América Latina no ha experimentado un milagro económico. La reprimarización de sus economías condujo a una mayor vulnerabilidad y acentuó la desindustrialización temprana. La pobreza ha disminuido, esta es una medida absoluta, lo que significa que podría haber desaparecido, pero los ingresos relativos de los estratos medio-bajo y medio han disminuido, causando frustración con el tiempo. Las categorías más ricas se hicieron más ricas y cuando llegó la crisis, los partidos progresistas fueron designados con mayor facilidad como chivos expiatorios porque habían negado el enriquecimiento de los más ricos y el relativo empobrecimiento de una gran parte. Clases medias, y que fueron afectados, como otros partidos, por la gangrena de la corrupción. El presente es preocupante, ¿son mejores las perspectivas de futuro? La respuesta no es optimista a menos que...