La historia de los pueblos del Norte de Santa Fe: una mirada a la producción artesanal y del uso de plantas medicinales en el Norte de Veraguas.

 

The history of the towns of the North of Santa Fe: a look at the craft production and the use of medicinal plants in the North of Veraguas.

 

Roberto A. Pineda

Universidad de Panamá. Centro Regional Universitario de Veraguas. Panamá.

roberto-a.pineda@up.ac.pa; https://orcid.org/0009-0008-5616-8941

 

Sara Jordan de Troetsch

Universidad de Panamá. Centro Regional Universitario de Veraguas. Panamá.

 sara.jordan@up.ac.pa; https://orcid.org/0009-0002-8618-587X

Carlos Herrera

Universidad de Panamá. Centro Regional Universitario de Veraguas. Panamá.

 carlos.herreraa@up.ac.pa; https://orcid.org/ 0009-0006-3335-1247

 

Recibido por: 21 de julio

Aceptado por: 19 de septiembre de 2025

 

DOI: https://doi.org/10.48204/j.colegiada.v7n1.a8393

 

RESUMEN

Estudio etnográfico que examinó el papel de las plantas en la cultura de las comunidades del norte de Santa Fe, en la provincia de Veraguas, específicamente en Guabal, Alto Ortiga y río Luis. La investigación se basó en entrevistas a curanderos, pacientes y artesanos, así como en la observación y el análisis de documentos, para entender cómo se transmite oralmente el conocimiento sobre el uso de plantas. Los hallazgos revelaron que la relación entre el hombre y las plantas es fundamental para la identidad de la región, ya que se utilizan tanto para remedios medicinales como para la producción artesanal. La transmisión de estos saberes es principalmente oral, de una generación a otra. Los curanderos, que a menudo son los primeros hijos varones, heredan sus conocimientos a través de una ceremonia ancestral llamada “velo del cacao”, que dura cuatro noches y se realiza con una infusión de cacao. A pesar de que las mujeres pueden heredar ciertos saberes, como la curación de enfermedades, no se les permite participar en la adivinación o en la ceremonia del velo del cacao. El estudio detalla las diversas aplicaciones de las plantas. Algunas, como el cedrón, el bejuco de ajo y la hierba del espíritu santo se utilizan para curar enfermedades del cuerpo y del espíritu, además de tener usos espirituales para ahuyentar malas energías. Las artesanías, como los sombreros hechos de palma de hilar y las chácaras de majagua, también son importantes para la cultura local. La sostenibilidad de estas prácticas se ve amenazada por la modernización, la migración de los jóvenes a las ciudades en busca de empleo y la deforestación causada por la expansión de las zonas de pastoreo. A pesar de estos desafíos, algunas tradiciones y creencias en lo sobrenatural persisten.

 

PALABRAS CLAVE: planta medicinal, artesanía, costumbres y tradiciones, cultura.

 

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ABSTRACT

Estudio etnográfico que examinó el papel de las plantas en la cultura de las comunidades del norte de Santa Fe, en la provincia de Veraguas, específicamente en Guabal, Alto Ortiga y Río Luis. La investigación se basó en entrevistas a curanderos, pacientes y artesanos, así como en la observación y el análisis de documentos, para entender cómo se transmite oralmente el conocimiento sobre el uso de plantas. Los hallazgos revelaron que la relación entre el hombre y las plantas es fundamental para la identidad de la región, ya que se utilizan tanto para remedios medicinales como para la producción artesanal. La transmisión de estos saberes es principalmente oral, de una generación a otra. Los curanderos, que a menudo son los primeros hijos varones, heredan sus conocimientos a través de una ceremonia ancestral llamada “velo del cacao”, que dura cuatro noches y se realiza con una infusión de cacao. A pesar de que las mujeres pueden heredar ciertos saberes, como la curación de enfermedades, no se les permite participar en la adivinación o en la ceremonia del velo del cacao. El estudio detalla las diversas aplicaciones de las plantas. Algunas, como el cedrón, el bejuco de ajo y la hierba del espíritu santo se utilizan para curar enfermedades del cuerpo y del espíritu, además de tener usos espirituales para ahuyentar malas energías. Las artesanías, como los sombreros hechos de palma de hilar y las chácaras de majagua, también son importantes para la cultura local. La sostenibilidad de estas prácticas se ve amenazada por la modernización, la migración de los jóvenes a las ciudades en busca de empleo y la deforestación causada por la expansión de las zonas de pastoreo. A pesar de estos desafíos, algunas tradiciones y creencias en lo sobrenatural persisten.

