Revista Colón Ciencias, Tecnología y Negocios

ISSN: 2313-7819

Indexada en: Latindex, ROAD, MIAR
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Vol. 7, No. 1, pp. 69-82   Enero – Junio 2020
Recibido: 16 de diciembre de 2019       Aceptado: 28 de diciembre de 2019

 

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CONTRIBUCIONES AL CONOCIMIENTO


LAS RAÍCES DE LOS PESCADORES EN LA
FIESTA RELIGIOSA DE SAN PEDDRO Y SAN PABLO

  

(The roots of the fishermen in the religious festival of San Pedro and San Pablo)


Libia Ayón Villafuerte, Maritza Pibaque Pionce, Delton Barcia Pincay1

1 Universidad Estatal del Sur de Manabí, Facultad de Ciencias Económicas, Ecuador.
Email: soledad.ayon@unesum.edu.ec; m1_aritza@hotmail.com; josuebarcia12@gmail.com

 


 

RESUMEN

Una de las mejores formas de conocer y comprender las raíces de cualquier cultura es participar de sus fiestas. La presente investigación propende potenciar la festividad religiosa de los manabitas de San Pedro y San Pablo en los meses de junio y julio, manifestación cultural propia de la cultura chola del perfil costero de Manabí que en conjunto con el referente turístico genera recursos económicos a las comunidades que celebran estas festividades, considerando que una festividad es por esencia un fenómeno socio cultural multiforme y por ello implica el análisis de una teoría social que complemente la investigación. Basado en el análisis del potencial turístico, se aplicó métodos de enfoques investigación de campo, documental y bibliográfico realizando entrevista y encuestas realizadas a los habitantes. De acuerdo al análisis de la información que se obtuvo, se estableció que los habitantes de la parroquia se encuentran accesible a la llegada de visitantes que deseen compartir sus festividades. La parroquia Machalilla celebra estas fiestas y al mismo tiempo promociona sus recursos naturales, lo que está impulsando la construcción del Puerto Pesquero Artesanal que genera nuevas plazas de trabajo en el sector.

PALABRAS CLAVES

Potencial turístico, festividades, puerto pesquero, manifestación cultural.

ABSTRACT

One of the best ways to know and understand the roots of any culture is to participate in its festivities. The present investigation intends to promote the religious festival of the San Pedro and San Pablo Manabitas in the months of June and July, cultural manifestation of the cholo culture of the coastal of Manabí that together with the reference in tourism generates economic resources to the communities that celebrate these festivities, considering that a festival is essentially a socio-cultural event and implies the analysis of a social theory that complements the research. Based on the analysis of tourism potential, field research methods, documentary and bibliographical approaches were applied to conduct interviews and surveys carried out to the residents of the community. According to the analysis of the information, it was established that the residents are accessible to welcome visitors who wish to share their festivities. The Machalilla parish celebrates these events and at the same time promotes its natural resources, which is driving the construction of the Artisanal Fishing Port that generates new jobs in the sector.

KEYWORD

Tourism potential, festivities, fishing port, cultural manifestation.

