Esta investigación se realizó en ocho ríos y ocho pozos de la provincia de Los Santos, región agropecuaria en donde impera un alto consumo de plaguicidas. El estudio consistió en evaluar la dureza del agua en ríos y pozos, utilizada como medio para las aplicaciones de plaguicidas y comprobar su influencia en la efectividad de estos plaguicidas. El muestreo se realizó considerando la época seca y lluviosa en el período entre febrero 2016 y febrero 2017. Las muestras de agua fueron colectadas en los ríos Taguada, Bajo Güera, Faldar, Estibaná, Tebario y Río Gato, distrito de Macaracas; en Río Tonosí, quebrada La Bonita y un pozo en Tonosí Centro, distrito de Tonosí; un pozo ubicado en Tablas Abajo, distrito de Las Tablas; pozos en Llano Abajo, la Pacera y Ciénega Larga, en Guararé; un pozo en Sabana Grande y otro en Tres Quebradas, distrito de Los Santos. Las muestras se analizaron en los laboratorios de Control de Calidad de Plaguicidas y Análisis de Residuos de Plaguicidas en Plantas y Productos Vegetales de la Dirección Nacional de Sanidad Vegetal. La dureza promedio en pozos resultó ser agua dura y en ríos semidura, según la escala establecida por EPA. Hubo mayor reducción del ingrediente activo en el tratamiento de disoluciones de dimetoato en agua de pozo que en el agua desionizada. Igualmente ocurrió con el tratamiento de disoluciones de glifosato en agua de río que en el agua de pozo.