 

KEYWORDS: medicinal plants, crafts, customs and traditions, culture.

 

INTRODUCCIÓN

 

La relación existente entre el hombre y las plantas se ha desarrollado desde que éste utilizó los vegetales para satisfacer sus necesidades vitales, como alimento, la vivienda, así como ornamento y para procurar su salud. De ello da cuenta la investigación de García, Ramírez, Robles, Zañudo, Salcedo y García del Alba (2012) cuando señalan que “Se estima que 80% de la población mundial depende de remedios herbolarios tradicionales y que al menos 35,000 especies vegetales presentan potencial para uso medicinal” (p. 30).

Del mismo modo, investigaciones más recientes como las de Rodríguez, Sánchez, Méndez, Marrero, Jaramillo y Garcés (2022), sugieren que desde épocas remotas las plantas han sido utilizadas como remedios útiles para resolver problemas de la salud. En palabras de estos autores: “el uso de las plantas con fines curativos se remonta a muchos años atrás y guarda relación con la flora existente en los territorios” (p. 417).  Esta cita revela la relación entre el tipo de vegetación que existe en un territorio determinado y los tipos de aplicaciones que de su uso se derivan, bien sea de carácter material o tangible o de carácter espiritual. Ello sugiere que las plantas también contribuyen a la formación de la cultura de los pueblos, tal como lo señalan Duré y Ríos-González (2024), cuando argumentan que con el uso de las plantas, el ser humano desarrolla todo un sistema de vida que asocia a la reproducción social, pues “el ser humano aprende de sus antepasados los diferentes usos que le puede dar a la vegetación que le rodea” (p. 2).

En ese orden de ideas, siguiendo los planteamientos de Rodríguez (2020), la cultura comprende tanto los aspectos materiales como los espirituales y expresa la concepción del mundo y de la vida que todo grupo humano tiene, la cual ha ido configurándose a lo largo de su experiencia colectiva. Desde esa perspectiva, puede entenderse la cultura “…como el conjunto de prácticas, actitudes, valores, tradiciones, costumbres, comportamientos…propios de una sociedad determinada” (p. 221). Se evidencia que el uso de plantas medicinales, así como de producción artesanal, forma parte del constructo social de los pueblos y que aquellos que habitan en la región del norte de Santa Fe, en la provincia de Veraguas, también emplean para darle forma a la cultura que les define.

En esta investigación la oralidad cobra un lugar importante en la transmisión del conocimiento en un grupo social, de la cultura que se materializa al momento de utilizar los recursos naturales para satisfacer las necesidades de salud, alimentación y vivienda, tal como sucede en las comunidades rurales del norte de la provincia de Veraguas que emplean las plantas para la producción artesanal y para la producción de medicinas tradicionales que incluyen las enfermedades del cuerpo y del espíritu.

En este sentido, se estudia la producción artesanal y el uso de la medicina tradicional en los pueblos del norte de Santa Fe, enfocándose en el uso de las plantas que emplean los habitantes, quienes, en su mayoría, por razones de creencias ancestrales o de orden económico, recurren a los poseedores de estos saberes. Es decir, recurren a los médicos tradicionales que habitan en los pueblos de Guabal, Alto Ortiga y río Luis para curar sus males corporales o espirituales y para suplir las necesidades de objetos materiales que satisfagan necesidades particulares como lo son las artesanías.

MATERIALES Y MÉTODOS

 

Métodos teóricos

Análisis y síntesis: posibilitó el análisis y valoración crítica de estudios realizados sobre el uso de las plantas en la producción artesanal, así como en la producción de medicinas tradicionales.

Inducción y deducción: permitió llegar a generalizaciones sobre el uso que se da a las plantas en países latinoamericanos para la producción de medicinas y en la producción artesanal.

