
La telefonía celular ha revolucionado la comunicación, pero también ha generado importantes desafíos ambientales. El rápido crecimiento en la propiedad de teléfonos celulares ha impulsado la demanda, exacerbando el impacto ambiental de su producción, uso y eliminación. Su producción implica la extracción de minerales valiosos, pero a menudo ambientalmente dañinos. Además, el proceso de fabricación consume mucha energía, lo que contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero. Al final de su vida útil, los teléfonos celulares se convierten en parte de la creciente montaña de desechos electrónicos (e-waste). Este artículo de reflexión examina críticamente el ciclo de vida de los teléfonos celulares, desde la extracción de recursos hasta la eliminación, destacando las consecuencias ambientales y proponiendo soluciones desde la perspectiva del autor.