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Este artículo trata sobre el realismo metodológico y el constructivismo en la filosofía africana y defiende la idea de la etnofilosofía crítica. La necesidad de incorporar valores locales en un paradigma universal desafía constantemente la pretensión de verdad objetiva. Así, algunos filósofos africanos comenzaron a investigar los fundamentos ontológicos y epistemológicos de sus propios valores y creencias culturales. A pesar de su enfoque inusual de la filosofía, este proyecto demuestra la necesidad de adaptarse a los contextos locales en la formación del conocimiento. La globalización es el reconocimiento de la creciente conciencia de la interdependencia no solo en el sentido de una fraternidad global, sino también de una competencia global por recursos escasos. Esto conduce a la formulación de una visión de la filosofía global que aborda las preocupaciones de la humanidad, pero al mismo tiempo reconoce los contextos locales. Es importante señalar que los filósofos africanos están convencidos de que un problema filosófico genuino surge como respuesta a un determinado contexto social. Esta tendencia se justifica por apelaciones recurrentes a ciertas lecturas de Derrida, Marx, Althusser y Wittgenstein. La afirmación de que existe tal cosa como la filosofía africana no se trata solo de reconocer los reclamos de conocimiento local o indígena, sino que es el resultado de la filosofía contemporánea. Pero se argumenta que la defensa de los contextos locales no debería correr el riesgo de adoptar valores e ideas culturales que están fuera de sintonía con el resto del mundo. Este artículo utiliza una metodología cualitativa a través de una extensa discusión y análisis de documentos filosóficos.