Métodos de nivel empírico:

Observación: hizo posible constatar, durante la investigación, el estado inicial del problema a partir de la exploración de la realidad del trabajo que desarrollan los curanderos o médicos tradicionales, así como del trabajo artesanal que se obtiene a partir de la explotación de algunas plantas de la región.

Análisis de documentos: se empleó con la finalidad de hacer un análisis de la bibliografía existente sobre el uso de las plantas en la medicina tradicional como en la producción artesanal.

            Además, se emplearon diferentes técnicas, como la técnica de la entrevista, pues es fundamental para todo estudio de historia oral, ya que la mayoría de la información recabada fue de tipo oral y visual (fotográfica). Por ello, el método analítico permite el empleo de técnicas diversas, tal como la entrevista.

En este sentido, se empleó esta técnica para entrevistar a los médicos tradicionales y pacientes, a fin de conocer sus relatos en torno a hechos relacionados con la utilización de diferentes plantas medicinales. Del mismo modo, se empleó para recabar información acerca de la producción artesanal en la región.

 

RESULTADOS

 

Al aplicar la técnica de la entrevista, se pudo constatar la existencia de tres médicos tradicionales o curanderos en la región estudiada y dos aprendices. Uno de los cuales es mujer. En cuanto a los artesanos, se logró entrevistar a tres en la región de Guabal, tres en Ortiga y dos en río Luis.

De los trabajos artesanales, destaca la cestería con lianas o bejucos, la confección de bateas, chácaras y lo más representativo de la región son los sombreros hechos con el cogollo de la “palma de hilar” o “palma gira”.

Los mismos heredaron los conocimientos sobre la localización de las plantas y sus usos medicinales y artesanales de sus antepasados, a través de la transmisión oral, la observación y la práctica.

Para hacer una descripción más detallada sobre la relación entre hombre y plantas, lo cual, deviene en el desarrollo de la cultura de la región objeto de estudio, se presenta el siguiente esquema:

Formas de herencia de la sabiduría ancestral de los curanderos:

Todos los curanderos afirman que sus conocimientos son heredados de generación en generación y que se transmiten al primer hijo, pero que, de no tener hijos varones, entonces se transmite a la primera hija siendo una de las características más importantes el hecho de que todos presentan baja estatura[1].

Por las características de su trabajo con las plantas medicinales, los curanderos consideran que se encuentran en constante peligro debido a los poderes antagónicos que contra ellos luchan y, aunque las mujeres pueden heredar el conocimiento sobre los poderes de las plantas en la cura de enfermedades, no pueden heredar el poder de la adivinación.

La ceremonia del “velo del cacao” es la más importante realizada por estos curanderos en las montañas del norte de Santa Fe y es la antesala a la transmisión de la herencia ancestral y sólo se da entre los varones que aspiran a ser curanderos.

El velo del cacao consiste en realizar una vigilia de cuatro noches donde el aspirante a curandero no debe dormir desde las 6 de la tarde hasta las 6 de la mañana del día siguiente. Durante las noches en vela los asistentes cuentan historias y hacen oraciones para evitar dormirse, mientras toman una infusión hecha con especies de cacao como el colorado, el chiquito o cacao rojo. Para algunos de los entrevistados el cacao colorado es el más poderoso para hacer la ceremonia del velo del cacao. A este brebaje se le añade agua bendita para potenciar la protección y poderes que el cacao brujito otorga.

El aspirante a curandero debe colocarse en el centro de la casa donde se realiza la ceremonia. Allí, previamente se ha construido una especie de nicho resguardado por cuatro cruces que se colocan en las cuatro esquinas que forman los arcos hechos con caña brava o caña blanca[2]. En el centro de ese nicho se coloca un sahumerio hecho con la casa de un comején[3] al cual se le añaden plantas como la hoja de ajo, ají brujito, cáscara de ajo, ortiga morada y caraña hedionda[4]. Mientras las personas se encuentran realizando los rezos, durante la noche se enciende el sahumerio y se procede a la toma del cacao.