INTRODUCCIÓN

Una festividad es por esencia un fenómeno socio cultural multiforme y desde el contexto ecuatoriano se hace referencia a una interacción de prácticas, modelos, procesos o fuerzas sociales de naturaleza y trayectoria que contiene principios de novedad, transición, adaptación, mejoramiento y rendimiento expresados mediante instrumentos, mecanismos y demás recursos de creación, innovación, experimentación y aprendizaje que traducen lo propio del fenómeno estudiado, sin perder la identidad.
Se destaca en esta investigación la importancia de El Buen Conocer entendido como inherente e indispensable para un Buen Vivir, fundamental para la construcción de una Economía Social del Conocimiento (ESC) como alternativa práctica, y coherente con la noción de Buen Vivir promulgada en la Constitución de 2008 en Ecuador siendo un concepto propio de los pueblos ancestrales. El Buen Conocer (Sumak Yachay), exige que la gestión de dichos saberes provenga precisamente de los propios pueblos y comunidades portadoras, a través de una interacción entre ellas y de un diálogo horizontal y continuo con otros saberes diversos del conjunto de la sociedad contemporánea construyendo un ecosistema donde se pueda alojar el Buen Vivir como proyecto de sociedad.
La necesidad de que exista, se preserve y se reproduzca un Buen Conocer, es también la necesidad de construir una propuesta alternativa a la gestión del conocimiento del capitalismo cognitivo que ha cercado “casi” todo el conocimiento, controlando y mercantilizando gran parte en las diversas áreas del saber y del hacer, de forma particular respecto a los bio-conocimientos, fundamentales desde la perspectiva y gestión de los saberes ancestrales, tradicionales y populares (Santos, 2010)
Al reflexionar sobre este aspecto en la Cumbre del Buen Conocer, celebrada en Quito entre el 27 el 30 de mayo de 2014, se declaró (Declaraciones Cumbre del Buen Conocer, 2014) los conocimientos y saberes ancestrales, tradicionales y populares no son solo saberes del pasado, son prácticas vivas de los diversos pueblos y nacionalidades del país. Tener presente estos conocimientos y saberes sirve para comprender el pasado, el presente y sobre todo para construir el futuro en conjunto con las diversas culturas y saberes que habitan el Ecuador, haciendo un uso efectivo del concepto de inter-culturalidad.
La forma de vida y las expresiones de una sociedad determinan su cultura. La cultura que se compone por las costumbres, los códigos, las normas, las tradiciones, y las distintas expresiones artísticas, y representan para el ser humano un hecho vital. La cultura es lo que da identidad y es por eso que el Estado debe garantizar su socialización, porque la cultura no se puede hacer sola, no es algo individual, necesita de apropiación, sino no podría tener existencia.
Al reflexionar en este sentido la cultura es todo complejo que incluye el conocimiento, el arte, las creencias, la ley, la moral, las costumbres y todos los hábitos y habilidades adquiridos por el hombre no sólo en la familia, sino también al ser parte de una sociedad como miembro que es. Se define en las ciencias sociales como un conjunto de ideas, comportamientos, símbolos y prácticas sociales, aprendidos de generación en generación a través de la vida en sociedad. Sería el patrimonio social de la humanidad o, específicamente, una variante particular del patrimonio social.
Es importante recalcar que la principal característica de la cultura es un mecanismo acumulativo porque las modificaciones traídas por una generación pasan a la siguiente generación, donde se transforma, se pierden y se incorporan otros aspectos que buscan mejorar así la vivencia de las nuevas generaciones.
Se infiere entonces, que cada país tiene su propia cultura, misma que está influenciada por varios factores, entre ellos, los pueblos que ya pasaron por el país, la música, la danza, la forma de vestir, la tradición, el arte, la religión, etc. La cultura puede ir más allá de las fronteras, pudiendo haber una misma cultura en diferentes países y diferentes culturas en un mismo país. Es la gran filosofía que se explica como el conjunto de manifestaciones humanas que contrastan con la naturaleza o el comportamiento natural.
Las distintas manifestaciones artísticas como la música, la danza, el teatro, etc. son formas de exteriorizar o de contar nuestra historia, narrar el contexto. Por esto la cultura también es un legado y sirve de base en una sociedad porque en ella se transmiten enseñanzas para las siguientes generaciones. Walsh (2007) afirma que las manifestaciones artísticas permiten adaptarnos a distintos soportes para la transmisión de saberes y además sirven para el cuidado de la salud mental y corporal de la humanidad. Cuando la gente se siente vulnerable busca salir de esa situación, busca fuerza, busca poder y justamente eso es la cultura: poder.
Esta investigación hace referencia a la festividad religiosa de los manabitas de San Pedro y San Pablo en los meses de junio y julio, promoviendo y rescatando las raíces de los pecadores. Es que en situaciones extremas, el ser humano se defiende consumiendo cultura, es decir que estando sumergidos en el caos, la gente busca la manera de escapar del mismo aunque sea por momentos. Y esto es algo que se hizo desde siempre, desde los esclavos que exteriorizaban la opresión a través del canto hasta cualquier persona que hoy en día viaja en colectivo escuchando música, o leyendo un libro para dejar de lado la rutina. Es notable que tanto productores como consumidores de la cultura se resguarden en ella para encontrar un equilibrio y seguir.

