Entre septiembre y diciembre de 2016 se realizaron giras mensuales a Bajo 20 y Bajo Bahía Brincanco, montículos submarinos localizados en el Parque Nacional Coiba, Pacífico panameño. El objetivo fue el de caracterizar los fondos asociados a estos bancos e identificar procesos ecológicos claves. En cada gira se registró la temperatura, la salinidad y el oxígeno disuelto en la columna de agua. Para los muestreos se definieron transectos lineales en sentido norte, sur, este y oeste, donde se colocaron cuadrantes de 0.25 m2, ubicados cada 5 m. Debido a lo limitado del tiempo de buceo se trabajó con video transectos, generando un registro de imágenes que posteriormente fueron evaluadas en el laboratorio. También se realizaron grabaciones en sectores externos a los transectos, así como conteos de peces en ambos bajos. Los principales resultados indican que tres de los primeros cinco sustratos con relación al porcentaje de dominancia son comunes a ambos sitios: roca desnuda, grava-arena y algas incrustantes. Las diferencias entre los bajos se presentan por el porcentaje que aporta cada sustrato y por el hecho que en Bajo 20 se incluyen, entre los primeros cinco sustratos, las anemonas y los corales ahermatípicos, mientras que en Bajo Bahía Brincanco se encuentran las algas filamentosas y los corales blandos. Los fondos dominantes en ambos montículos submarinos son de tipo rocoso, con 41.96% y 79.89% para Bajo 20 y Bajo Bahía Brincanco, respectivamente. Las interacciones ecológicas identificados incluyen el uso de estos bancos como sitios de cortejo, reproducción y estaciones de limpieza de especies claves, así como para las agregaciones de desove de peces de las familias Lutjanidae (pargos) y Labridae (lábridos). Estas características deben ser consideradas al momento de revisar las estrategias de manejo de estos sitios clave, bajo el marco de capacidad de carga y límite de cambio aceptable.