La profesión de Administración de Empresas, es considerada y equivalente a cualquier otra de las que son reconocidas en la sociedad, como importante por su responsabilidad de planificar, organizar, dirigir, integrar, ejecutar y controlar. Sin embargo, la sociedad empresarial en algunas empresas, no ha logrado la uniformidad, el equilibrio y el nivel de la profesión, entre otros motivos, por la inexistencia de límites éticos claros que darían fundamento a la práctica. Por lo que se propone un modelo de identidad y ética dirigido al administrador de empresas, para el mejoramiento continuo de la calidad total y productividad.