muchos gobiernos, instituciones del Estado y la sociedad misma, se inclinan en la
concentración de pobreza entre la juventud, alejándoles de la posibilidad de ascenso social
(Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 2000, p. 17).
En Panamá las políticas públicas dirigidas a resolver situaciones y necesidades de la
juventud han sido relegadas a una Dirección de Políticas Sociales, dentro del Ministerio de
Desarrollo Social, lo cual refleja la postura del Estado en cuanto a temas de juventud, en
comparación con otros países de la región que poseen ministerios o instituciones a nivel de
ministerial para atender los asuntos concernientes a juventud (ILO International Programme
on the Elimination of Child Labour, 2008).
Por otro lado, en Panamá durante las últimas dos décadas se ha prestado atención a la
juventud, esto en relación al incremento acelerado de embarazos en adolescentes de 15 a 19
años de edad y jóvenes menores de 25 años (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
-UNICEF-, 2011).
La Unidad de Análisis Demográfico del Instituto Nacional de Estadística y Censo,
estimo en 29.5 años la edad promedio de la población panameña (Instituto Nacional de
Estadística y Censo -INEC-, 2018). Esto ubica a la población panameña como una población
joven.
Análisis socio histórico de la juventud en Panamá
Desde la colonización del territorio que comprende el Istmo de Panamá, la
articulación como sociedad en el marco del comercio mundial, está demarcada por la función
transitista que le asigno el imperio español. Esta condición se mantuvo en el periodo de unión
a Colombia, posteriormente con la presencia de los norteamericanos durante la construcción
y operación del ferrocarril transístmico. Los grupos de poder aceptaban con beneplácito la
función del istmo a través del llamado proyecto hanseático
5
, de tal manera que
inmediatamente a la Independencia de España, ponen el territorio panameño al servicio de
las potencias, siempre que le brinde protección y seguridad para el desarrollo de las
actividades comerciales en el Istmo (Araúz, 2003).
5
Mariano Arosemena describe este proyecto desde la década de 1840, en su obra Apuntamientos Históricos.
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Esta formación socio económica determinó la organización de las instituciones, las
relaciones sociales de producción y en consecuencia de la mano de obra en el Istmo. De esta
manera la juventud se entendió durante dos tercios del siglo XIX como mano de obra, y
fuerza de combate de las milicias. El Istmo de Panamá luego de su independencia de España
en 1821, como Departamento de la República de Colombia, no reciben apoyo de las nuevas
autoridades en ninguno de los esfuerzos por organizar el sistema educativo.
Existen dos puntos de inflexión en la edad contemporánea en torno a la configuración
de la condición transitista, uno es el Tratado Mallarino-Bidlack de 1850 y posteriormente el
Tratado Hay Bunau-Varilla en 1903, este último asignaba a perpetuidad la Zona del Canal,
así como la jurisdicción sobre dicha área, un elemento que no agradaba a la burguesía
panameña, dado que restringía el desarrollo de comercio en la Zona del Canal, actividad que
les permitió amasar fortunas durante la fiebre del oro a mitad del siglo XIX.
La Historia de Panamá resalta importantes hitos en su lucha por mejores condiciones
de vida, por la conquista de la soberanía nacional sobre la Zona del Canal y por mejoras en
las infraestructuras y contenidos educativos, estos episodios de la historia nacional han tenido
entre otros elementos en común y es la participación de la juventud como sujeto social
determinante, en la narrativa del pasado es mencionada a grosso modo o en algunos caso
invisibilizada, en función de la concepción positivista historicista, predominante en la
historiografía panameña (Castillero Calvo, 2017).
Siendo esto así, nos cabe plantearnos, por un lado, ¿cuál es la incidencia de la
juventud en las luchas y movimientos sociales en el siglo XX? Por otro lado, también ¿qué
o cuáles razones indican y nos permiten evaluar el rol de la juventud en las principales luchas
políticas por la educación y la soberanía nacional a finales de los años 50 y mediados de los
60, con respecto a la actualidad? Respuestas que ameritan un desarrollo exhaustivo en un
escrito particular sobre esa temática.
Por otro lado, incluso es posible preguntarse si puede analizar la juventud y sus
distintas articulaciones como parte del desarrollo de un movimiento desde la subalternidad
(Gramsci, 2006). El estudio de los subalternos en la investigación histórica es una manera de
poner en contexto el aporte de sujetos sociales concretos, en el desarrollo de una sociedad a
través de la convergencia de estos grupos en un determinado momento histórico o como
constante (Galceran Huguet, 2016, p. 38). un enfoque de los estudios desde la historia social.