También se puede rociar el brebaje a las personas que se encuentran en el velo, mientras una persona con energía positiva, es decir, con buenos sentimientos de preferencia el primer hijo de un matrimonio conformado por el primer hijo y la primera hija al cual llaman primerizo da cuatro vueltas alrededor del nicho rociando las cuatro cruces. La cuarta vuelta se da aproximadamente a las cinco de la mañana y se hace en forma contraria de espaldas a la dirección en que se dieron las tres primeras vueltas. Esta misma ceremonia se puede realizar para la bendición y protección de las personas comunes y de las casas o propiedades, en cuyo caso las cruces y los arcos se confeccionan en las cuatro esquinas del lugar y en la entrada de la propiedad de la a santiguar.

Es de importancia destacar que para los habitantes de la región el velo del cacao no lo pueden hacer mujeres en estado de gravidez, cuando están amamantando ni cuando tienen el período menstrual.

La preparación del cacao para la toma o infusión se hace secando primero las semillas de una de las especies seleccionadas, luego se tuestan en un fogón en una olla de metal y posteriormente se muelen en un metate. Luego de ello, el polvo obtenido se vierte en una olla grande con agua hirviendo y se bate para que tome consistencia. Se sirve en una totuma[5] pequeñita.

Según el señor Hantio Rodríguez (2024), el inicio del proceso del velo del cacao se desarrolla con la siguiente oración: “Iniciamos este velo en nombre de nuestro Señor Jesucristo pidiéndole por todas las cosas que nos atropellan, las enfermedades, los enemigos que nos aparte de todo mal y le pedimos a Dios que aparte al enemigo de nuestro camino…”.

Si la ceremonia es para bendecir a las personas, ahuyentar malos espíritus o bendecir propiedades, también la pueden dirigir otras personas que no sean primerizos, sino que los mitá[6], bordón[7] o mellizos.

Una vez cumplido este acto ceremonial, el curandero puede ejercer su trabajo empleando las plantas para curar y para adivinar el futuro, los tipos de enfermedades y los males que las originan.

Tabla 1.

Plantas de uso medicinal

Nombre común

Usos medicinales materiales y/o espirituales

Agua lima

Especie de alga marrón que crece en las orillas de ríos y quebradas. Se emplea en infusión para curar dolores menstruales.

Anís de río

Arbusto que crece en las orillas de ríos y quebradas y se emplea para el tratamiento de enfermedades respiratorias. Se toma en infusión.

Árbol Zero

De la corteza y la sabia de este árbol los curanderos obtienen diversos beneficios, siendo los más conocidos el uso de la corteza en infusión para combatir enfermedades de la piel y la fiebre. De su sabia se obtiene una manteca o grasa que se emplea para el tratamiento de granos y heridas.

Choclo

Árbol que crece en las montañas y con cuya corteza se prepara un té o infusión para tratar la fiebre.

Bejuco de ajo

Liana o bejuco que crece en las montañas y se emplea para el rito del cacao en el sahumerio, así como para condimentar los alimentos.

Si se macera en un molcajete, se puede emplear para tratar la picadura de alacrán, arañas y otros insectos.

Bejuco cuaco

Se emplea para tratar picaduras de insectos, macerando las hojas hasta obtener un emplasto.

Si se cocina en infusión o té, entonces servirá para tratar la fiebre por infección.

Bejuco estrella

Tiene la misma función que el bejuco cuaco.

Cacao chivú

Se receta en infusión para combatir la hipertensión y migrañas.

Calaguama

Es una especie de helecho que crece cerca de troncos en descomposición y en terrenos húmedos. Se emplea en infusión para combatir la diabetes, la hipertensión, piedras biliares y renales, mal de orine, entre otros males relacionados al sistema urinario.

Caña agria roja y verde

Se emplea para el tratamiento de enfermedades urinarias. Según los curanderos la más poderosa es la roja.

Caraña

Es un árbol de cuya sabia se extrae una pasta que los curanderos lavan en las fuentes de agua natural y luego envuelven en hojas de bijao o caña.

Se emplea para curar heridas sangrantes en la piel con cataplasmas, para el pasmo, para los granos, para los hongos y para hacer sahumerios en combinación con otras plantas cuyo objetivo es alejar el mal y atraer la buena fortuna.

Cedrón

Generalmente los curanderos emplean la semilla de este árbol, aunque en algunas ocasiones recetan la cáscara. Se receta en infusiones para tratar enfermedades de la piel, como granos, prurito, escozor, acné, psoriasis; además, de parásitos del tracto intestinal y para las picaduras de mosquitos, avispas, abejas, arañas, alacranes y serpientes.

