La innovación puede solucionar problemas, cuando se pone en uso o es aceptada, y será exitosa al ser implementada en un sistema determinado, considerando los diferentes factores que influyen en su adopción y producción de resultados positivos. Entre las causas posibles del fracaso de una innovación están la falta de comunicación en todos los niveles de la organización, por lo que el “enredamiento” se considera como el establecimiento de relaciones entre los actores que participan en una organización social de una determinada innovación, para el intercambio de ideas y experiencias perfeccionando la innovación aplicada. El presente artículo analiza la ejecución de un proyecto ambiental-social desarrollado en el año 2012-2013 en la microcuenca Balsapamba Río Cristal-El Salto, cuyos problemas han sido la falta de comunicación con las comunidades ribereñas, dando como consecuencia una baja identificación con el proyecto y una escasa participación durante la instalación, conservación y su mantenimiento, además evalúa el impacto de la innovación en la calidad de vida de los pobladores. El objetivo del proyecto fue el recuperar las riberas mediante la reforestación con especies de caña guadua, garantizar el suministro de agua en la comunidad y reducir la susceptibilidad ante inundaciones. Como resultado se denota el déficit de comunicación y establecimiento de relaciones sociales adecuadas para el cumplimiento de los objetivos del proyecto a largo plazo, y se concluye que el enredamiento de nuevos actores, la inclusión de los agricultores y el cambio del modelo de innovación lineal a un modelo de enredamiento puede rescatar el trabajo desarrollado.