La Lombricultura ha alcanzado en los últimos años una importancia vital desde el punto de vista agrícola y ecológico. Las deyecciones producidas por las lombrices de tierra (Elsen iafoetida) , se convierten en un abono ofánico, que permite la recuperación, corrección y mejoramiento de suelos pobres o maltratados, por la mano del hombre y otros factores. La efectividad de este abono, la hemos observado en dos suelos de Panamá, arcilloso y franco, aplicándoles diferentes concentraciones de abono y cultivando plantas de sorgo durante un período de cuatro (4) semanas.