Un uso muy particular es como tratamiento contra el parásito de la leishmaniosis, una enfermedad muy común entre la población indígena de la zona que atienden los curanderos entrevistados y que se transmite por la picadura de un mosquito.

Las infusiones se recetan por espacio de quince días. Luego el paciente detiene la ingestión por quince días y luego continúa por igual período para finalizar el tratamiento.

Si se macera y se mezcla con alcohol, menticol o bayrum, se emplea para el tratamiento de los piojos y liendres, hongos en los pies, etc.

Esta planta también tiene un uso espiritual, pues los curanderos aconsejan la toma de la infusión los martes y viernes para ahuyentar los malos espíritus.

Chicoria

Planta gramínea de tallo grueso y hojas de color verde oscuro que se emplea para el tratamiento de enfermedades del tracto digestivo, recetándose en infusiones.

Contragavilana

Planta de tallo largo y hojas verdes alargadas que se emplea para el tratamiento de enfermedades digestivas relacionadas con la producción de bilis. Según los curanderos se emplea para limpiar la sangre sucia, cuando la persona presenta enfermedades en la piel como granos.

Su sabor es amargo, al igual que el cedrón y se emplea con infusión durante una semana en tomas en la mañana y en la tarde, antes de acostarse. Se receta, al igual que el cedrón, como remedio contra picaduras de insectos, arañas, alacranes y contra la leishmaniosis.

Copé

Se maceran sus hojas y se utiliza como emplasto para el tratamiento de granos y erisipela.

Coquillo

Se receta en emplastos para curar granos y erisipela.

Corrimiento

Se emplea para curar fiebres altas, al ser ingeridas sus hojas en infusión.

Corocita

Es una palma de cuyos frutos (parecidos al nance), se obtiene una manteca que los curanderos denominan manteca negra que es empleada para tratar granos, picaduras de diversos insectos y quemaduras.

También se obtiene de estos frutos la chicha bruja, que es una bebida que se fermenta y produce efectos de embriaguez.

Cuartilla

Se emplea en infusiones para el tratamiento del asma y enfermedades respiratorias, así como para bajar la fiebre.

Curarina

Planta de cuyas hojas se obtiene una infusión que deben consumir las personas que han sido mordidas de serpientes o sufrido picaduras de alacranes o arañas.

También se receta en combinación con la semilla de cedrón, hojas de bejuco de ajo y corteza de zero para ser macerados y colocado como emplasto en la zona afectada.

Dormidera

Esta planta rastrera era muy común en toda la provincia de Veraguas. Sin embargo, poco a poco ha ido desapareciendo, por lo que en las áreas montañosas de Santa Fe se emplea para el tratamiento de enfermedades del sistema nervioso y para el insomnio.

Drago

Es un árbol cuya corteza es empleada por los curanderos para tratar enfermedades de la piel. Se emplea como emplasto al macerarla.

Guabito

Árbol de cuyas raíces los curanderos extraen infusiones que han de ser ingeridas para combatir problemas urinarios como cálculos renales, mal de orine o para mejorar la salud de las mujeres con dolores agudos producto del período menstrual.

Guarumo

Esta planta es muy común en la zona en estudio. Sus hojas son empleadas en infusiones para tratar enfermedades del tracto respiratorio como asma y fiebre.

Helechillo

Es una planta subacuática que crece entre las piedras de los ríos y quebradas, preferiblemente en las zonas de corrientes suaves. Se emplea en infusión para la cura de enfermedades del tracto respiratorio como el asma.

Hierba de sapo

Es una hierba común en las zonas muy húmedas, cerca de quebradas y ríos y cuyas hojas son recetadas en emplasto para el tratamiento de enfermedades como la erisipela, hongos, tiña, entre otras.

Hierba del espíritu santo

Se emplea sobre todo para enfermedades de tipo espiritual como el mal de ojo y para la protección contra las malas energías que tenga una persona. Se receta en infusión y se pueden emplear las hojas y las raíces.

Hinojo

Es una hierba con hojas en forma de corazón, muy común en la provincia de Veraguas. Se emplea en infusión para tratar problemas respiratorios como el asma.

