Las universidades presentan situaciones mucho más interesantes, debido a los constantes cambios a los que nos enfrentamos, es por ellos que las nuevas tendencias de la evaluación se basan en el análisis de datos y la evaluación continua, lo que reduce el uso de métodos complicados y así prevalece una evaluación cualitativa que se realiza de forma global y directa sin depender de tantos informes. Este tipo de evaluación es considerada como una retroalimentación a través de los actores del proceso de enseñanza. Antes nos enfocábamos en el cumplimiento de los objetivos, dedicando horas al desarrollo de contenidos, a realizar retroalimentaciones, trabajando sobre las capacidades, fortalezas y encontrar un lugar donde dar lo mejor de sí. En estas nuevas tendencias, el centro de la evaluación permanente es la persona, no solo medir sus habilidades, sino de la búsqueda continua del mejoramiento de sus potencialidades, fortaleciendo sus necesidades basándonos en el mérito y alentarlos a la reflexión de sus propósitos para el logro de objetivos personales.