MARCO REFERENCIAL

La cultura juega un papel mucho más importante de lo que se supone y se constata ya que las decisiones políticas, las iniciativas económicas y financieras y las reformas sociales, tienen muchas más posibilidades de avanzar con éxito si simultáneamente se tiene en cuenta la perspectiva cultural para atender las aspiraciones e inquietudes de la sociedad. Se realza además de forma especial la contribución de la cultura como factor de cohesión ante los procesos de profundización de desigualdades económicas y de tensiones de convivencia social. Esta tendencia se percibe particularmente, en la dimensión que las mismas representan en el plano de los intercambios de bienes y servicios culturales entre las economías de las naciones (Sen, 1998).
Esta investigación destaca especialmente la necesidad de incorporar la cultura como elemento estratégico a las políticas de desarrollo nacionales e internacionales, así como a la cooperación internacional para el desarrollo, tomando en consideración la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas (2000), y la especial atención que éste documento otorga a la erradicación de la pobreza. Asimismo, reafirma la importancia del vínculo existente entre la cultura y el desarrollo para todos los países, en especial aquellos en vías de desarrollo, y se reafirma en la necesidad de apoyar las actividades realizadas en el plano nacional e internacional para que se reconozca el auténtico valor de ese vínculo.
Más allá del proceso de transición, resulta muy interesante el valor otorgado al conocimiento como una herramienta indispensable para alcanzar el Buen Vivir, que por su propia definición bio-céntrico pone a la vida en el núcleo de sus preocupaciones. Como dice Carpio (2009) se trata de “hacer visibles las formas de conocimiento producidas por aquellos quienes supuestamente son los 'objetos' del desarrollo para que puedan transformarse en sujetos y agentes (p.124)”. Esto implica otorgar un rol central a los sujetos poseedores de estos conocimientos de vida, sujetos históricamente periféricos en la creación de conocimiento pero que a partir de una buena gestión del conocimiento de colonial que se propone, pasarán a tener un rol central en la (re)construcción de los conocimientos.
La Constitución ecuatoriana de 2008 establece con claridad la “plurinacionalidad”, la “interculturalidad” y la convivencia entre diversas culturas como principios políticos fundamentales, con explícito reconocimiento de la construcción de un país en diversidad, opuesto a la dominación y al colonialismo desde su Artículo 1: “El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico (...)” o el establecimiento de la oficialidad del kichwa y el shuar en la “relación intercultural” y de “los demás idiomas ancestrales (...) para los pueblos indígenas en las zonas donde habitan y en los términos que fija la ley, junto con la obligación del Estado de respetar y estimular su uso (Art. 2).
También en la obligación del Estado ecuatoriano “fortalecer la unidad nacional en la diversidad” y de “proteger el patrimonio natural y cultural del país” o en la definición del territorio ecuatoriano como “una unidad geográfica e histórica de dimensiones naturales, sociales y culturales, legado de nuestros antepasados y pueblos ancestrales” (Art. 4). Las nociones de plurinacionalidad e interculturalidad informan todo el texto constitucional y aparezcan explícitamente en numerosas ocasiones.
Walsh (2007) plantea que la interculturalidad, señala y significa procesos de construcción de conocimientos “otros”, de una práctica política “otra”, de un poder social “otro”, y de una sociedad “otra”; formas distintas de pensar y actuar con relación a y en contra de la modernidad/colonialidad, un paradigma que es pensado a través de la praxis. Este uso de “otro” no implica un conocimiento, una práctica, un poder o un paradigma más, sino un pensamiento, una práctica, un poder y un paradigma de y desde la diferencia, desviándose de las normas dominantes y a la vez desafiándolas radicalmente.
Se corrobora que la interculturalidad es un instrumento para descolonizar para una “neo-colonización” más sofisticada del sistema mundo-moderno (Quijano y Wallerstein, 1992). Tomando riesgos que pueden aparecer en este proceso de descolonización, sin embargo ahora es importante considerar las condiciones para la apropiación del concepto de interculturalidad, plantearla con un carácter crítico que minimice estos riesgos y aprovechar su potencial como herramienta constitucional para desarrollar acciones de equidad cultural. El uso adecuado de esta herramienta exige su combinación con otro concepto constitucional que ha sido una gran reivindicación histórica desde los pueblos y nacionalidades: la plurinacionalidad.
Al mismo tiempo que la interculturalidad plantea la necesidad de diálogo entre culturas, la plurinacionalidad plantea la convivencia armónica y sobre todo igualitaria de las diversas culturas/naciones que cohabitan en el territorio ecuatoriano. En tal sentido, tanto la interculturalidad como la plurinacionalidad implican un dialogo recíproco entre culturas iguales en importancia y jerarquía que coexisten también como naciones diversas en un determinado espacio y tiempo.