Hoja de teñir

Es recetada para el tratamiento de los períodos menstruales dolorosos.

Hombre grande

Sus raíces son empleadas para hacer infusiones que combaten el azúcar en sangre.

Mal ojo

Sus hojas son empleadas para combatir los males espirituales relacionados con las malas energías que derivan en el mal de ojo.

No se debe consumir como infusión, pues no es digerible por el ser humano. Más bien, se hierven las hojas y se debe hacer baños dos veces al día, los martes y viernes para cortar el mal de ojo.

 

Malva de agua

Es una hierba que crece en lugares muy húmedos y se emplea para tratar enfermedades del tracto respiratorio. Se receta en infusiones.

Naranjito

Se emplea para el tratamiento de la hipertensión, así como para combatir infecciones urinarias.

Ñajú

Planta gramínea parecida al maíz, pero cuyos frutos crecen en un capullo que al secarse se cosechan y se muelen en un metate para obtener un polvo que será empleado como infusión para curar enfermedades del tracto digestivo como indigestión, diarrea, vómitos, náuseas, entre otras.

Orozul

Esta hierba se emplea para el tratamiento de enfermedades de la piel como granos, así como para bajar la temperatura en pacientes con fiebre alta. Se consume en infusión.

Ortiga morada

En baños calientes, sirve para contrarrestar el mal de ojo.

Se emplea para el rito del cacao.

Se emplea para curar a niños mal portados, dándoles pequeños toques[8] en las piernas.

Palmilla

Planta gramínea de cuyos frutos maduros se hacen infusiones para el tratamiento de diarrea y flatulencias.

Palo santo

Es una planta de usos muy diversos que van desde lo espiritual (cura contra el mal de ojo), hasta el tratamiento de fiebres, dolores de cabeza, tos, asma, entre otros.

Sus hojas se preparan en una infusión.

Paico

Esta planta es una hierba cuyas hojas se preparan en una infusión y sirve para combatir los parásitos intestinales y estomacales.

Pasmo

Existen diferentes clases de pasmo, pero todas tienen la función de combatir los pasmos y dolores de cabeza asociados a éstos.

El médico tradicional generalmente los receta en infusiones, pero se puede emplear macerado en rollitos que se colocan en el canal auditivo del paciente para eliminar los dolores de cabeza.

También se pueden mezclar diferentes clases de pasmo en alcohol, menticol o bayrum y dejar reposar las hojas en el líquido por lo menos una semana para que desprenda sus poderes curativos que serán aplicados con masajes en el área afectada por el pasmo, que generalmente es la cabeza, cuello, hombro y espalda.

Sagú

Es una planta parecida al bijao, de cuyas raíces se extrae un tubérculo pequeño que, al ser secado al sol y luego macerado en metate, se extrae un polvo que se cuece para hacer una crema que será consumida como suplemento nutricional por las personas con estado de salud débil.

Los médicos lo recomiendan para los niños en lactancia, los enfermos crónicos y las mujeres en período de amamantar.

Totumo o calabazo

Su uso más extendido es en las artesanías, pero su pulpa se emplea para el tratamiento de enfermedades ligadas a los partos, como el sangrado masivo. En ese caso, el curandero receta un té.

También se emplea para tratar el asma y fiebres recurrentes.

Algunos curanderos consideran que el consumo de este té en mujeres recién paridas aumenta la producción de leche materna.

Vale

De sus hojas se extrae un veneno altamente tóxico que se emplea para combatir plagas de cucarachas y ratones.

Viborilla

Es una planta de hojas grandes cuya rama se emplea para combatir los efectos de las mordeduras de serpientes. Se macera la rama y se coloca como emplasto en la herida y debe ser cambiado constantemente por espacio de 8 días.

 

Tabla 2.

Plantas de uso artesanal

Nombre común

Usos artesanales

Bejuco de ajo, bejuco real y de java

Son empleados para la confección de cestería como motetes, javas (empleados para cargar alimentos o productos pesados sobre la espalda del campesino o indígena). La naza es una cesta que se emplea, sobre todo, como trampa para la pesca de peces pequeños y crustáceos.

Caña blanca

Se emplea en la construcción de viviendas, aunque ya su uso está desapareciendo por el uso de bloques de cemento.

