Existen múltiples fuentes de presión que amenazan la biodiversidad a nivel mundial, situación que ha provocado una crisis de tal magnitud, que pone en riesgo la continuidad de nuestra propia especie. Una solución parcial a este problema lo constituyen los sistemas de áreas protegidas, que a nivel mundial están representados por unas 100,000, y que en conjunto abarcan el 12 % del planeta. En la actualidad, Panamá posee más de 60 áreas protegidas, que entre sus objetivos principales está la de servir como reservorios de la diversidad biológica que aún le resta al país. La Reserva Forestal Fortuna, ubicada en las tierras altas de Chiriquí, es uno de los espacios naturales del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) que contribuye en las iniciativas nacionales y regionales que buscan la conservación y manejo de los recursos naturales, lo que al final se traduce en beneficios, tanto para humanos, como para el resto de los organismos vivos.