Ello implica adherirnos a la concepción de la juventud como un sujeto históricamente activo.
Es difícil ofrecer una explicación sobre la importancia y la necesidad de hacer una
historia de la juventud en Panamá, parafraseando al historiador ambiental Guillermo Castro
en una conferencia donde cita al medievalista Chris Wickham cuando este en su obra Europa
en la edad media, destaca que la historia no es teleológica, esto quiere decir, el desarrollo
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histórico no va a ninguna parte (Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales, 2019)
agrega Castro que, no es predeterminada, por el contrario procede de algún sitio y esta es la
tarea de la historia estudiar el proceso de formación y articulación de las distintas expresiones
de la juventud en el marco del desarrollo histórico nacional.
Las perspectivas de la juventud como objeto de estudio de la historia forman parte de
la historia social y cultural, como subproducto de la historiografía marxista y los estudios
subalternos británicos
6
. Desde esta óptica se evalúa el rol, desarrollo y aparición de
determinados sujetos sociales, así como las características que lo definen (Galceran Huguet,
2016; Souto Kustrín & Lucci, 2018).
En nuestro caso un examen de la juventud en Panamá se enfoca primeramente en una
descripción de la situación y roles desempeñados por el sector social que denominamos
juventud, en donde no es posible aplicar el concepto directamente sobre el hecho histórico
particular, sino que hay que analizar los contextos sociales y económicos de un periodo
determinado para arrojar una idea más precisa sobre la participación de la juventud en la
historia nacional.
El interés científico en los jóvenes ha ido acompañado del desarrollo historiográfico,
la juventud es objeto del estudio historiográfico, en función de los desarrollos metodológicos
y temáticos desde la historia social (Sangster & Carrasco, 2008). En Latinoamérica se han
dados algunos desarrollos investigativos sobre juventud desde la historia social
especialmente en Colombia, Argentina, México y Brasil, entre estos podemos destacar los
trabajos de Carlos Arturo Reina Rodríguez y Laura Monacci (Souto Kustrín & Lucci, 2018).
Entre los abordajes de la juventud como objeto de estudio de la historia podemos
mencionar Historia de los jóvenes en Colombia 1903-1991, investigación de tesis doctoral,
en ella describe la juventud en cuatro espectros a saber: La política, los ejércitos, el
estudiantado y la cultura, analiza estos aspectos en el marco de un periodo de tiempo largo,
que justifica como elementos necesarios para evaluar el rol de la juventud en la sociedad
colombiana del siglo XX (Reina Rodríguez, 2012).
La juventud en Panamá ha sido un actor fundamental en distintos momentos de su
historia, primero como elemento constitutivo de los ejércitos del Departamento del Istmo en
los conflictos bélicos entre liberales y conservadores en la Guerra de los Mil días 1900 o en
la posterior disputa territorial con Costa Rica conocida como la Guerra de Coto en 1921.
6
El estudio de los subalternos en la investigación histórica es una manera de poner en contexto su aporte en
el desarrollo de una sociedad a través de la convergencia de estos grupos en un determinado momento
histórico o como constante. La preocupación por los subalternos, concepto propuesto primeramente por
Gramsci y fue introducido en la discusión historiográfica por Raymond Williams en su texto Marxism and
Literature.
48
Igualmente, el proceso de movilización social por el encarecimiento de los arrendamientos,
en la conocida jornada del movimiento inquilinario de 1925 (Quintero, 2019). Sin embargo,
pese a ser actor importante en estos hechos históricos, no hay pruebas que le permitan
caracterizar a la juventud sujeto social y político concreto consciente.
En Panamá podemos encontrar rastros de los jóvenes en estudios sobre familia,
población, empleo, violencia y movimiento estudiantil. Este último es quizás uno de los
aspectos que nos podrán ofrecer más datos, sobre todo durante las décadas de 1940 a 1980
(Pearcy, 2019). Las gestas del movimiento estudiantil de diciembre de 1947, mayo de 1958,
abril de 1959 y enero de 1964 constituyen los paradigmas subsecuentes que erigen el espacio
de la juventud en la historia panameña. Inspirados en el paradigma de liberación nacional, y
la negociación de un Tratado que devolviera la zona del canal a manos panameñas, fueron
parte fundamental en la lucha por la soberanía y la firma de nuevo Tratado en 1977.
