Se presenta un análisis sobre la evolución de la Gestión por Resultados (GpR), enfocado en el Presupuesto basado en Resultados (PbR). En él se aborda cómo este estilo de gestión prioriza la consecución de resultados concretos y medibles, superando métodos administrativos tradicionales como el presupuesto incrementalista, caracterizado por el aumento de los presupuestos anteriores, en el cual el desempeño y sus efectos no son la base incidental de sus ajustes y modificaciones. En contraste, el presupuesto basado en resultados es aquel que dirige la asignación de los recursos públicos hacia objetivos claros, a través de una cadena de resultados bien estructurada, promoviendo una administración más estratégica y eficiente. Esta cadena incluye la identificación de insumos, actividades, productos y resultados finales, apoyada por indicadores específicos para evaluar el progreso y el impacto de las políticas públicas. El caso de Panamá ilustra esta transición hacia una administración más transparente y responsable, en la búsqueda de mejorar la asignación de recursos y la eficiencia en la gestión pública, con su implementación a cargo del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). De allí que el presupuesto basado en resultados se proyecta como un modelo para impulsar el desarrollo socioeconómico y elevar la calidad de vida de los ciudadanos.