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El envejecimiento es un proceso natural que afecta a todos los seres humanos. La vejez, entendida como la etapa final de este proceso, está influenciada por las experiencias acumuladas a lo largo de la vida. En esta fase, las oportunidades para mejorar la calidad de vida son frecuentemente limitadas, debido tanto a la disminución de la capacidad física como a las restricciones económicas y sociales. Este fenómeno es particularmente notable en sociedades occidentales que valoran la competencia, la productividad y el individualismo. En Panamá, las políticas sociales se han centrado en los adultos mayores de bajos recursos, a través de programa como el Programa 120 para los 65, que proporciona subsidios monetarios, así como servicios de recreación y salud. El objetivo general es contribuir a una mejor comprensión de cómo las estrategias comunicativas pueden potenciar la efectividad de las políticas públicas y garantizar que el programa social alcance a quienes más los necesitan. La evaluación de este programa no solo requiere un análisis del impacto en la calidad de vida de los beneficiarios, sino también una revisión de las estrategias de comunicación utilizadas para difundir sus beneficios y condiciones. La metodología empleada fue un estudio cualitativo-cuantitativo donde se fue observando las fortalezas y debilidades en la difusión y comunicación del programa, así como las percepciones de los beneficiarios y otros involucrados en el programa que fueron clave para el estudio. Se aplicó una encuesta con preguntas abiertas y cerradas a una muestra de 200 beneficiarios entrevistas a trabajadores sociales del Ministerio de Desarrollo Social vinculada al programa de 120 a los 65 años.
