La familia sigue siendo la institución socializadora por naturaleza. En ese papel socializador de la familia se va construyendo la identidad de género en niños y niñas, misma que debe estar encaminada a esa búsqueda permanente de la igualdad. La enfermera de atención primaria, dentro de sus roles tiene la oportunidad de tener acceso a través de los programas maternal, infantil, adultos, salud mental y tercera edad; de orientar, asesorar y educar a la familia para que desde la infancia transmita, modele y actúe el rol tanto de la mujer como del hombre siempre fundamentado en la igualdad social. Este aporte de la enfermera tendrá frutos en la medida en que ésta haya identificado los estereotipos de género a los cuales ha podido estar sometida, de lo contrario termina distorsionando la realidad que busca la familia entorno a la igualdad de género en la crianza de los hijos e hijas. Finalmente, entre mejor abordemos la construcción social promoviendo los recursos que necesita la familia para transformar la crianza de niños y niñas respetando la igualdad, en esa misma medida hacemos la verdadera prevención en la violencia doméstica.