Fiesta de San Pedro y San Pablo

Como dijo el actor, el centro de la cuestión está en que la cultura es fuerza, es poder, y a través de ella la sociedad encuentra un punto común, que es la identidad, es lo que somos. Por un lado, la cultura es importante porque ante situaciones adversas sirve para replegarse sobre sí mismo y recordar quiénes somos, y por otro lado porque sirve para expresarse y la libre expresión es tan vital como la supervivencia.
En pueblos y ciudades de la provincia de Manabí se desarrolla, anualmente, la fiesta de los presidentes San Pedro y San Pablo también reconocida como la de los presidentes blancos y negros. Esta fiesta se celebra todos los años entre los meses de junio y agosto en la provincia de Manabí. No existe un acuerdo respecto a su origen en la literatura referente a ella, ni en la prensa, ni tampoco en los relatos de las personas que asisten a la misma (Naranjo, 2002). Según las memorias de algunos se habría iniciado en la época de la colonia a consecuencia de una embarcación de esclavos provenientes de Nueva Guinea que llegó por accidente a la costa ecuatoriana.
Ello explicaría que la celebración represente dos repúblicas que en principio son “enemigas”: la república de San Pedro del gobierno de los negros y la república de San Pablo conformada por el gobierno de los blancos. De esta manera se sobrepone en la fiesta una noción de repúblicas con una veneración de santos de la tradición católica.
La representación de la fiesta como una visita de la república de los negros que a la vez está constituida por un grupo de esclavos provenientes de Guinea y el recibimiento de los blancos, a través de acuerdos y rituales protocolarios, también se podría interpretar como un documento de la memoria sobre los intentos por parte de esclavos negros de conformar gobiernos independientes con reyes propios, especialmente en El Caribe. En 1548 ocurre una fuga de esclavos negros, quienes organizaron un gobierno y reconocieron como rey a un esclavo llamado Bayano. De igual forma, otro grupo en 1549, el cual era encabezado por Felipillo, se organizó en el Golfo de San Miguel (Garziz, 2006).

