Derechos de autor 2024 Visión Antataura
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El papel fundamental de los peces es mantener el equilibrio en el ecosistema, por su adaptabilidad. La diversidad genética y estructura cromosómica refleja la biología evolutiva a través de técnicas de cariotipado, bandeo cromosómico e hibridación fluorescente y permite conocer la biología de los peces. A través del análisis citogenético se definen especies similares morfológicamente similares. La variabilidad en la configuración de los cromosomas sexuales en peces presenta una alta plasticidad evolutiva y notable diversidad, característica de flexibilidad y variabilidad que permiten mejor adaptación ambiental. La presencia de cromosomas B, considerados parásitos genómicos, aumentan la variabilidad genética de una población al actuar como reservorio de material genético e inducen reorganizaciones cromosómicas, lo que los convierte en bioindicadores. La prueba de micronúcleos, utilizada en la toxicología acuática, para identificar fragmentos cromosómicos reflejan daños genéticos e inestabilidad cromosómica. Los cariotipos ancestrales, reflejo de la complejidad de la evolución cromosómica, destacan implicaciones evolutivas en los linajes de peces. El reto de las futuras investigaciones citogenéticas en peces parte del desarrollo de tecnologías en biología molecular u otras como la pintura cromosómica, análisis de polimorfismos de un solo núcleo y la secuenciación, herramientas que han servido para tener una visión de la organización del genómica, su evolución cromosómica y la diferenciación de especies. Se concluye que a través de la citogenética se facilita el entendimiento de la evolución cromosómica, la gestión en la acuicultura, la conservación de especies en peligro de extinción y como indicadores de la salud ambiental acuática.