Los diferentes estudios realizados sobre la desigualdad en salud, durante los últimos 20 años, en el Continente Americano, refleja que Panamá es uno de los países más desiguales de la región, en aspectos socioeconómicos, en materia: distribución del ingreso, en educación, salud, entre otros; los cuales producen los desajustes en la calidad de vida y bienestar de los ciudadanos, constituyéndose en problemas estructurales y sistémicos, que ocasiona una deuda social con estas poblaciones vulnerables. Es por ello, que se hace un análisis crítico que permita visualizar la desigualdad en salud y que las políticas públicas son limitadas y carentes de efectividad para brindar respuestas integrales; que proporcionen una salud de calidad igual para todas y todos.
Cabe señalar que el país presento recientemente su segundo Informe Voluntario de Adopción de la Agenda 2030 para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible “Transformar nuestro mundo”, 17 Objetivos, 169 metas y 232 indicadores; el cual constituye un conjunto de voluntades que dentro de poco menos de diez años se obtendrán muy pocos avances, pero si requerirán y utilizarán muchos recursos y la situación en materia de salud para las poblaciones más vulnerables seguirá siendo la misma; es más, si hacemos un recuento de los últimos veinte años, el panorama seguirá siendo los mismos, con los problemas que presentan las diferentes regiones, a pesar de ser un país pequeño con pocos habitantes y que asigna elevadas sumas en gastos sociales.
Un tema latente es el estado de situación y las medidas que como país se han adoptado para enfrentar el COVID-19 y sus impactos en el sistema de salud; y aun cuando somos conscientes que son tiempos difíciles, donde muchas familias han perdido a sus seres queridos, sin importar clases sociales, razas, o edad; es evidente una mayor situación de pobreza multidimensional y vulnerabilidad, acompañado de una elevada deuda pública y estreches fiscal, que limitan las acciones concretas para reducir la brecha de la desigualdad en salud; por lo que las acciones que se lleven a cabo en los próximos años, serán muy limitadas por no decir sin impactos reales