Decreto como patrimonio cultural inmaterial

Fue en Puerto López que el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, a través del área de Investigación Histórica y Patrimonio Cultural Inmaterial, en reconocimiento a los diversos procesos interculturales que se desarrollan en estas celebraciones, declaró como Patrimonio Inmaterial del Ecuador, a la Fiesta de San Pedro y San Pablo, mediante resolución N.008 del 28 de junio de 2007. Los apóstoles y el mar La solemnidad de San Pedro y San Pablo es la conmemoración del martirio en Roma de los apóstoles Pedro y Pablo, cada 29 de junio, que constituye una de las mayores celebraciones religiosas para los cristianos católicos y ortodoxos.
Las festividades de San Pedro y San Pablo que se celebran en la parroquia Machalilla de Puerto López fueron declaradas como Patrimonio Cultural Inmaterial del país por el Instituto Nacional de Patrimonios del Ecuador (INPE). El decreto patrimonial fue entregado a las autoridades municipales y organizadores de las festividades religiosas de la parroquia de pescadores por parte del director del INPE, Iván Armendáriz. Armendáriz indicó que es la tercera fiesta nacional que se declara como Patrimonio Cultural Inmaterial. Antes se lo declararon así a la "fiesta del danzante" y de "la mamá negra". “El nombramiento constituye un orgullo local para toda la región, para toda la provincia de Manabí y para el Ecuador entero”, dijo Armendáriz cuando entregaba el decreto cultural al vicealcalde de Puerto López, Guido Baque.
La declaratoria también incluye a otros pueblos donde se celebran anualmente las festividades religiosas como Portoviejo, Manta, Montecristi, Jaramijó, Jipijapa, Pedernales entre otros. Procesión La procesión marítima que cada año realizan los pescadores de Manabí y Guayas, en honor a sus patronos San Pedro y San Pablo, fue declarada por el Gobierno de Ecuador como Patrimonio Cultural Inmaterial. Manabí, no sólo ofrece hermosas playas, encantadores pueblos de pescadores e importantes ciudades como Manta y el Parque Nacional Machalilla, sino que la procesión en honor a San Pedro y San Pablo hoy es considerada Patrimonio Cultural Inmaterial. La religiosidad de su gente ha hecho que la fiesta de San Pedro y San Pablo sea considerada como Patrimonio Cultural Intangible, un atributo más para atraer a turistas de todo el mundo.
En Manabí se practican diversas tradiciones alrededor de esta festividad. Sobre 20 embarcaciones pesqueras, cientos de habitantes de Ecuador elevaron oraciones para la buena pesca a sus protectores, los santos Pedro y Pablo, en la tradicional procesión marítima. La ceremonia se inició con una misa campal en la playa, donde el párroco de la ciudad, Lorenzo Carranzi, ofreció la pesca de la temporada a los dos apóstoles.
Ancestralmente, la Parroquia Machalilla tuvo sus primeros asentamientos desde el año 4000 A.C., con la presencia de la cultura Machalilla, Chorrera, Engoroy y la Manteña, dio su primer nombre a la cultura del periodo Formativo-medio, descubierta por Emilio Estrada Icaza.
Machalilla, fue un gran asentamiento prehistórico formando el bastión septentrional de Señorío Salangomé, en el extremo sur del poblado actual, la Machalilla Indígena era una urbe extensa, con plataforma, terrazas, y, albarradas grandes y pequeñas extendiéndose hasta los frailes.
Y es que esta Parroquia es una de las más antiguas de la Provincia de Manabí, que ocupa el centro de una amplia y hermosa ensenada, cuenta con una longitud aproximadamente de 3 kilómetros. Ubicada al suroeste de la Provincia, entre las Puntas Salango y San Lorenzo, con una extensión de seis leguas de longitud y cuatro en su mayor anchura.
En 1878 esta parroquia comenzó a tener sus primeros pobladores como Don Melchor Baque y Juan Tumbaco, quienes vinieron de Jipijapa para radicarse aquí. Con la necesidad de tener autoridad se nombra en el año de 1892 el primer Teniente Político, nominación recaída en el señor Juan Antonio Gómez. Sus habitantes iniciaron la construcción del templo en su mismo año con la colaboración del Ilustrísimo Obispo Pedro Sumaker.

Pescadores manabitas

Estos pescadores viven su fiesta en diversas fechas, entre junio y octubre, los trabajadores del mar rinden tributo a sus patronos, San Pedro y San Pablo, apóstoles de Jesucristo. Llegó el tiempo esperado; ya todo está listo. Las personas vinculadas a la actividad pesquera se preparan por varios meses para esta fiesta, que se celebra en diversas caletas manabitas. Los pescadores dejan sus lanchas acoderadas en el muelle pesquero de sus localidades para elevar una plegaria y festejar a San Pedro y San Pablo.
Se despiden por varios días del sonido que los arrulla por las noches, la melodía que les hace compañía en su trabajo: el reventar de las olas. Los marineros manabitas se refugian bajo los brazos protectores de Dios, en un acto de fe y agradecimiento participando en las fiestas de los santos apóstoles Pedro y Pablo junto a sus familiares y amigos. En Manabí se practican diversas tradiciones alrededor de esta festividad, que es celebrada en algunos sectores como Picoazá, Crucita, Los Arenales, San Jacinto, San Clemente, Las Gilces, Portoviejo, Jaramijó, Manta, Montecristi, Chone, Sucre y Pedernales, entre otros.
En estas celebraciones también hay supersticiones, como la de que una serpiente se venga de quienes no se rindan a los pies de Pedro y Pablo. También hay la creencia de que llegan tiempos de pobreza y desdicha para quienes provocaron el enojo de los apóstoles. En la celebración patrimonial desde 2007 los pescadores de Machalilla y Puerto López también paralizan sus actividades para celebrar a los apóstoles Pedro y Pablo con una misa en la playa y la procesión en sus costas. Esta última parte se cumple no solo aquí, sino en otras caletas donde hay fieles de los apóstoles; en estos recorridos, los santos son bajados de la Iglesia y llevados a barco. Al ritmo de la música se hace un recorrido en el que se incluyen actividades en cada embarcación, además, la gente suele llevar comida para compartir.
Tanto San Pedro y San Pablo tienen historias con el mar. Pedro, antes de iniciar su peregrinar en pos de su maestro, Jesucristo, era pescador y se llamaba Simón, se dedicaba a la faena junto a su hermano Andrés. Otros Apóstoles que fueron pescadores eran Juan y Jacobo. Simón Pedro recibió el llamado de Jesús cuando se encontraba pescando. De su parte, Pablo realizó sus viajes misioneros, anunciando el evangelio de salvación, en barco. Fueron 4 las travesías de este apóstol, quien era llamado Saulo de Tarso, previo a su conversión al cristianismo. En uno de esos viajes, cuando se dirigía a Roma, la barca en la que se trasladaba se hundió y Pablo naufragó. Su confianza en Dios lo salvó de morir ahogado (según cuenta la Biblia) y pudo llegar hasta su destino. Ese tipo de fe es la que mueve a pescadores y sus familiares a confiar en los apóstoles San Pedro y San Pablo, en cuyas festividades no puede faltar el baile, la comida manaba y el whisky.
Los protagonistas de la fiesta son San Pedro porque fue un apóstol pescador y San Pablo quien estuvo profundamente comprometido con su fe cristiana. Estas manifestaciones de fe se realizan en diferentes regiones: Montecristi, Colorado, Picoazá, Crucita, Los Arenales, Las Gilces, Parroquia San Pablo en Portoviejo. También en Manta, Jaramijó, San Jacinto y San Clemente, entre otras zonas de Manabí. Esta festividad representa una tradición para estas poblaciones que cada año demuestran su devoción por los apóstoles. La fiesta es una muestra de agradecimiento.

