La actividad ecoturística es una herramienta para la conservación, que produce beneficios en las comunidades, siempre que sea planificada, manejada y regulada en forma apropiada. Sin embargo es esencial que sea controlada, porque sus consecuencias tendrían resultados negativos en los sitios en las que se desarrolla. El manejo de estos impactos, positivos y negativos, es crucial para el desarrollo de una activad ecoturística sostenible. En el caso de la Comunidad Emberá Drúa es significativo el estudio de estos impactos dado que se encuentra ubicada dentro del Parque Nacional Chagres, y en las orillas del curso medio del río Chagres, donde la llegada de turistas nacionales y extranjeros que visitan este lugar impactan en algún grado el medio natural. Este estudio desarrolla un diagnóstico de conocimientos, aptitudes y prácticas sobre la contaminación ambiental y presenta alternativas al problema tales como realizar reuniones, charlas, seminarios a los miembros de la comunidad sobre educación ambiental; manejo de desechos sólidos y reciclaje. Se busca capacitar y organizar la comunidad en temas ambientales con la autorización de sus autoridades, en este caso del Nokó[1]. Estas actividades deben tener un carácter permanente y continúo por lo que se hace necesario internalizarlas en la comunidad, aprovechando el interés manifestado por todos los integrantes en mejorar la situación.