La mujer desde épocas pasadas ha asumido el rol tradicional de madre, esposa y ama de casa. No es menos cierto, que ese patrón se ha trasmitido de generación a generación hasta nuestros días, debido a que nuestro país continúa con rasgos marcados de la sociedad patriarcal. Pero, luego del triunfo revolucionario en 1959, las mujeres obtuvieron un conjunto de libertades y derechos que, en la práctica, las igualaban con los hombres de la nación. La música constituyó un elemento de expresión de las mujeres mediante la cual manifestaban sus logrados avances de género. Ya no se definen en los textos melódicos como la mujer de antes: sumisa, denigrada y desvalorada; ahora se defienden como damas empoderadas. Las canciones populares en la Revolución Cubana de 1959 funcionaron como mecanismo de defensa de las mujeres para reafirmar sus derechos. La mujer de estos tiempos se liberalizó, se hizo más independiente, se muestra capacitada para tomar decisiones. Su discursó cambió con los nuevos tiempos; a pesar de ser desvaloradas, sexualizadas y maltratadas en los textos musicales recientes con una mayor frecuencia, ellas utilizan las canciones populares como una bandera para reafirmar su empoderamiento en la sociedad.