Historia y tradición

Hace más de medio siglo el Puerto de Machalilla fue importante para el comercio marítimo del Ecuador y su relación con otros Puertos, principalmente europeos. Entre los productos que salían por aquí figuraron el marfil vegetal, la tagua, como también el café y el cacao. Por aquellos días era febril el movimiento en este lugar de la costa sur manabita y sin grandes grúas, los hombros decididos de muchos trabajadores sumaron esfuerzo a jornadas activas de sol a sol, y aún a la luz de la luna (Ramírez, 2007)
Es un pasado difícil de sospechar cuando una persona llega de las calles tranquilas y observa los barcos pesqueros a unos pocos cientos de metros de la playa no hay muelle. La profundidad de las aguas en este lugar a poco trecho de la orilla, constituye una bahía natural donde llegaban barcos cargueros sin temor a quedarse encalladas en las aguas.
Sustenta esta investigación como una tradición y se organiza en homenaje a los apóstoles San Pedro y San Pablo desde hace muchos años, con ceremonias y procesiones que congregan a miles de devotos. Su origen es fortuito, pero se dice que se remonta a los tiempos de la colonia.
Estas fiestas son un elemento destacable del patrimonio intangible de la cultura chola de la costa ecuatoriana y manabita especialmente Esta fiesta también es un reencuentro entre familias que viajan de todas partes para celebrar a los santos apóstoles y pedir por los pescadores de las localidades. Las fiestas de San Pedro y San Pablo son preparadas con meses de anticipación.
El día de San Pedro y San Pablo se conmemora la vida de estos dos apóstoles. Ellos ofrecieron su vida por Cristo y gracias a sus actividades misioneras el cristianismo se amplió ligeramente. Pedro es conocido como el apóstol apasionado, pero frágil espiritualmente, el hombre elegido por Jesús para ser la roca de la Iglesia: Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia (Mateo 16, 16). Guardó con celo y devoción su misión hasta entregar su vida como mártir. Pablo, era culto, con formación rabínica, conocedor del pensamiento grecolatino. Él pasó de ser un perseguidor a un apóstol del cristianismo, su misión fue esencial porque desligó el cristianismo de la ley judía. Por esto los apóstoles son considerados las dos columnas de la fe cristiana. El sentido más profundo de esta festividad es rezar solemnemente el credo de la Iglesia, una santa misa católica y apostólica.
La idea común que se tiene sobre la tradición etimológicamente proviene del término del latín tradere, que en otras palabras es lo que viene transmitido del pasado de acuerdo a las diferentes culturas; es decir, es el conjunto de conocimientos que cada generación entrega a las futuras generaciones. La tradición, de hecho, actualiza y renueva el pasado desde el presente. En términos de adaptación sociocultural, es consustancial a toda sociedad; continuamente se crean nuevas formas de expresión cultural.