La modernización de la economía panameña posterior al golpe de Estado del 68, en
los años 70 y 80 llevo a la concentración de la población en torno a la zona de tránsito,
debilitando otros sectores de economía, y ocasionando la pauperización de amplios sectores
rurales, sobre todo en las áreas de la actual Comarca Ngäbe-Bugle.
Luego de la invasión norteamericana a Panamá en diciembre de 1989, una de las
consecuencias políticas es la desarticulación de varios sujetos sociales (Bracho Mosquera,
2019), entre ellos las organizaciones de juventud, no obstante, este sector es quien más rápido
se reorganiza a través del movimiento estudiantil, que junto al movimiento obrero
perteneciente a la industria de la construcción enfrentara en el marco de sus posibilidades,
las llamadas políticas de modernización del Estado y las privatizaciones de la empresas
estatales (IRHE, INTEL, puertos de Balboa y Cristóbal).
En los últimos años se ha dado un retroceso en la participación de la juventud en
organizaciones estudiantiles, sobre todo a nivel de secundaria, en donde a través de la Ley
Orgánica de Educación (1947) se obtuvo el reconocimiento de Asociaciones Federadas, que
en la actualidad han pasado a un segundo plano en la organización del estudiantado, abriendo
paso a los llamados diputados juveniles, relegando la representación y labor organizativa de
los estudiantes en la individualidad.
A nivel universitario, a pesar de los esfuerzos de organización de la otrora Unión de
Estudiantes Universitarios en la Universidad de Panamá, durante la primera década de este
siglo XXI, la ausencia de un paradigma nacional que les aglutine, sumado a factores de
atomización política, deficiente cultura y formación política, han impedido un rol más
protagónico en las luchas internas por el mejoramiento de la educación superior. No obstante,
pese a su debilidad, ha sido la juventud en el caso panameño uno de los principales, sino el
más activo, de los actores sociales en las diferentes luchas políticas y sociales del país.
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En base a lo anterior, cabe mencionar que en Panamá se presenta en tenues
proporciones, lo que se denomina juventicidio, o la anulación de la juventud en los ámbitos
de la vida cotidiana y de las formas simbólicas de su existencia (Muñoz González, 2016). Si
tomamos en consideración este concepto podemos entender, por una parte que el Estado
panameño ensayo este proceso de anulación a través del proceso de judicialización a
dirigentes estudiantiles universitarios en 2017, en ocasión de la visita de Mike Pence en ese
entonces vicepresidente estadounidense (Simon, 2017), por otro lado la incapacidad política
de generar consensos e integrar las tendencias ideológicas dentro de muchas organizaciones
sociales, ha llevado al ostracismo y anulación de muchos líderes jóvenes, a partir de la
satanización y el aislamiento.
En Panamá, durante los años 2019 se desarrollaron diversas movilizaciones en
rechazo a la reforma constitucional propuesta desde el Ejecutivo, en el año 2020 con el
desarrollo de la pandemia, la juventud se movilizo en rechazo a la corrupción en el manejo
de la pandemia, y en 2021 continúan movilizaciones juveniles de diferentes estratos por
escándalos de abusos a menores de edad en albergues bajo responsabilidad del Estado
panameño y la concesión de miles de hectáreas de la provincia de Colón para minería a cielo
abierto, en todas es jornadas se han desarrollado procesos tendientes a la judicialización de
la protesta social impulsada por los jóvenes.
Conclusiones
Este análisis socio histórico del concepto juventud no pretende ser un estudio
acabado, ni mucho menos una historia absoluta, sino por el contrario aspira a arrojar ideas
para el desarrollo de líneas de investigación, así como contribuir a enlazar conceptos teóricos
que permitan afrontar el proceso de construcción de objetos de estudio relacionados directa
o indirectamente con la juventud desde las ciencias sociales. El desarrollo de investigaciones
desde la llamada nueva historia social, y la sociología de la juventud, permite la observación
de este sujeto social tan importante para la sociedad panameña y latinoamericana, para
formulación de políticas públicas tendientes a resolver las múltiples problemáticas de la
juventud, lo que permitirá mejores opciones de ascenso social e integración a las dinámicas
de desarrollo humano en Panamá y la región.
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