El propósito de este artículo es hacer una exploración de los conceptos propios de la evaluación formativa específicamente los relacionados con la retroalimentación dada por el docente y los pares del educando frente a las dificultades identificadas y la manera como el educando a través de las conclusiones logradas desde el dialogo reflexivo y compartido transforman la equivocación en oportunidad de aprendizaje. No obstante, este proceso se queda fijado en comprender la existencia de la dificultad, pero no el tránsito entre el aprendizaje alcanzado en el aula y el contexto real del educando.

Se hace una reflexión acerca del propósito real de la evaluación formativa como vínculo entre los aprendizajes y habilidades alcanzadas en el escenario escolar y la praxis de la realidad cotidiana.