Fiesta como parte del patrimonio inmaterial del Ecuador

Las fiestas patronales de San Pedro y San Pablo, declaradas patrimonio inmaterial del Ecuador, son parte de la identidad Manabita donde cada año miles de fieles participan con devoción de los actos que se realizan en varios cantones de la provincia. Se realizó la procesión de los santos en el mar con la participación de cientos de personas que a bordo de las 13 embarcaciones pesqueras y pequeñas lanchas manifiestan su fe.
El gabinete de los Gobiernos de Blancos y Negros acude con sus banderas y bandas de pueblo hasta la iglesia de la parroquia, donde retiran a los Santos. Ya en altamar las embarcaciones se dirigen hasta el Islote Sucre, donde el sacerdote oficia la misa.
Posteriormente, se realiza el paseo marítimo, la música de las bandas de pueblo se confunden con el sonido del mar, mientras que el jurado calificador observa con atención cada uno de los barcos pesqueros, para poder designar al mejor engalanado.
Se puede corroborar que es maravilloso ver como el pueblo vive su fe, como se empodera de su patrimonio. En realidad, es una gran manifestación que ha superado las expectativas, el recorrido hasta el islote De la Viuda y el retorno a la playa, dura algo más de dos horas y media. Ya en tierra el festejo continúa con un homenaje al pescador y se da a conocer los resultados de la elección al barco mejor engalanado, siendo uno el ganador.
Con un año de anticipación empiezan los preparativos, San Pedro y San Pablo, son los patronos a quienes se encomiendan los pescadores que a diario realizan sus faenas en el mar para llevar el sustento a casa.
La Fiesta de San Pedro y San Pablo tiene información documentada en la Biblioteca de la Parroquia demuestra que, en 1945, ya se protagonizaban estas Fiestas y que tuvo sus inicios en el sitio conocido como Las Mercedes, donde se las celebró hasta el año 1965 quienes lo hacían pintándose las caras y las manos de colores blanco y negro lucían coloridos vestidos bordados a mano lo que le daba un tinte más bien de promulgar la paz, amistad y confraternidad. Bajo este estilo de celebración se rescata la existencia festiva de una era diferente con una duración de 20 años finalizado en 1965 (Palma, 2018)
En 19885, 20 años más tarde, el Sr. Alfonso Maldonado en consenso con armadores de barcos y varios amigos decidió dar una nueva tonalidad a las fiestas con el lineamiento conocido hasta la actualidad.

Pedro y Pablo, dos Santos muy venerados en Manabí

Las fiestas de Pedro y Pablo, los santos que despiertan amplia devoción entre los manabitas se iniciaron especialmente en algunos enclaves marinos de la provincia. Al filo de la ruta del sol, en la parroquia Machalilla, del cantón Puerto López, suroeste de Manabí, el viento helado sopla con fuerza en esta época del año y obliga a los moradores del sector a vestir ropa abrigada.
El 18 de junio, 3,000 de los 5,000 pobladores de esta caleta de pescadores artesanales habitantes confluyeron en la playa. Entre los acordes musicales de una banda de pueblo todos se forman al pie de mar. Entre ellos llegó Mariuxi Chancay. Vive en Machalilla y dice que los santos Pedro y Pablo eran marineros. Su afirmación se sustenta en que estos apóstoles vivieron siempre en territorios cercanos al mar, por eso la influencia sobre los pescadores. Las figuras de los santos, después de una misa que se desarrolla por dos horas en el malecón, son trasladados a la playa.

Paseo por el mar

En menos de una hora, los barcos estaban llenos de pescadores, sus familias y turistas que llegaron a mirar la fiesta terminaron siendo parte de ella. Las imágenes de Pedro y Pablo fueron ubicadas en barcos diferentes. Entonces empezó el paseo por un tramo de 8 km entre los islotes Sucre y La Viuda. Las embarcaciones adornadas con cintas multicolores eran visibles desde la playa. Heriberto Flores, cuenta que desde los 18 años que llegó a vivir a Machalilla carga a los santos. Hoy tiene 64 años y asegura que llevar las imágenes de Pedro y Pablo por el mar es algo único.
El trayecto náutico empieza en Machalilla y luego se proyecta hacia otros cantones. En el mar es toda una fiesta. Los priostes, aquí denominados presidentes blancos y negros, llevan en el interior de los barcos comida, bebidas de moderación. Es algo único, la fe que se tiene por los santos porque mueve a llevarlos hacia el mar, ellos son el soporte espiritual cuando se está en las faenas de pesca reseña Johnny Lucas Villarreal presidente blanco.

