En el presente ensayo los autores exponer consideraciones acerca del lugar y la presencia del positivismo, la dialéctica materialista y la fenomenología como enfoques de métodos investigativos, al mismo tiempo, identificar su valor para la investigación educativa. No se consideran estas tres orientaciones como las únicas, ni las más importantes, es solo que tienen un espacio considerable en las creencias de los investigadores y en el debate académico y pueden ser puentes para asumir ideas filosóficas novedosas. La reflexión se hace desde una perspectiva que entra a cavilar sobre la realidad latinoamericana y en la que se muestran argumentos básicos de la interacción entre la filosofía y la investigación educativa. El trabajo ha sido desarrollado a partir de la consulta de una extensa bibliografía que incluye tesis de maestría y de opción al grado científico de Doctor y de escuchar las opiniones de varios estudiosos que toman como campo la educación. Desde perspectivas muy heterogéneas, las distintas corrientes del pensamiento social y filosófico de los últimos siglos han estado ligadas a la evolución del proceder científico de producir el conocimiento, por lo que reflexionar sobre ello ofrece la oportunidad de apropiarse de criterios que pueden ser útiles para los científicos. Estar en posesión de buenos argumentos filosóficos para justificar las acciones investigativas impacta de manera positiva la actividad científica.