Caña Brava

Generalmente se emplea en la construcción de viviendas y del encañizo[9].

Cedro, cedro espino.

Su uso general es para la confección de bateas, mecedores o cucharones y pilones[10].

Hoja de teñir

Se emplea básicamente para la obtención del color rojo en las fibras vegetales. Para obtenerlo, el artesano cocina las hojas de esta planta junto con las fibras a teñir.

Majagua y majagüillo

Son árboles de cuya corteza los artesanos extraen fibras para confeccionar las chácaras. Sus fibras se pueden teñir de diversos colores, aunque destacan el color chocolate propio de la fibra y tonos ocres obtenidos de la yuquilla y el coquillo.

Mango

De su tronco los artesanos extraen la madera necesaria para confeccionar bateas, platos, cucharones, mecedores y pilones.

Musinga

Liana o bejuco con el cual los artesanos confeccionan un tipo de sombrero muy particular de la región.

Ñumí

Árbol de cuyas fibras los artesanos confeccionaban vestidos y cuyo uso ha decaído notablemente en las comunidades estudiadas en esta investigación.

Palma de hilar, palma gira o chonta.

Sus hojas nuevas o cogollos se emplean en la confección de los sombreros característicos de la región del norte de Santa Fe.

Para su selección el artesano corta esta parte de la palma y la raspa para quitarle la clorofila. Luego, lava las hebras en las quebradas y las deja en sereno una noche para, posteriormente, secarlas al sol y empezar al proceso de tejido de las riatas[11].

Dependiendo del color de las hebras, el artesano las tiñe con plantas del entorno (hoja de teñir para el rojo, coquillo para el amarillo, yuquilla para el café). Si desea obtener el color negro, el artesano introduce las hebras en fango o lodo en lugares seleccionados por una noche. Luego, al amanecer del día siguiente, se lavan para quitar impurezas y el color negro permanece sin posibilidad de desteñirse.

Del tronco de esta planta los pobladores los pobladores construyen el piso de las viviendas de tipo tambo[12].

Palma real

Se emplea, sobre todo, en la construcción de viviendas, pues sus pencas son ideales como techo.

Igualmente, su uso está desapareciendo por el uso de materiales como el zinc.

Pita o cabuya

Se emplea con mayor frecuencia en la confección de chácaras y para la obtención del hilo con el que se cocerán las riatas que darán forma al sombrero santafereño.

Para obtener las fibras, el artesano macera la hoja de pita o cabuya quitándole la mayor parte del agua y la clorofila, al igual que la corteza blanda que les recubre. Luego de ello, se lavan las fibras, se colocan al sol y se les aplica un proceso para ir hilando hebras de diferente grosor.

 

DISCUSIÓN

Las plantas de uso tradicional, en la medicina como en las artesanías, han jugado un papel importante en la formación de la cultura de la región del norte de Santa Fe de Veraguas.

La división social del trabajo que se observa en la investigación sugiere que, en efecto, tanto hombres como mujeres cumplen un papel trascendental en la reproducción social de la cultura, misma que ha sido moldeada de la mano del uso de los elementos naturales del medio que rodea a las poblaciones de Guabal, Ortiga y río Luis.

A pesar de ello, el trabajo de las mujeres, tanto en medicina tradicional como en la artesanía parece estar regido por designios que le colocan en un plano inferior al del hombre dadas las creencias en los ciclos lunares y en los períodos menstruales que inciden negativamente en su labor.

En el contexto de la existencia de una relación hombre-naturaleza, las comunidades marginadas del norte de la provincia de Veraguas reciben ayuda material y espiritual de los curanderos quienes emplean sus conocimientos ancestrales para curar enfermedades del cuerpo y del espíritu. Además de ser elementos importantes en la obtención de implementos que hacen la vida cotidiana más fácil, pues los artesanos confeccionan objetos de valor que facilitan el diario quehacer en las regiones montañosas.

 

CONCLUSIONES

La medicina tradicional poco a poco ha ido perdiendo influencia entre las poblaciones que habitan en el norte de Santa Fe, debido a factores como la entrada del mundo desarrollado gracias a la construcción de la carretera asfaltada que une dichas comunidades con Santa Fe cabecera y Santiago de Veraguas. Este hecho ha llevado a los habitantes de la región a procurar la medicina moderna y científica, que se brinda en centros de salud de Calovébora, río Luis, Santa Fe cabecera o en los hospitales y clínicas médicas de Santiago.

