El Proyecto Hidroeléctrico Fortuna con su capacidad generadora de 300 MW es la segunda en importancia en nuestro país, representando el 20% de la capacidad instalada. Este proyecto tiene su origen en la necesidad de enfrentar una crisis energética iniciada por el aumento en el costo del petróleo en la década de los años 60 y fue parte de una estrategia para producir energía eléctrica a un menor costo. En la actualidad, Panamá se enfrenta a una situación similar a la que originó la construcción de este proyecto: aumento del costo del petróleo y dependencia de la energía térmica. Por otro lado, la superficie de bosques naturales de nuestro país está disminuyendo en forma acelerada provocando la pérdida de oportunidades de uso en el futuro. Ante esta situación, el Proyecto Hidroeléctrico y la Reserva Forestal Fortuna se constituyen en un pilar para el desarrollo nacional.