La pandemia de la COVID-19 ha puesto a la luz el pésimo estado de la salud pública en Panamá. La alta cifra de contagios y muertes nos han colocado en un lugar vergonzoso del ranking mundial. Pese a que las clases dominantes de Panamá presumen de que somos “la Dubái de Centroamérica”, nuestro sistema de salud pública ha probado en la pandemia ser pésimo. La pandemia de la COVID-19 ha demostrado fehacientemente dos cosas que se han estado haciendo mal en Panamá durante los últimos 30 años: el debilitamiento del sistema de atención primario y la escasez de personal de salud respecto de la población, y en particular, de especialistas en las distintas ramas de la medicina.