Tradicionalmente, las áreas urbanas han sido descritas como sitios habitados por un número reducido deespecies animales. Sin embargo, los nuevos espacios creados podrían representar un nuevo nicho que algunas especies podrían aprovechar. Se caracterizó la comunidad de hormigas en cuatro diferentes microambientes en un área urbana de Costa Rica. Muestreos con cebos para hormigas muestran un total de 22 especies, de las cuales 20 son especies nativas. Se muestrearon cuatro áreas adyacentes: el interior de un edificio, dos jardines y una reserva ecológica. La comparación entre estas áreas, arroja que los dos jardines presentan la mayor similitud, mientras el interior del edificio es el menos similar. Los resultados sugieren que las áreas verdes en zonas urbanas pueden funcionar como reservorios para especies nativas de hormigas y posiblemente de algunos otros grupos.