La inteligencia emocional es la manera que tenemos los seres humanos para relacionarnos con nuestro ambiente de forma positiva, es decir controlando nuestras emociones, comunicándonos de forma empática y asertiva, proyectando actitudes optimistas ante la vida.
El objetivo del presente artículo fue conocer la relación entre la inteligencia emocional y el estrés docente. Indicándonos que, a mayor habilidad social, autoconciencia emocional, empatía, adaptabilidad y autorregulación de las emociones, se puede moderar y prevenir los efectos negativos del estrés en los docentes, a los que los profesores están sometidos diariamente en el contexto escolar (ira, tristeza, ansiedad, otras).Razón por la cual, se hace necesario que a los docentes se les eduque en el manejo y desarrollo de las habilidades de inteligencia emocional, ya que éstas ejercen resultados favorables a nivel preventivo. Es decir, la capacidad para razonar sobre nuestras emociones. Por lo tanto, el docente debe saber manejar el estrés; un ambiente sin estrés, ausente de amenazas, alegre y confiable, garantiza un aprendizaje permanente en nuestros estudiantes y mejora la calidad de vida y la productividad profesional del docente.