La revisión se centra en la educación agrícola basada en competencias en América Latina, analizando su evolución frente a desafíos como la globalización, el cambio climático y la escasez de profesionales calificados. Se destaca la tic desconexión entre la formación educativa y las necesidades del mercado laboral, lo que ha generado problemas de desempleo e informalidad en el sector agrícola.

A través de una exhaustiva revisión de la literatura académica entre 2019 y 2024, se identifican prácticas exitosas que integran la tecnología y metodologías innovadoras, como el aprendizaje híbrido. Estos enfoques no solo mejoran la participación estudiantil, sino que también aumentan la empleabilidad en áreas rurales. Las competencias clave para los futuros profesionales incluyen habilidades técnicas, digitales y transversales, como la resolución de problemas y el trabajo en equipo.

Se enfatiza la importancia de fomentar una educación inclusiva y sostenible que esté alineada con las realidades locales, sugiriendo estrategias para mejorar la educación agrícola, como la actualización de los contenidos curriculares y el uso de tecnologías emergentes.

De esta forma, se concluye que es crucial transformar la educación agrícola en América Latina para adaptarse a las demandas contemporáneas, promoviendo una formación que no solo se enfoque en la empleabilidad, sino que también impulse la sostenibilidad y la equidad social. Esta transformación es esencial para preparar a los estudiantes en un entorno en constante cambio y asegurar su éxito en el mercado laboral.