A pesar de que Ley 34 de 5 de junio de 2008 “De Responsabilidad Social Fiscal” (LRSF), define el crecimiento de la deuda pública, las cuales deben complementar con una de política económica, financiera y fiscal orientan a la eficiencia, eficacia y efectividad en la administración de los recursos económicos y financieros; las cuales suelen tomarse al inicio de cada administración y determinarán los topes deudas cada año; si bien es cierto , en el periodo: 2018 – 2022, existen factores externos que pudiesen condicionar y hasta cierto punto justificar en parte el aumento en la deuda pública y del déficit fiscal, como lo son superar los efectos económicos causados por la pandemia del COVID-19, un contexto internacional complejo, marcado por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania e incremento en los niveles de precios a nivel mundial.
Ello hace necesario iniciar un debate sobre el manejo de las finanzas públicas y la situación del déficit y nivel de endeudamiento a corto, mediano y largo plazo en los cuales se establezcan estrategia para frenar el elevado y desenfrenado aumento de la deuda pública producto de un ineficiente aparato gubernamental, con alto grado de improvisación, una evaluación de los subsidios no solos a sectores sociales vulnerables sino a sectores económicos que de por vida han pagado impuestos que se constituye en la actualidad para la república de Panamá, uno de los mayores desafíos y motivo de preocupación para la población; ya que se ha comprometido el bienestar de la población a corto, mediano y largo plazo; y que pudiese desencadenar en medidas de ajustes estructurales que afectarán gravemente las principales actividades económicas.
De acuerdo con las cifras de la Dirección de Financiamiento Público del Ministerio de Economía y Finanzas, el incremento de la deuda pública en el periodo: 2018 – 2022, ha sido de B/. 18,313 millones de balboas; lo cual representa un aumento del 71.3% con respecto a ese mismo año; lo que define una perspectiva de riesgos de una economía estable a una perspectiva negativa, aumentando aún más las tensiones sociales y políticas lo impactan en el desempeño fiscal.