METODOLOGÍA

La metodología se centra en el paradigma cualitativo, descriptivo apoyada por el método histórico lógico a partir de un análisis documental. Para fundamentar la literatura en esta temática, se utilizó la técnica de la entrevista y observación sobre esta importante tradición, aportaciones que sirvieron de sustento para el desarrollo de este estudio, destacando la importancia que se le ha dado a estas fiestas desde hace muchas décadas atrás, concluyendo que las festividades de las fiestas de San Pedro y San Pablo forman parte de la cultura manabita de su desarrollo socio-cultural por lo que se ha declarado como patrimonio cultural.

RESULTADOS

Las apreciaciones de los habitantes afirman que todo el pueblo es creyente, son católicos y Pedro y Pablo han sido como una especie de guías y fortalezas cuando los padres, hermanos y esposos salen a sus faenas de pesca. Para los habitantes son razones suficientes, para que una vez al año se realicen las fiestas en honor a Pedro y Pablo. El 28 de junio, en Machalilla es especial. Por cuatro días se festejan a estos santos. Todo empieza con un servicio religioso. El acto central es el paseo marítimo.
Más de 500 feligreses se embarcan en amplias lanchas y desde la playa los llevan hacia siete barcos de madera. Expresiones como las de Mario Luchas Anchundia, un joven de la localidad junto con cinco amigos lograron subir a una de las embarcaciones. Es emocionante, he crecido con estas costumbres, ahora se puede conocer la importancia de las creencias, no solo se trata de una simple devoción, sino que se está conservando nuestra historia, nuestra identidad.
Como se pudo observar los pescadores de Machalilla paralizan sus actividades para celebrar a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo al ritmo de las tonadas musicales los días 27, 28, 29 y 30 de Junio.
Se hace un recorrido desde el Islote Sucre hasta el Islote La Viuda. Además, la gente suele llevar comida para compartir y venerar a Pedro y Pablo. Este tipo de fe, es la que mueve a pescadores y familiares a confiar en los Apóstoles en cuyas festividades se interrelacionan diversidad de cultura, demostrando amor, fe, amistad y mucha identidad cultural, potenciando las raíces de los pescadores en las fiestas religiosas de San Pedro y San Pablo.
Se determina que tanto la interculturalidad como la plurinacionalidad son dos conceptos fundamentales para conceptualizar y para construir una crítica profunda sobre las raíces de los pescadores en la fiesta de religiosa de San Pedro y San Pablo.

CONCLUSIONES

Machalilla, es el único puerto donde sus Fiestas Patronales de Pedro y Pablo, son declaradas Patrimonio Inmaterial de Estado Ecuatoriano y son precisamente los moradores de esta tierra los que impulsaron este proyecto ante las entidades encargadas del tema Cultura y la Consultoría realizada solo para esta jurisdicción. cada uno de los machalillenses y quienes tienen el privilegio de visitar este rincón ecuatoriano tienen la responsabilidad de llevar a un feliz término la programación de todos los actos culturales, religiosos, sociales y deportivos, de tal manera que el nombre de la querida tierra Machalilla quede en el sitial que se lo merece.
La tradicional fiesta de San Pedro y San Pablo no sólo es una fiesta religiosa de fe, sino realza de forma especial la contribución de la cultura como factor de cohesión ante los procesos de profundización de desigualdades económicas y de tensiones de convivencia social. Esta tendencia se percibe particularmente, en la dimensión que las mismas representan en el plano de los intercambios de bienes y servicios culturales entre las economías de las naciones.
Es una tradición ancestral que se viene multiplicando en diferentes barrios y comunidades, la indumentaria que utilizan es formal, luciendo cintas y otros adornos, e inician una serie de visitas y cortejos en los diferentes palacios donde siempre culminan en comilonas y bailes generalizados al compás de reconocidas orquestas.
Las fiestas de San Pedro y San Pablo, declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial, comprometen y establecen la importancia de avanzar en la sensibilización en los ámbitos locales, nacionales e internacionales.

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