En Ecuador los delitos de violencia contra la mujer cada vez van en aumento considerando a la violencia como una prioridad a nivel salud pública, política, científica y social; teniendo como eje principal la erradicación de este fenómeno surge la necesidad de estudiar al agresor; su personalidad y las diferentes variables psicológicas (distorsiones cognitivas) a fin de generar tratamientos especializados encaminados a mitigar esta problemática. La presente investigación tiene como objeto analizar los rasgos de personalidad y distorsiones cognitivas en relación a la mujer y el uso de la violencia. Los instrumentos utilizados son el IPDE “Examen internacional de los trastornos de la personalidad” y el IPDMUV; Inventario de pensamientos distorsionados sobre la mujer y el uso de la violencia (IPDMUV –R; Echeburúa, Amor, Belén Sarasua, Irene Zubizarreta y Francisco Pablo Holgado-Tello 2016). La población de estudio estuvo conformada por 95 sujetos privados de la libertad del Centro de Rehabilitación Social de Cañar. El estudio refleja una población con una edad media de 39 años, nivel de instrucción básica en el 93,68% de los sujetos y pese a la variedad de delitos cometidos se destaca que en el 49,48% de ellos la victima ha sido una mujer entre estos; violación, femicidio, acoso sexual, incumplimiento de decisiones, violencia física. Entre los rasgos de personalidad que sobresalen el 20, 00% muestra rasgos evitativos y el 16,8% rasgos histriónicos de la personalidad, otro de los hallazgos es que a mayor edad del sujeto las distorsiones cognitivas disminuyen y finalmente y en correspondencia con la citada teoría el 75,79% consideran que lo que ocurre dentro de una familia es problema únicamente de la familia.