Este artículo explica cómo se ha entendido la instigación en la doctrina penal española. Para ello, se utilizó la técnica de revisión bibliográfica de distintos autores españoles y textos jurídicos respecto de la temática. Uno de los puntos de discusión relevante fue el relativo a los requisitos para que la instigación sea punible; estos son que la misma sea directa y eficaz. En el mismo se llegó a la conclusión, entre otras, que, la instigación es la determinación que hace el instigador sobre el autor instigado para que cometa un hecho delictivo. Dicha instigación debe ser anterior a la realización del hecho punible; debe ser, doblemente, dolosa, es decir, el dolo de la instigación y el dolo del delito; debe ser sobre una persona determinada y sobre un delito en particular; además, debe tener la capacidad de hacer nacer la resolución delictiva en alguien que no quería cometer dicho delito.