Estudios recientes manifiestan que la conservación de la diversidad de las poblaciones de arañas en los campos agrícolas conlleva grandes beneficios para los agricultores; lo que podría ayudar a minimizar el daño causado por las plagas y conducir potencialmente a mayores rendimientos para los agricultores. El objetivo de esta investigación es reportar el parasitismo de la avispa Hymenoepimecis argyraphaga Gauld, 2000 (Hymenoptera:
Ichneumonidae), parasitando arañas Leucauge argyra (Walckenaer, 1842) y Leucauge venusta (Walkenaer, 1841) (Arachnida: Tetragnathidae). Para ello, se colectaron en huertos de traspatio y jardines arañas araneomorfas del género Leucauge en dos sitios de la República de Panamá: Provincia de Chiriquí, Tolé, Veladero; y en la provincia de Los Santos, Tonosí, Búcaro. Todas las arañas colectadas mostraban signos de estar parasitadas o con la presencia de larvas en la parte dorsal del abdomen; las arañas fueron llevadas al laboratorio para que el parasitoide culminara su desarrollo y realizar las observaciones conductuales de la araña y la avispa parasitoide. Se colectaron cinco individuos de la araña Leucauge venusta en la provincia de Chiriquí, Tolé, Veladero; estas arañas se encontraban asociadas a cultivos de tomate (Solanum lycopersicum L. 1794) de traspatio, de tres casas en la comunidad. También, se colectaron siete arañas de Leucauge argyra en la provincia de Los Santos, Tonosí, Búcaro, asociadas al Jardines de tres residencias de la comunidad. De acuerdo con los resultados y las observaciones realizadas en campo y laboratorio; obtuvimos un total 12 hembras de Hymenoepimecis argyraphaga, procedentes de cinco arañas de L. venusta y de siete arañas de L. argyra. Podemos concluir que, efectivamente las larvas de la avispa parasitoide H. argyraphaga, inducen a cambios de comportamiento en la confección de la tela de las arañas parasitadas, en las dos especies de Leucauge colectadas. También, se puede evidenciar que H. argyraphaga es un parasitoide genero/específico de Leucauge. Adicionalmente, podemos manifestar que a pesar de que las arañas sean agentes beneficiosos de control biológico, mantienen sus enemigos y controladores naturales, lo que evidencia el equilibrio natural que puede existir en estos sistemas de cultivos agrícolas y jardines.