Aunado a lo anterior, la profesión de curandero está desapareciendo de estos lugares debido a que los descendientes de los actuales curanderos han preferido migrar a lugares donde encuentren oportunidades de empleo en el mundo desarrollado, abandonando con ello la posibilidad de continuar con una tradición que ha pasado de generación en generación.

El proceso de potrerización[13] está entrando con gran fuerza en la región en estudio, lo que conlleva la desaparición de especies de plantas empleadas en medicina o artesanías en las zonas adyacentes a las comunidades en estudio.

A pesar de lo anterior, aún existen costumbres muy arraigadas entre los habitantes de la zona en estudio como la creencia en lo sobrenatural que pueden ser explicadas por los curanderos, sobre todo con respecto a las enfermedades espirituales.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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García, J., Ramírez, B., Robles, G., Zañudo, J., Salcedo, A. y García, J. (mayo-agosto de 2012). Conocimiento y uso de las plantas medicinales en la zona metropolitana de Guadalajara. Desacatos(39), 29-44.

Heckadon, S. (2009). De selvas a potreros la colonización santeña en Panamá: 1850-1980. Panamá: Excedra Books.

Herrera, J., Guevara, G., & Munster, H. (2015). Los diseños y estrategias para los estudios cualitativos. Un acercamiento teóricometodológico. Gaceta médica espirituana, 50-62.

Rodríguez, F. (23 de octubre de 2024). Medicina tradicional. (R. A. Pineda, Entrevistador)

Rodríguez, H. (20 de octubre de 2024). El Velo del cacao. (R. Pineda, Entrevistador)

Rodríguez, M. (2020). Identidad, cultura y etnicidad: una aproximación teórica. Apuntes acerca de la problemática sociocultural e identitaria de los latinos en Estados Unidos. Novedades en población, 212-241.

Rodríguez, M., Sánchez, P., Méndez, R., Marrero, R., Jaramillo, L. y Garcés, X. (julio-septiembre de 2022). Las plantas medicinales en la prevención y el tratamiento de la COVID-19. Acta Médica del Centro, 16(3), 417-426.

Rubio Vega, B. (2006). Voces de la desesperación: la desestructuración alimentaria en México. Gaceta Laboral, 12(1), 71-92. https://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-85972006000100004

 

 

 

 

 

 



[1] Según Facundo Rodríguez (2024), a esta característica los curanderos le atribuyen poderes especiales y por ello se denominan “reyesitos”.

[2] Especie de bambú delgado, flexible y muy resistente, de color amarillo.

[3] Conocido en otros países como termitas.

[4] Líquido viscoso tipo látex que se extrae de las excrecencias de un gusano que barrena el árbol de caraño.

[5] Vasija confeccionada con el fruto del árbol del totumo o calabazo.

[6] Mitá o mitad, nombre dado al hijo de una pareja de primerizos que tuvieron tres o cinco hijos. Es decir, el segundo de tres o el tercero de cinco.

[7] Bordón es el último hijo de una pareja de primerizos.

[8] Esta práctica, a la luz de nuestra cultura occidentalizada parece ser cruel, debido al escozor y dolor que causa al niño, quien, según los entrevistados, aprenderá a quedarse quieto y no portarse mal.

[9] Especie de mochila de carga ligera que el campesino o indígena lleva sobre su espalda. Se unen las cañas empleando bejuco real, majagua o majagüillo.

[10] Objeto de madera de forma cónica dónde los campesinos suelen moler granos como el arroz para descascarillarlo o el maíz para quebrarlo.

[11] Riatas: nombre dado por los artesanos al tejido de hebras que serán empleadas posteriormente en la costura de los sombreros.

[12] Tambo: vivienda de madera construida sobre pilares de maderas duras e imputrescibles.

[13] Proceso descrito por el antropólogo panameño Stanley Haeckadon Moreno (2009), como aquel mediante el cual las selvas se devastan para dar paso a la creación de potreros aptos para la agricultura y ganadería.